La situación en Bolivia es dramática y también desesperada en un momento en que no se ha establecido con exactitud si la salida del ex presidente Evo Morales fue consecuencia de un “golpe de Estado” o se trató de una destitución-renuncia por su comportamiento fraudulento en las últimas elecciones presidenciales de octubre.
Sea el primero o el segundo la causa de su asilo político en México, el problema sigue latente ya que las fuerzas populares de su partrido MAS en Bolivia impiden el restablecimiento de la paz para ponerle fin a un complicado capítulo de la historia de Bolivia, en que Evo quería seguir gobernando por un cuarto período, pasando a llevar los principios democráticos e intentar pisotear el sistema político de extremo a extremo ignorando la decisión de los electores.
Hace ya un mes que Bolivia se ve afectada por un movimiento político-social que ya ha cobrado 27 vidas humanas, 13 de ellas desde que Morales dejó el país rumbo a México el 10 de noviembre último.
El Gobierno provisional e interino de la derechista Jeanine Áñez divulgó este miércoles una grabación de audio encontrada en poder de fuerzas que siguen apoyando a Morales, en la cual se incita a impedir la entrada “de alimentos a las ciudades, lo vamos a bloquear», dice una voz en una comunicación con un dirigente cocalero, voz que el Gobierno interino le atribuye al mismo expresidente boliviano. Se puede escuchar una voz masculina que instruye a un dirigente cocalero a sitiar las ciudades y cortar el suministro de alimentos, dijo a la prensa el ministro del Interior Arturo Murillo.
«Que no entre comida a las ciudades, vamos a bloquear, cerco de verdad», dice la voz en una comunicación con el dirigente cocalero, Faustino Yucra Yarmi, quien «tiene sentencia ejecutoriada por narcotráfico», como dijo el ministro .
Al parcer habría sido el mismo Morales, antes de volar a México, quien habría dado esa órden, lo que ha sido calificado como un crimen de lesa humanidad. En las próximas horas presentaremos la demanda internacional sobre esto», afirmó Murillo en conferencia de prensa, en la que también mostró el texto de la transcripción de la supuesta conversación telefónica del exgobernante con Yucra.
El titular de Gobierno denunció que el exmandatario, asilado en México tras dimitir el 10 de noviembre, «está haciendo terrorismo». «No es posible que Evo siga enfrentando a bolivianos con bolivianos, ordene que no entre comida, es un crimen de lesa humanidad», insistió Murillo. En el audio se escucha decir además que “cuando me expulsaron del Congreso en 2002, me bloquearon y ahora me expulsan de Bolivia, y hay bloqueo. Vamos a ganar».
Nuevas elecciones
El supuesto audio de Morales fue entregado a la prensa en momentos en que la presidenta interina Jeanine Áñez, se apresta a definir si llamará a elecciones generales a través de un decreto supremo en vez de por la vía constitucional, el Congreso, donde el partido de Morales tiene amplia mayoría.
El oficialismo no quiere que los parlamentarios traten la renuncia de Morales, pues afirman que es un aspecto superado, mientras que los congresistas leales a él pretenden rechazar su dimisión con el argumento de que fue presionado por los militares.
En el audio difundido por el ministro Murillo, la supuesta voz de Morales le dice a Yucra que si el Congreso rechaza su renuncia, va a «intentar entrar» al país, aún a riesgo de ser detenido”.
Drama a 4.000 metros de altura
En la ciudad aimará de El Alto, a más de cuatro mil metros de altura en la cordillera andina, hay consternación. En la avenida Arce, junto a las sedes bancarias y a la embajada de EE.UU., lo que molesta es el fuerte olor a basura podrida acumulada en todos los rincones.
Aparte de este problema no hay gasolina para los camiones de basura y el ayuntamiento ha instado a los tres millones de habitantes de la capital a no sacar más la basura a la calle, como escribió en el diario La Vanguardia de Barcelona el corresponsal Andy Robinson.
Molesta también la falta de alimentos. “Mañana no abriremos, la carne se acabó”, dijo un camarero del restaurante argentino Aranjuez. En los barrios más populares de la ciudad crecen las a veces interminables colas: “¡Queremos pollo, queremos pollo!”, gritaban unos clientes en el mercado de El tejar. Si hace cinco días la ciudad se expresaba a través del tricolor nacional (conservador, anti Morales) y la wiphala indígena (pro Morales), la bandera que se ve ahora por las calles es blanca y la pancartas piden un acuerdo entre el gobierno interino de Jeanine Áñez y el Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, agregó el corresponsal.
A su vez se han registrado decenas de bloqueos de las carreteras de acceso a la capital. No llegan los productos de las huertas de Cochabamba ni la carne y el pollo de Santa Cruz al este. En El Alto se mantiene el bloqueo del depósito de combustible del sector de Senkata, que poco a poco va desabasteciendo a la capital de gasolina.
Cada día, los poco experimentados ministros anuncian un inminente acuerdo. Pero es mejor hablar con los líderes indígenas para saber qué pasa en El Alto: “No hay acuerdo; Senkata sigue bloqueado; hay mucho enojo aquí porque han insultado a la gente”, dijo José Quispe, líder aimara.
El uso de la fuerza policial o militar es muy arriesgado para el actual débil gobierno. La historia de Bolivia ya registra mascares como la de octubre de 2003 cuando el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada intentó desbloquear por la fuerza El Alto, con un saldo de 60 muertos, allanando el camino a la insurrección aimara y la llegada al poder de Evo Morales, el primer presidente indígena en la historia de América Latina.
