En un nuevo cambio de posición, el Gobierno de Bolivia decidió no repatriar a unos 150 bolivianos que piden ser rescatados en Huara, comunidad chilena en la frontera.

«Por decisión presidencial, las fronteras del país se mantie nen cerradas y se suspende la repatriación de los compatriotas bolivianos varados en Huara, Chile. El ministerio de Defensa tomará los recaudos para garantizar ayuda humanitaria a nuestros compatriotas», escribió la mañana de este lunes en Twitter la canciller de Bolivia, Karen Longaric.

Los bolivianos, entre ellos niños, mayores y mujeres, fueron interceptados ayer por Carabineros de Chile cuando intentaban llegar a pie a Bolivia, aunque luego fueron trasladados en tres buses a la frontera a la espera de que las autoridades bolivianas les permitan ingresar al país.

La noche de este domingo, la jefa de la diplomacia boliviana había informado que se trasladaría junto al ministro de Defensa, Luis Fernando López, hasta Pisagua para acompañar el ingreso de los connacionales a territorio boliviano. Ahora, este cometido fue suspendido.

Son al menos 150 bolivianos que lo único que quieren es retornar sanos y salvo a su país, pero las autoridades de La Paz, al parecer, “no están ni ahí”.

Hasta el 15 de abril las fronteras de todo el país se mantendrán cerradas por determinación del Gobierno para ayudar a contener los casos de COVID-19 que hasta el momento suman cuatro decesos y 97 casos confirmados del virus.

Sobre esto  el Presidente chileno, Sebastián Piñera, ha manifestado su preocupación,   principalmente porque los tres países límitrofes de Chile (Perú, Argentina y Bolivia) cerraron sus fronteras y no están permitiendo el regreso de sus propios nacionales, mientras que el gobierno chileno, agregan, está trabajando para traer a los suyos de vuelta. De hecho, la Cancillería  ha intensificado las tratativas, pero reconoce que ha sido difícil porque cada vez hay menos vuelos y más restricciones.

Así, Piñera les ha transmitido a los presidentes de las otras naciones justamente este mensaje: que Chile no dejará de recibir a sus ciudadanos que vienen desde el exterior y que ellos deben recibir a sus nacionales varados en nuestro país. En La Moneda sostienen que para Piñera es relevante esta materia porque demuestra que existe un compromiso con los derechos humanos de los chilenos que se encuentran en el exterior.