A la renuncia a la presidencia de Evo Morales, que ha dejado a una Bolivia sumida en un gran vacío de poder después que todas las autoridades de la cadena sucesoria han presentado también la renuncia a sus cargos. Además este lunes lo hizo el comandante de la Policía Yuri Calderón (ver foto de portada), al verse impedido de recuperar la calma ciudadana en la capital y otras ciudades del país.
Ante la presión de los efectivos de base y del Estado Mayor, el comandante Calderón, se vio obligado también a renunciar. Se alista la designación de un jefe interino en tanto la máxima instancia policial ha pedido a la tropa que salga a las calles a retomar el control ante la crecida de violencia y actos vandálicos.
Un oficial de Bomberos confirmó la dimisión de Calderón en una rueda de prensa en el Comando General acompañado por miembros del Estado Mayor. “Nos estamos haciendo cargo”, dijo.
En su declaración a la prensa dijo que “un `primer paso se ha dado, la salida del dictador, pero ahora viene la segunda etapa que es la más complicada. Ya lo decía esta mañana un camarada: ‘Se ha sacado a la cabeza de la víbora, pero el cuerpo se sigue moviendo y hoy por hoy la violencia que queda en algunos resentidos por esta democracia”
“Camaradas, volvamos a las calles, hagamos sentir nuestra presencia como siempre”, demandó.
Actos vandálicos han marcado las horas precedentes en El Alto y en la zona Sur de La Paz y las llamadas de auxilio, sobre todo de la zona Sur de La Paz y El Alto no ha cesado debido a turbas que atacan varias instalaciones.
Desde la UTOP, un efectivo sublevado se comunicó con radio Panamericama para anunciar la salida de Calderón y los aprestos para reactivar los servicios.
“Nosotros al igual que ustedes estamos muy preocupados por lo que está pasando, por eso vamos a salir a las calles a reprimir estos actos vandálicos. Ha renunciado el comandante y eso es lo que la tropa pedía, nos estamos organizando en este momento para poder salir», afirmó.
Ruddy Uría, director de la Unidad de Comunicación de la Policía Boliviana, confirmó que el Estado Mayor le pidió la renuncia a Calderón y ahora aguardan la designación de un nuevo jefe interino.
Uría manifestó que la dimisión afecta a todos los colaboradores del alto mando de la institución conformado por unos seis generales. «El Estado Mayor va a elegir al encargado de tomar las riendas transitoriamente para que de esta manera tengamos un comandante general que sea legítimo», complementó.
La noche del domingo, la prensa le consultó a Calderón si iba a dimitir ante la intempestiva salida del presidente Morales, cuyo gobierno lo designó y replicó que en este complejo momento lo “dejen trabajar” y citó como ejemplo la aprehensión de los vocales electorales en el caso de fraude en las elecciones.
Pero los desmanes se incrementaron y el terror se apoderó de varias zonas de la sede de Gobierno donde los vecinos instalaron barricadas y tomaron el control de la seguridad ciudadana. Hubo saqueos, quema del garaje de los buses PumaKatari, incendios de viviendas de uno de los líderes de la protesta Waldo Alabarracín y otros destrozos en viviendas particulares.
Ruddy Uría, director de la Unidad de Comunicación de la Policía Boliviana, confirmó que el Estado Mayor le pidió la renuncia a Calderón y ahora aguardan la designación de un nuevo jefe interino, según indicó el medio boliviano El Deber.
Uría manifestó que la dimisión se debe a «motivos personales», pero que también afecta a todos los colaboradores del alto mando de la institución conformado por unos seis generales. «El Estado Mayor va a elegir al encargado de tomar las riendas transitoriamente para que de esta manera tengamos un comandante general que sea legítimo», complementó.
Críticas a Calderón
Calderón fue cuestionado por un sector de la población por permitir que los mineros manifestantes que defendían a Evo Morales, utilizaran dinamitas y explosivos durante sus protestas.
Unidades de la Policía se replegaron desde el viernes pasado para luego consolidar un motín en el que exponían algunas demandas del sector, como la restitución de algunas funciones y de su institucionalidad. A partir de ello, varios de los efectivos policiales en las nueve regiones de Bolivia participaron incluso de las movilizaciones contrarias a Morales, quien anunció su renuncia este domingo.
Tras el alejamiento del mandatario del poder, algunos grupos que defienden al presidente renunciante protagonizaron destrozos en algunos barrios de La Paz y El Alto con daños a la propiedad pública y privada, ante la acusaciones de una lenta acción policial de parte de los afectados. Ante esto, Uría precisó que la Policía va a «retomar las calles con la fuerza que así merezca» y aplicar detenciones a los cabecillas de los destrozos, que también han afectado a propiedades de algunas exautoridades nacionales y regionales del partido de Morales.
Ministro de Gobierno de Morales está «a resguardo» en la embajada argentina
Por otra parte, el ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero (abajo derceha), se encuentra «a resguardo» en la embajada argentina en La Paz, en medio de la tensión que se vive en las calles del país andino y tras la renuncia el domingo del presidente.
Romero, a cargo de la cartera desde 2015, está «a resguardo» y no en figura de «asilo», especificaron las fuentes.
Antes de conocerse esta situación, el canciller argentino, Jorge Faurie, negó que el Ejecutivo de Mauricio Macri, quien dejará el poder el próximo 10 de diciembre tras perder las elecciones frente al peronista Alberto Fernández, haya recibido un «pedido de asilo» de Morales, ya sea en la Embajada argentina en La Paz o viajando al país.
Sin embargo, sí especificó que la «misión diplomática y red consular» de Argentina en Bolivia forma parte de una tradición que tiene el Estado de que cuando «alguien solicita resguardarse porque teme por su vida» sea recibido y se determine después la condición en la que permanece.
«Cuando peligra integridad física hay una tradición latinoamericana de brindar resguardo y Argentina adhiere a esta tradición», especificaron desde la Cancillería.