El exmandatario brasileño  Luiz Inácio Lula da Silva  fue recibido y ovacionado por una multitud en Recife, su bastión político, a sólo nueve días de salir de la prisión, donde criticó con fuerza este domingo al gobierno del presidente brasileño ultraderechista Jair Bolsonaro, a quien acusó de «destruir el país» y «fomentar el odio».

Lula fue ovacionado por miles de seguidores que se congregaron en la plaza de Nuestra Señora del Carmo, en pleno centro de la capital de Pernambuco para participar en el Festival Lula Libre.

Lula estuvo en la cárcel desde el 7 de abril de 2018 hasta el 8 de noviembre último cuando fue dejado en libertad por la justicia tras detectarse errores en el proceso  tras ser acusado de recibir a manera de soborno un apartamento de playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.

En el mitin de este domingo en el que participaron unas 200.000 personas, según los organizadores, el expresidente volvió a culpar al exjuez Sergio Moro, actual ministro de Justicia, de orquestar junto con Bolsonaro «la cuadrilla» que lo puso en la cárcel.

«Yo podía haber ido a una embajada o a otro país pero preferí ir a la cárcel porque quería desenmascarar a Moro, a Bolsonaro y a la Lava Jato (escándalo por corrupción de OAS)», aseguró Lula durante su discurso. «Ellos están destruyendo el país, están destruyendo la esperanza, están fomentando la milicia en este país y alimentando el odio», agregó.

El expresidente dijo haber soportado tanto tiempo encerrado tras las rejas al tomar como referencia a los millones de brasileños que vivían en peores condiciones que él y aseguró que la lucha por conseguir mejores condiciones de vida en su país continuará.

Lula, de 74 años, salió de la cárcel tras una decisión de la Corte Suprema de Justicia que determinó que la prisión de una persona condenada antes de que se agotaran todos los recursos era inconstitucional. El exmandatario afirma que fue víctima de una conspiración político-judicial para sacarlo de las elecciones del año pasado para beneficiar a Bolsonaro, y reclama la anulación de los juicios en su contra.