Casi 80 por ciento (79%) de los chilenos cree que Chile es un país machista y solo un 19% (-4pts) considera que hay igualdad de género. Asimismo, 66% (+11)de las mujeres asegura que se ha sentido alguna vez discriminada o violentada por el hecho de ser mujer. 34% (-11pts) declara que no, publicó este lunes en Santiago la Encuesta Cadem..
Respecto a la identificación con el feminismo, 30% (+5pts), pero 76% (+18pts) está de acuerdo con las marchas de las mujeres en la vía pública y 69% (+14pts) está de acuerdo con la movilización feminista.
Sobre la opinión frente al movimiento feminista, 54% (+15pts) está de acuerdo con que el movimiento feminista refleje con precisión las opiniones de las mayorías de las mujeres y 31% (+4pts) está de acuerdo con que el movimiento feminista acusa injustamente a los hombres de los problemas de la mujer.
Acerca de los avances del feminismo, 12% (-1pto) cree que el país ha realizado cambios para avanzar en la igualdad de género y 87% (+2pts) que el país necesita seguir realizando cambios para alcanzar la igualdad.
La marcha de las mujeres
El diario La Tercera describió el acto de este domingo en Santiago como «un océano de mujeres. Un oleaje de pañuelos verdes y morados, máscaras rojas y consignas que protagonizaron la marcha del 8M, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, y que para ellas se transformó en un hito histórico.
Según las organizadoras, se trató de una de las manifestaciones más masivas desde la marcha del 25 de octubre, cuando 1,2 millones de personas llegaron a la Plaza Italia. Pero esta vez no hubo acuerdo sobre los asistentes: mientras Carabineros cifró en 150 mil las mujeres que marcharon en la capital, la Coordinadora Feminista 8M cifró en dos millones las voces que se hicieron presentes en Santiago.
La movilización feminista, la de mayor convocatoria desde el inicio de 2020, puso énfasis en la violencia contra el género y los derechos reproductivos: hubo gritos contra los femicidios, los abusos y las violaciones, consignas por el aborto libre y carteles contra la desigualdad. Frases como “nunca más sin nosotras” se escuchaban por todo el centro de Santiago.