Como un payaso de escasa categoría calificó a Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, el  ayatolá supremo de la República Islámica de Irán, Ali Jamenei,  quien afirmó en la oración del viernes que “los enemigos de Irán han usado el derribo del avión ucraniano con el único fin de debilitar a los Guardianes de la Revolución”.

Jamenei no mostró en ningún momento una autocrítica al confndir un  avión comercial inofensivo con lo que podría haber sido un misil de EE UU y que costó la vida de 176 civiles de distintas nacionalidades pero la mayoría era iraní y ucraniana, además de numerosos canadienses. Jaeini mencionó a cada uno de las víctimas en lo que ocupo 45 minutos.

El líder supremo lamentó “el trágico y triste incidente” y pidió que se reformen algunas cosas para que este tipo de hechos no vuelvan a suceder. Pero añadió acto seguido que “las protestas por la caída del avión no han hecho más que ocultar el martirio y gran sacrificio de Qasem Soleimani”, general de los Guardianes de la Revolución que fue ejecutado por un dron estadounidense días antes del derribo de la nave civil ucraniana en el aeropuerto de Bagdad.

Este fue la primera vez en ocho años que Jamenei, como líder supremo, se dirigía a los fieles en la oración del viernes.

La orientación de Jameini es buscar la unión de los musulmanes para terminar con la presencia de EE UU en toda la región del Cercano o Medio Oriente, lo que sería la gran venganza que viene tras la serie de acontecimientos con intervención estadounidense que han afectado regional  y ecconómicamente a Irán. En otras palabras la expulsión de EE UU sería la mayor venganza y el mayor triunfo militar y moral que podría gestar Jamenei en contra del actual régimen de Trump.