La ciudad sureña de Shenzhen, una de las más grandes de China, prohibió este jueves de manera permanente el comercio y consumo de animales silvestres (serpientes, civetas, pangolines, etcétera), una medida más contundente que el veto temporal emitido por el Gobierno central al inicio de la actual pandemia. Además, las autoridades de esta urbe, famosa por acoger a gigantes tecnológicos de la talla de Huawei o Xiaomi, también prohibieron el consumo de carne de perro y de gato.

“Como mascotas, perros y gatos han establecido una relación mucho más estrecha con los humanos que todos los demás animales, y prohibir su consumo y el de otras mascotas es una práctica común en los países desarrollados y en Hong Kong y Taiwán”, aseguró el gobierno local en la nueva ordenanza. “Esta prohibición también responde a la demanda y espíritu de la civilación humana”.

La medida, que entrá oficialmente en vigor el próximo 1 de mayo, contempla multas mínimas de 100.000 yuanes (unos 13.000 euros), pero pueden ser más cuantiosas dependiendo del valor de las bestezuelas decomisadas.

No hay evidencias que demuestren que los animales silvestres son más nutritivos que las aves o el ganado.