El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, han firmado este martes un preacuerdo para conformar un Gobierno de coalición.

La coalición, que ambas formaciones ya intentaron infructuosamente lograr hace unos meses, necesitará de todas maneras del apoyo de otros partidos para lograr la aprobación de la cámara baja (requieren de 176 votos) renovada en las legislativas del domingo pasado. Si Sánchez logra ser investido, pondrá fin a meses de bloqueo político en la cuarta economía de la zona euro.

«Hemos alcanzado un preacuerdo para conformar un Gobierno de coalición progresista en España, (…) que combine la experiencia del Partido Socialista con la valentía de Podemos», dijo Iglesias, tras la sorpresiva firma del documento en el Parlamento español.

El nuevo Gobierno, si cuenta con el aval del Congreso, tendrá como prioridades afrontar la crisis territorial y la justicia social, ha dicho Iglesias, como «la mejor vacuna contra la extrema derecha». Tras agradecer a Sánchez su «generosidad y disposición», el líder de Unidas Podemos ha destacado que «es tiempo de dejar atrás cualquier reproche» para «trabajar codo con codo en esta tarea histórica».

Por su parte, Sánchez ha dicho que a partir de ahora el PSOE abrirá una ronda con el resto de los grupos para conseguir mayoría parlamentaria. Además, ha insistido en que este Gobierno será «rotundamente progresista», porque estará integrado por el PSOE y Unidas Podemos «y va a trabajar por el futuro de España».

El preacuerdo

El preacuerdo cuenta con 10 líneas de actuación que incluye la lucha contra el cambio climático y transición energética; la lucha contra la violencia machista, el fomento de la igualdad retributiva real y combate de la trata y la explotación sexual; una ampliación de los derechos sociales, desde la muerte digna hasta la diversidad de identidades y el derecho a la memoria y la dignidad; el combate de la precariedad y el desempleo; políticas económicas y sociales que combinen la protección de los servicios públicos y sistema de pensiones, así como el blindaje del derecho a la vivienda y el control de la expansión de las casas de apuestas.

En lo que respecta a Cataluña, el preacuerdo habla de garantizar la convivencia en Cataluña y normalizar la vida política con fórmulas de diálogo para el entendimiento, a la vez que se apuesta por fortalecer el Estado de las autonomías.

Pedro Sánchez y los resultados electorales

Pedro Sánchez, a pesar de que el bloque de izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) se sitúa por encima de la suma de los partidos de centro derecha más Vox (158 escaños frente a los 151 de los de Casado, Rivera, Abascal y Navarra Suma).

Sin embargo el casi insignificante resultado de Más País, encabezado por  Íñigo Errejón, el  ex fundador de Podemos no ha logrado convertirse, como pretendía, en un referente de la izquierda a nivel nacional. En la primera vez que se enfrentaba en las urnas a Pablo Iglesias, su candidatura ha resultado un fracaso y no ha sido capaz de movilizar a los abstencionistas y a los desencantados con la formación morada y con el Psoe. Su meta era lograr 15 diputados, pero apenas le alcanzó para tres. Más País fue perdiendo fuelle desde que anunció su candidatura a finales de septiembre y llegó a la cita de este domingo con el objetivo de formar grupo propio (para lo que se necesitan al menos cinco escaños) en el Congreso muy alejado de la realidad.

El PSOE ganó las elecciones generales en España,  pero la estrechez de los resultados, que persisten,  puede llegar a afectar la  gobernabilidad y aún con más fuerza respecto a la elección del 28 de agosto.  El proceso de escrutinio arroja un panorama político nuevamente abocado a los pactos. El PSOE prácticamente igualaría el resultado conseguido en abril (de 123 pasa a 120 diputados), el PP reforzaría su posición como principal partido de la oposición (de 66 pasa a 87), y Vox (extrema derecha)  se elevaría hasta ser la tercera fuerza (de 24 escaños pasa a 52). La mejora del partido de extrema derecha es equiparable al duro batacazo de Ciudadanos (de 57 pasa a 10), mientras que Unidas Podemos pagaría los «platos rotos» de la repetición electoral al pasar de 42 a 35 escaños, como escribió este domingo La Vanguardia de Barcelona.