La derecha derrotó finalmente al Frente Amplio en Uruguay logrando la Presidencia Luis Lacalle Pou (centroderecha) tras la celebración de un segundo escrutinio llevado a cabo en la Corte Electoral de las elecciones celebradas el último domingo.
El vicepresidente de la corte, Wilfreco Penco, señaló que el organismo no va a proclamar al presidente «hasta que se abra la última urna», pero la diferencia entre Lacalle y el candidato del Frente Amplio (FA, izquierda), Daniel Martínez, ya es imposible de remontar por el aspirante oficialista.
Entretanto Daniel Martínez, reconoció ya la derrota en las elecciones y confirmó que se reunirá mañana, viernes, con el triunfador, Luis Lacalle Pou.
En esta forma, el gran triunfo de Lacalle ha sido tomper con 15 años de Gobierno del Frente Amplio (progresista).
Así, la izquierda se va y vuelve la derecha que no se sabe bien con que modelo gobernará, porque si es con el neoliberalismo, debe tomar en cuenta el fracaso que han tenido en este campo Chile y Colombia, en una América Latina que está despertando.
Hay que tomar en cuenta además que la coalición conseervadora está integrada por varios partidos, entre ellos el de extrema derecha Cabildo Abierto.
La votación del pasado domingo dejó la imagen de un país con dos fuertes bloques enfrentados. El escrutinio tras la jornada electoral se cerró con un 48,71% para Lacalle Pou y un 47,51% para Martínez. Una diferencia tan mínima que la Corte Electoral no pudo dar un ganador el domingo y obligó a contar de nuevo los votos.
Luis Lacalle Pou, que partía como favorito, es un experimentado parlamentario de 46 años de edad. Fue diputado a los 20 años y se presentó en 2014 a las presidenciales, pero las perdió frente al actual presidente, Tabaré Vázquez. En estos días de espera, el que será el próximo presidente uruguayo ha ido configurando su gabinete. Aunque no hay nada confirmado, el economista Ernesto Talvi, líder del Partido Colorado, suena como ministro del Exterior. La cartera clave de Interior estaría encabezada por el dirigente histórico del Partido Nacional, Jorge Larrañaga, quien impulsó un referéndum que proponía luchar contra la delincuencia con una batería de medidas represivas. Larrañaga perdió la consulta, pero su iniciativa le sirvió para propulsarse como un referente en la materia.
La atención está centrada en qué carteras tendrá la extrema derecha de Cabildo Abierto. Entre las posibilidades que se barajan está que se ocupe de Sanidad. El manejo de la salud por parte de este partido, encabezado por un militar retirado, preocupa especialmente a las organizaciones feministas, ya que ese Ministerio juega un papel clave en la implementación de la ley que despenalizó el aborto en 2012.
Quién es Luis Lacalle Pou?
Pertenece a una familia de tradición política, y es una figura refrescante por su juventud y la renovación que representa en el Partido Nacional (PN). Con esos ingredientes llegó a la presidencia de Uruguay.
Lacalle Pou nació en una acomodada familia de Montevideo. Hijo único, estudió en un colegio y una universidad privada donde cursó Derecho, aunque nunca ejerció. Ahora vive igualmente en un lujoso barrio de la capital uruguaya con su mujer y sus dos hijos. Bisnieto de Luis Alberto de Herrera, el histórico dirigente del Partido Nacional e hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y de la ex senadora Julia Pou.
Así, dos años después de terminar sus estudios universitarios se lanzó a la arena política siendo elegido como diputado nacional, cargo que revalidó dos veces, la última en 2010. Ha forjado toda su carrera en el Congreso.
En 2014, decidió dar un paso más y apostó por una candidatura presidencial. Tras imponerse en las elecciones primarias, quedó en la primera vuelta a una distancia de 17 puntos porcentuales del candidato del FA, Tabaré Vázquez. En el balotaje achicó la diferencia a 13, igual lejos de Vázquez, que retornó así al poder.
Este año decidió volver a intentarlo, tras superar por segunda vez la lucha interna del Partido Nacional y con el Frente Amplio sumamente debilitado después de quince años de gobierno.
En la primera vuelta celebrada el pasado 27 de octubre, Martínez le sacó casi 10 puntos de ventaja a Lacalle Pou. Sin embargo, el opositor logró conseguir el respaldo de los principales bloques opositores, lo que lo perfiló como el gran favorito para el balotaje.
Su punto débil es, precisamente, su bagaje familiar. Su noble cuna se ha convertido en objeto del debate político. “No conoce la vida diaria de la mayoría de los uruguayos”, le ha reprochado la ministra de Educación, María Julia Muñoz.
Él nunca ha sufrido penurias, admite Lacalle Pou en dicho libro, pero su familia “siempre estuvo cerca de los que pasaban hambre o de los que no tenían un techo”. “Sentirlo en carne propia es distinto, pero creer que solo quien lo pasó puede entenderlo y actuar sobre ello es como decir que un oncólogo tiene que padecer cáncer para curar a un enfermo”, esgrime.
El ahora flamante presidente de Uruguay carga con otra etiqueta. Ha hecho bandera de la austeridad en las finanzas públicas. Pretende imponer una “regla fiscal” que impida al Gobierno, sea cual sea, “gastar más de lo que tiene y de lo que debe”. En su opinión, el Estado uruguayo es “costoso e ineficiente”.
En su haber cuenta con la popularidad y solvencia política de su familia y, al mismo tiempo, con el hecho de ser el candidato presidencial más joven de la historia del país, un soplo de aire fresco justo cuando los uruguayos parecen buscar alternativas al Frente Amplio.
Ahora, trae bajo el brazo un “plan urgente de austeridad” y medidas de seguridad para contrarrestar el alto coste de la vida y la creciente criminalidad, dos de las cuestiones que más preocupan a los votantes.
Además, se ha declarado dispuesto a formar un Gobierno de coalición que incluiría a miembros de los principales partidos: el Nacional (centro-derecha), el Colorado (centro), Cabildo Abierto (ultraderecha) y hasta del Frente Amplio (izquierda).