A pesar de todo, los vecinos de El Alto intentan volver a la normalidad, pero grupos organizados continúan amedrentando a la gente que permanece en estado de alerta, con varias calles bloqueadas y en vigilia. Este martes se informó de otras tres personas fallecidas y una treintena de heridos luego del desbloqueo de la planta de Senkata, donde hay destrozos de consideración y gente cercando la carretera que conecta La Paz con el interior.
Mientras el fiscal departamental de La Paz, Williams Alave, confirmó este miércoles las nuevas víctimas, la defensora del pueblo, Nadia Cruz, dijo que las muertes fueron “producto de impacto de arma de fuego”. Pidió al Ministerio Público esclarecer estos decesos y exigió la desmovilización de las Fuerzas Armadas para “evitar que se produzcan más muertes”.
El ministro de Defensa, Fernando López, entretanto, aseguró que “del Ejército no salió un solo proyectil”, descartando que las muertes hayan sido producto del uso de arma militar de los uniformados que custodiaban el convoy que salió de la planta para distribuir combustibles a El Alto y a La Paz.
Caravana con combustibles
Alrededor de las 10:00 de este martes, el cerco que permanece desde la anterior semana ante las puertas de la Planta de Senkata, le abrió paso a un convoy de camiones cisternas y otros, cargados de gas licuado de petróleo (GLP) para distribuir a las ciudades de El Alto y La Paz.
El paso fue acompañado por un fuerte contingente de policías y militares. La mayoría de los vehículos bajaron hasta la ciudad de La Paz para iniciar la distribución de manera organizada, señaló la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Bolivia.
La entidad estableció que la comercialización por cada vehículo se hará en un máximo de Bs 100 en gasolina y Bs 300 en diésel oil, una vez por semana. En el caso de GLP, solo se venderá de a un balón por familia.
Ataque a la planta
Un grupo de desconocidos derribó con cartuchos de dinamita varios metros de un muro perimetral de protección de la Planta de Senkata y quemó vehículos, quedando varias personas heridas, se informó en El Alto.
“Se trata de hordas que decidieron voltear paredes, quemar vehículos y robar balones de gas. Lo que estamos viendo es un mero vandalismo, bajo una orden de perjudicar a Bolivia. Son personas pagadas y alcoholizadas”, agregó el ministro de Defensa Fernando López.
El abogado Omar Durán informó que el Ministerio Público dio curso a la denuncia que interpuso en contra del expresidente Evo Morales y exministros de Estado por los presuntos delitos de alzamiento armado, sedición, instigación a delinquir y terrorismo.
Según Durán, Evo Morales -a través de redes sociales y en entrevistas con medios de comunicación internacionales en México- habría instigado a la sedición, terrorismo, al odio y otros delitos que derivaron en enfrentamientos entre bolivianos.
Por su lado, el ahora viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, anunció la presentación al Ministerio Público de una denuncia en contra de los alcaldes de Mecapaca, Palca, Achocalla y Viacha, además del diputado Franklin Flores y a la excandidata Sabina Condori, de la circunscripción de Senkata.
“Serían ellos quienes obligan y financian una medida irresponsable contra El Alto y el país. Los delitos son alzamiento armado, instigación pública a delinquir, asociación delictuosa y financiamiento al terrorismo.
Bolivia presa del terrorismo
El Diario de La Paz publicó esta semana que Bolivia se convirtió en los últimos días en epicentro de actos terroristas protagonizados por grupos radicales que destruyen bienes del Estado y la propiedad privada con incendios, uso desmedido de dinamitas y armas de fuego. Durante la jornada de este martes grupos afines al Movimiento al Socialismo (MAS), luego del traslado de combustibles de la Planta de Senkata, pretendieron tomar las instalaciones y trataron de dinamitarla, acción que pudo haber ocasionado una tragedia sin precedentes.
Las Fuerzas Armadas (FFAA), mediante un comunicado, aclararon que la operación realizada en la planta de Senkata, en la ciudad de El Alto, para trasladar combustible y Gas Licuado de Petróleo a la ciudad de La Paz fue “pacífica” y se efectuó luego de agotar el diálogo.
“Ante la información de Inteligencia que alertó sobre la toma y destrucción de las instalaciones de la planta de Senkata en la ciudad de El Alto, se ejecutó una operación militar policial de intervención en apego al Art. 6 inciso d) de la Ley Orgánica de las FFAA, concordante con el art. 2 del manual del uso de la fuerza en conflictos internos, para preservar un servicio público esencial estratégico”, señala el comunicado.
La acción militar se produjo después del transporte de combustible y gas de dicha planta a la ciudad de La Paz.
Agitadores y vándalos enardecidos destruyeron parte de las instalaciones, entre esos, el muro perimetral y portones de ingreso utilizando explosivos de alto poder, ocasionando daños que puedan generar un peligro mayor para la población en caso de una explosión en cadena.
Según denuncias de vecinos, grupos radicales alineados al MAS alientan a la guerra civil con el afán de que Evo Morales vuelva al país. Estos grupos irregulares que operan en las principales ciudades de Bolivia, se reúnen por las noches en zonas periféricas de La Paz, para consumir alcohol, drogas y aterrorizar a las familias amenazadas con saqueos.
Entretanto, desde México, el expresidente del Estado, Evo Morales, señaló en una entrevista con la agencia alemana dpa que necesitaba asegurarse que el Gobierno de Jeanine Añez «otorgue las garantías suficientes para poder llamar a sus seguidores a desmovilizarse”.