Por Walter Krohne
Cuatro años de ausencia del peronismo o kirchnerismo en el poder argentino, que hasta ayer estuvo a cargo del derechista Mauricio Macri, vuelven hoy otra vez a manos de los primeros en gloria y majestad.
La historia es historia y, al parecer, quedará así como historia, porque las acusaciones de corrupción de la ex presidenta Cristina Fernández en sus ocho años de gobierno, quedarán colgados como en las teleseries, ya que desde hoy seguirá aferrada al poder como vicepresidenta en la fórmula peronista que encabeza el ya presidente de Argentina, Alberto Fernández.
Cristina entrego ocho millones en subsidios a las clases mas necesitadas hasta el año 2015, lo que dejó una economía en bancarrota y con una alta inflación y un déficit presupuestario colosal.
Este panorama impidió un desempeño sin tropiezos de un empresario y economista como Macri para poder estabilizar, al menos en parte, la situación financiera del país. La complicada realidad lo llevó finalmente a recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) que fue una decisión que, al parcer, ha complicado más las cosas en el sector financiero y productivo.
La nueva gestión de Hacienda
Hoy el flamante nuevo ministro de Hacienda, Martín Guzmán ha anunciado una actuación como en viejos tiempos, con una nueva medida típica del populismo peronista, anunciando que habrá un bono para las jubilaciones más bajas y los planes sociales. Paralelamente ya ha tenido que iniciar la negociación con el FMI.
Con Macri descendieron los índices de corrupción pero se incrementaron los problemas sociales con sus intentos de cambiar una economía subsidiaria por una via de más mercado.
Cristina ha sido una pieza clave en el triunfo de la coalición Frente de Todos en las elecciones de octubre. Alberto Fernández ha asumido este martes como séptimo presidente electo por el voto popular desde la recuperación de la democracia argentina el 30 de octubre de 1983 con nuevas elecciones y la asunción como Presidente electo del radical Raúl Alfonsín.
Más de 32 millones de argentinos acudieron el 27 de octubre último a las urnas logrando Fernández una ventaja de 7,96 puntos (48,24% contra 40,28%) A pesar de su derrota, Macri hizo una gran elección porque llegó al 40,28 de los votos tras un 16 por ciento que obtuvo en las primarias obligatorias. Su campaña tomó impulso durante las últimas semanas, tras la decisión de salir a la calle con una serie de concentraciones y asambleas por el interior del país que poco a poco se hicieron masivos. Fernández, en cambio, perdió dos puntos entre las primarias y las elecciones de octubre, logrando el triunfo en primera vuelta.
Macri a pesar de sus falencias pudo terminar su período
El foco de la recién iniciada gestión de Fernández estará enfocada desde luego en la economía, el área que Mauricio Macri no logró controlar dejando a un pueblo descontento y con bajos ingresos, lo que le costó el sueño de la reelección.
Sin embargo, a pesar de todos los males logró concluir su período presidencial con muchos problemas, desde luego, además de no haber contado con una mayoría legislativa. Además como dice el diario Clarin ”el verdadero desafío de cualquier gobernante no es llegar a los cuatro años sino alcanzar los ocho”.
Macri se va dejando una inflación interanual de 50,5% casi el doble de la que dejó Cristina Fernández de Kirchner en 1915. Aparte de esta espiral están los 15,9 millones de pobres en una población de 45 millones de habitantes. Las caídas en la actividad industrial y la construcción y del incremento del desempleo al 10,6% fueron todos impedimentos que explican su derrota electoral.
La partida de Fernández
En el arranque de su gestión Fernández apuntará a revertir la herencia, ahora ya pesadísima. El nuevo presidente dio algunas señales de hacia dónde apuntará al menos en el inicio de su gestión, aunque sin dar detalles concretos. Sólo el 44,1% de la población económica activa tiene un empleo con plenos derechos según los datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina de la UCA, correspondientes al tercer trimestre de 2018, nivel que en un año ha vuelto a empeorar. La mayoría, en cambio, se reparte en otras tres categorías. El 27,2% cuenta con un empleo precario, es decir, regular y con niveles de ingresos superiores a los de subsistencia, pero sin afiliación alguna al sistema de seguridad social: creció de 9,7% al 18,6%. El subempleo inestable se registra en la realización de trabajos temporarios o no remunerados o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación. Por último, el 9,9% de la población está desocupada.
El empleo pleno sólo aumentó 0,3% en el mismo período (de 43,8% en 2010 a 44,1 en 2018).
El Gobierno de Fernández buscará renegociar de forma rápida la deuda con el FMI, que hoy asciende a unos 310.000 millones de dólares. Ya dijo que “mi idea es no seguir ahogando a los argentinos”. En su primer año como presidente, afrontará vencimientos por unos 30.000 millones de dólares con el sector privado.
Hace 10 días el ministro de Hacienda Guzmán , estuvo reunido en Estados Unidos con representantes del FMI, con lo que las negociaciones ya comenzaron.
Se espera, además, que en los primeros días del nuevo gobierno se anuncien aumentos de ingresos a jubilados, pensionados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo. Así se evitará un levantamiento social como el que ocurre en Chile.
También habrá beneficios para empleados del Estado. Posiblemente haya mejoras salariales también para los trabajadores del sector privado. La apuesta es reactivar de manera veloz la economía.
Entre otros obstáculos está la relación del del dólar oficial con el paralelo que seguirá ampliándose como pronostican los especialistas.
La relación entre Alberto y Cristina también deberá observarse en el Gobierno que se inicia. La mayor parte del futuro gabinete es albertista 100%, aunque también habrá algunos kirchneristas, como Agustín Rossi o el camporista Eduardo “Wado” De Pedro. Cristina se aseguró el control del Senado y del bloque del Partido Justicialista (PJ) en Diputados.
El Endeudamiento y reservas
El dólar oficial subió un 515% en toda la era macrista tras arrancar a 9,5 pesos y finalizar a 63 pesos por dólar.
El riesgo país mas que se cuadriplico pasando de 500 a 2.300 puntos y las acciones cayeron mas del 50% en dólares.
Macri le deja a Fernández un gobierno con compromisos de corto plazo
Según el Portafolio de Personas e Inversiones (PPI) los vencimientos de corto plazo pendientes del año 2019 suman US$ 3.673 millones a los que deben agregarse los del 2020 que suman 49.349 millones con un total de US$ 53.100 millones
En 2020 los compromisos de deuda entre capital e intereses suman US$ 42.866 millones, de los cuales un 48% corresponde a pesos y 53% a compromisos en dólares.
Dada la situación económica-financiera de Argentina, la falta de dólares y la falta de acceso a los mercados de capitales internacionales el Gobierno de Fernandez se ve obligado a iniciar un proceso de reestructuración de la deuda en la cual se especula que el «nivel de quita» de los bonos puede sufrir, asi como tambien los cambios de los cupones de intereses y el cronograma de pagos de los actuales bonos argentinos justamente por falta de acceso al mercado de capitales local e internacional. El Banco Central argentino estimó las reservas brutas en 43.695 millones de dólares ( 20.000 millones más que lo dejó Cristina Fernández en 2015). Sin embargo la entidad estimó las reservas netas en entre 14.000 millones y 15.ooo millones de dólares.
Hasta ahora ha sido una fascinante recepción presidencial para Alberto Fernández, pero mejor, no hablemos del futuro de Arrgentina. La herencia de los años anteriores, no sólo lo dejado por Macri, sino también de antes, será un gran obstáculo para la gestión del nuevo peronista en la Casa Rosada.