Por Walter Krohne
Los políticos chilenos, en su mayoría, tanto del oficialismo como de la oposición no están dando“el ancho” y serán responsables, cada uno a su manera, de las consecuencias a futuro de la delicada situación de inestabilidad que vive el país. Pareciera que no les importara la realidad de los chilenos o simplemente no han tomado conciencia de la crítica realidad nacional.
Las manifestaciones, movilizaciones masivas y destrozos en las calles continúan y no se vislumbra una mejora de la situación general. Todo lo contrario, las relaciones entre los bandos políticos e ideológicos -capitalistas y socialistas o peor, comunistas- no mejora casi nada, y ambos sectores siguen funcionando como si nada pasara en Chile. La democracia no debería ser sometida a pruebas tan profundas y contradictorias ni menos cuando se fomenta poco el diálogo.
Los avances en el campo social y político no se ven con claridad. Todo el mundo, especialmente los más necesitados como también los adultos mayores, esperan las noticias sobre promesas realizadas por el oficialismo, en cuanto a mejoras, también con apoyos, aunque a veces superficiales, de la oposición; pero ya dije y repito éstas no se ven con claridad. Y todo esto ocurre a sólo 13 días de Navidad.
Mientras tanto los políticos siguen en el Congreso y en la vida diaria perdiendo el tiempo en materias que están lejos de mejorar las relaciones entre “los bandos” y reducir las tensiones sin mirar hacia el punto más importante como es ahora el logro de la paz política y social o al menos entrar a un período de receso en una peligrosa «guerra» con ataques que van y vienen.
Estos políticos, en dos acusaciones constitucionales, han perdido lamentablemente el tiempo: una, contra el ex ministro del Interior Andrés Chadwick y la otra, contra el mismo Presidente Sebastián Piñera.
Nunca se pensó que frente a ninguno de estos libelos acusatorios se lograría algo útil para Chile, salvo la demostración de poder que en la actualidad ya ninguno de los dos bandos tiene, porque los chilenos están hartos de la «politiquería» mezquina que practican.
La condena de Chadwick a cinco años sin poder ejercer cargo público alguno, lo considero una error mayor. No soy admirador ni siquiera simpatizante de ningún político, ni tampoco de Andrés Chadwick, pero pienso como los “viejos” periodistas en los tiempos en que había conciencia de que nuestra labor no era ni ideológica ni política sino un oficio con el que intentábamos cumplir como informadores y analistas independientes. Esto es lo que esperamos reflotar algún día con Kradiario.
Al final de la jornada, tras varios días perdidos con inclusión de ya habituales desafíos políticos, por 23 votos contra 18 el Senado declaró a Chadwick culpable de las dos acusaciones en su contra: Primero, “haber infringido gravemente la Constitución y las leyes y haber dejado éstas sin ejecución al omitir adoptar medidas para detener violaciones sistemáticas a los DD.HH.” producidas tras el estallido social del 18 de octubre y, segundo, “haber afectado derechos constitucionales no contemplados en los estados de emergencia a los que concurrió con su firma”.
“Jamás, ni deliberadamente o no deliberadamente, he adoptado u omitido una medida con el propósito de que se pueda abusar de los derechos humanos de una persona”, dijo Chadwick tras la votación, despidiéndose de la mala política chilena a sus 63 años. El caos masivo que se registró con el estallido social del 18-O había que pararlo de alguna manera y fue el presidente el que dispuso declarar el destado de emergencia en Chile, porque además los Carabineros estaban soprepasados.
Algo similar podría haber ocurrido este jueves con el Presidente de la República pero no fue así porque los mismos políticos, a pesar de su mediocridad, se dieron cuenta que si acusaban también constitucionalmente a Piñera, todo se derrumbaría en medio de una nueva y colosal crisis. De haber llegado hasta el final del proceso, el Presidente simplemente hubiese tenido que irse a su casa, lo que podría haber dejado a Chile en un país en caos político mayor y vacío de poder de proporciones.
Sin embargo nos enteramos que la Cámara de Diputados desechó, con votos democristianos y radicales, además de los oficialistas, la acusación constitucional presentada por la oposición en contra del Presidente Sebastián Piñera, tras una extensa sesión en la que los parlamentarios acogieron la denominada cuestión previa y la declararon como «no presentada». La decisión fue tomada por 79 votos a favor y 73 en contra.
La derecha sacrificó a uno de sus dos alfiles para salvar al rey, como bien se dijo en una carta al Director de El Mercurio.
Pero los comunistas no se tranqulizan porque quieren más guerra, lo que el pueblo chileno no quiere: la diputada comunista Carmen Hertz cuestionó que se haya avalado la «impunidad» de la derecha y aseguró que buscarán otras vías para que se determine la responsabilidad de Piñera.
Con esta declaración jamás habrá paz ni tampoco un recomienzo económico y político en Chile.