Un hombre murió y su esposa se encuentra en estado grave después de ingerir fosfato de cloroquina, un producto de limpieza de acuarios similar a los medicamentos que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo recomendó como posible tratamiento para la infección por coronavirus, publicó este martes el diario El Español.

La pareja, de 60 años, experimentó un dolor inmediato después de tomar el medicamento, un aditivo que se usa en los acuarios para limpiar las peceras, según Banner Health del Hospital en Phoenix, Arizona.

El fosfato de cloroquina comparte el mismo ingrediente activo que los medicamentos contra la malaria que el presidente Trump ha promocionado como una posibilidad efectiva contra COVID-19, la enfermedad potencialmente mortal causada por el coronavirus.

El sábado, Trump tuiteó sobre la combinación de hidroxicloroquina y azitromicina, diciendo que tenía «una posibilidad real de ser uno de los mayores revoluciones en la historia de la medicina».

El principal experto en enfermedades infecciosas de EE UU, Anthony Fauci, restó importancia a esa afirmación y dijo que la terapia debe ser probada para garantizar su seguridad y eficacia.

«La cloroquina, un medicamento contra la malaria, no debe ingerirse para tratar o prevenir este virus», dijo Banner Health en un comunicado el lunes.

Para el nuevo coronavirus, surgido en diciembre último en Wuhan, China, y que se ha extendido por todo el mundo,  no hay vacunas o tratamientos aprobados para la enfermedad.

«Dada la incertidumbre en torno a COVID-19, entendemos que las personas están tratando de encontrar nuevas formas de prevenir o tratar este virus, pero automedicarse no es la forma de hacerlo», dijo el Dr. Daniel Brooks, director médico del centro ‘Banner Poison and Drug Information’.

Brooks instó a la comunidad médica a no recetar medicamentos con cloroquina a ningún paciente no hospitalizado.

La hidroxicloroquina es una droga para la malaria, que se usa también para una artritis muy seria, que es muy poderosa y está allí desde hace tiempo, así que sabemos que si las cosas no salen como lo planeamos no va a matar a nadie. Con una droga nueva eso no se sabe. Esta droga ha demostrado resultados muy alentadores. Vamos a hacer que esté disponible casi de inmediato”, anunció Trump.

El fosfato de Cloroquina se utiliza para la malaria (Shutterstock)El fosfato de Cloroquina,  derecha, se utiliza para la malaria (Shutterstock)

La cloroquina fue descubierta en 1934 por el científico italoalemán Hans Andersag. Está en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud, que incluye a las medicinas más seguras y efectivas que se necesitan en un sistema de salud. Es utilizado esencialmente para prevenir y tratar la malaria y, ocasionalmente, se utiliza para la amebiasis que se produce fuera de los intestinos, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso.

“La hidroxicloroquina se diferencia de la cloroquina por la presencia de un grupo hidroxilo en el extremo de la cadena lateral. Se considera que su actividad es similar a la de la cloroquina, y su uso actual es creciente, fundamentalmente debido a su mejor perfil de seguridad. Tiene una farmacocinética similar, con rápida absorción gastrointestinal y se elimina por el riñón”, explica el Dr. Lautaro de Vedia en un documento publicado días atrás en el sitio web de la Sociedad Argentina de Infectología.

“Investigaciones diversas han demostrado que la cloroquina ejerce efectos antivirales a través de diferentes mecanismos —dice De Vedia—. Por un lado, puede cambiar el valor de pH de los endosomas (…) Tras ingresar a la célula, la cloroquina media el aumento del pH del lisosoma in vivo, debilita la liberación de transferrina de iones de hierro, reduce el contenido intracelular de iones de hierro e interfiere con la replicación intracelular del ADN. Como consecuencia, tiene un efecto inhibitorio significativo sobre las infecciones virales que invaden las células a través de la vía del endosoma, como el virus de la enfermedad de Borna, el virus de la gripe aviar y el virus del Zika”.

Estos antecedentes llevaron ainvestigadores de distintas partes del mundo a probar sus efectos sobre el coronavirus actual. El balance provisional de las pruebas realizadas es auspicioso.

“Dos equipos de investigación independientes encontraron que la cloroquina tiene actividad anti-SARS-CoV a nivel celular. Los resultados de la Universidad de Lovaina en Bélgica mostraron que el fosfato de cloroquina puede inhibir la replicación del virus en la línea celular Vero E6 inducida por el SARS-CoV, con una concentración inhibitoria del 50%, cercana a la lograda durante el tratamiento de la malaria aguda. Un estudio realizado por los CDC de los EEUU encontró que la cloroquina inhibe la replicación del virus al reducir la glucosilación terminal de los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) en la superficie de las células Vero E6 e interferir con la unión de los receptores SARS-CoV y ACE2”, sostiene De Vedia.

De hecho, los médicos chinos sabían del potencial de esta droga y la probaron en sus pacientes. Los resultados en más de cien casos evidenciaron que la cloroquina ayuda a inhibir la exacerbación de la neumonía y acorta el curso de la enfermedad. Pero lo más importante es que no se registraron efectos adversos serios en los pacientes.