El gobierno de Argentina “no entregará por ningún motivo” al expresidente Evo Morales, que a la fecha está refugiado en Buenos Aires y sobre quien pesa en Bolivia una orden de aprehensión de la Fiscalía. Así lo determinó el presidente Alberto Fernández, según fuentes vinculadas a la Casa Rosada consultadas por la agencia argentina Infobae. Morales es un protegido también de la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner
Un alto funcionario de la Casa Rosada que reveló que el mandatario argentino se comunicó en las últimas horas con Morales para darle su pleno apoyo y aseguró a la agencia que su país protegerá su integridad física e impedirá que se le entregue a las autoridades judiciales de Bolivia.
“Vamos a proteger a Evo Morales porque corresponde hacerlo en su calidad de refugiado político y porque todo el pedido de detención es una farsa”, explicó otro funcionario del Gobierno, Martín Dinatale, cita la misma nota periodística.
La Fiscalía boliviana emitió este miércoles una orden de detención contra el expresidente Morales, a quien el Gobierno boliviano interino de Jeanine Áñez ha acusado de supuestos delitos de sedición y terrorismo.
El ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, compartió en Twitter una fotografía del documento en el que se ordena aprehender a Morales, refugiado en Argentina, y trasladarlo ante la Fiscalía Especializada Anticorrupción para «prestar su declaración informativa.
El Gobierno interino de Bolivia presentó en noviembre pasado contra el ex mandatario una denuncia en la Fiscalía en La Paz por delitos como terrorismo, al acusarle de incitar a la violencia contra el Ejecutivo provisional de Áñez desde su asilo en México. La denuncia se sustenta en pruebas como un vídeo en que se escucha una voz atribuida a Morales, cuya autenticidad no ha sido demostrada por fuentes independientes.
La voz, por teléfono supuestamente desde México, incita a un dirigente cocalero en Bolivia, contra quien también hay una orden de aprehensión, amantener bloqueadas las ciudades para impedir el ingreso de alimentos.
Declarado como «refugiado»
Sin embargo, el expresidente de Bolivia recibió el mismo miércoles la confirmación de su estatus de «refugiado» en Argentina, lo que, según el Gobierno, imposibilita «cualquier gestión de extradición», según informaron este miércoles a la agencia EFE fuentes oficiales.
Morales llegó al Aeropuerto Internacional de Ezeiza de Buenos Aires el pasado 12 de diciembre y allí presentó la solicitud, que fue resuelta positivamente, según añadieron las fuentes de la Dirección Nacional de Migraciones.
Hasta ahora, el estado de la solicitud del expresidente no había sido detallado públicamente de forma oficial por ninguna institución del Gobierno argentino, que considera a Morales un «perseguido político» en su país.
Acusación de fraude electoral
Morales dimitió el pasado 10 de noviembre denunciando un golpe de Estado para derrocarlo, tras publicarse esa misma jornada un informe previo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que advertía «graves irregularidades» en las elecciones del 20 de octubre en las que fue declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo. Sin embargo el ex presidente antes de abandonar Bolivia declaró que había renunciado al cargo (ver video).
El informe final de la OEA estableció una «manipulación dolosa» en las elecciones, ya anuladas por una ley de urgencia que prevé nuevos comicios a comienzos de 2020, aún sin fecha.
En Buenos Aires esta semana, en una conferencia de prensa, Morales lamentó que «ni la inteligencia de la Policía o las Fuerzas Armadas bolivianas nos advirtieron que se venía el golpe. Una mujer me llamó para advertirme de las reuniones que se hicieron antes del golpe de estado, y que ocurriría después de las elecciones”.
La orden de detención boliviana se oficializó luego de que el Gobierno encontrara una conversación telefónica entre ambos en la que coordinan medidas de presión contra las zonas urbanas en medio de las violentas manifestaciones que golpearon al país tras la renuncia del exmandatario.
La noche del miércoles, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, anunció un pedido formal de extradición y notificaciones a la Interpol para que se cumpla la orden.
A decir de Morales, él debe ser procesado solo en un juicio de responsabilidades. Para el Gobierno, estos hechos se cometieron luego de la dimisión del exgobernante, por tanto, concluye que se dieron fuera de su investidura y corresponde un juicio ordinario.
La orden fiscal fue objeto de análisis en una cita de alto nivel en Argentina. La noche del miércoles, el presidente Fernández y el canciller Felipe Solá revisaron los alcances de la nueva situación legal de Morales en Bolivia.
La conclusión fue clara. El jefe del Estado argentino le aseguró a su aliado que no aceptará que lo detengan en la Argentina y pidió aumentar la custodia personal del exmandatario boliviano, cita la agencia argentina.
A la vez, la oficina jurídica de la Cancillería argentina analizaba el pedido de detención de la Fiscalía de La Paz y sus fundamentos para eventualmente dar una respuesta legal al rechazo de ese reclamo.
De todas formas, en el Ministerio de Relaciones Exteriores aclararon a Infobae que “la Argentina no está obligada a dar un respuesta legal a un pedido que considera fuera de lugar ya que se trata de un reclamo a un refugiado político”, cita la nota reproducida en el diario La Razón de La Paz.