PSOE ganó las elecciones generales en España,  pero la estrechez de los resultados, que persiste,  puede llegar a afectar la  gobernabilidad y aún con más fuerza respecto a la elección del 28 de agosto.  El proceso de escrutinio con 99,68 por ciento de los votos ecrutados, arroja un panorama político nuevamente abocado a los pactos. El PSOE prácticamente igualaría el resultado conseguido en abril (de 123 pasa a 120 diputados 28%), el PP conservador reforzaría su posición como principal partido de la oposición (de 66 pasa a 87 -20,8%), y Vox (extrema derecha)  se elevaría hasta la ser tercera fuerza (de 24 escaños pasa a 52). La mejora del partido de extrema derecha es equiparable al duro batacazo de Ciudadanos (de 57 pasa a 10), mientras que Unidas Podemos (UP de izquierda- 12,8%) pagaría los «platos rotos» de la repetición electoral al pasar de 42 a 35 escaños, como escribió este domingo La Vanguardia de Barcelona.

La participación fue del 69,90 por ciento, casi dos puntos menos que el registrado en los comicios del 28 de abril, que fue del 71,76 por ciento.

La victoria electoral del PSOE sería por tanto insuficiente para gobernar en solitario, pero además se le complicarían aún más las cosas para hacerlo junto a los de Pablo Iglesias. Los descensos de Unidas Podemos y de Ciudadanos y los ascensos significativos de PP y Vox complican las perspectivas de Pedro Sánchez, a pesar de que el bloque de izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) se sitúa por encima de la suma de los partidos de centro derecha más Vox (158 escaños frente a los 151 de los de Casado, Rivera, Abascal y Navarra Suma).

Las posibilidades de investidura de Pedro Sánchez pasan por dos opciones negadas hasta la saciedad hasta la fecha. La primera, por contar con los partidos independentistas, y la segunda, por que el PP preste sus votos para un sí que permita gobernar al socialista y luego tratar el día a día con acuerdos puntuales, incluidos los presupuestos, hasta que el cuerpo lo aguante.

La vía de los independentistas se antoja más que difícil como consecuencia de los últimos acontecimientos en Catalunya tras la sentencia del juicio del ‘procés’, pero si Sánchez logra el apoyo de UP, Más País y PNV, le bastaría con sumar a ERC a la ecuación para superar los 176 escaños (llegaría a 178) en que se sitúa la mayoría absoluta.

Si Sánchez logra el apoyo de UP, Más País y PNV, le bastaría con sumar a ERC a la ecuación para superar los 176 escaños (llegaría a 178)

Por tanto la repetición electoral parece haberle venido mejor a los partidos de derechas. La mejora del PP de Pablo Casadoes importante, puesto que subiría 21 diputados de una tacada. Pero lo de Vox es toda una revelación al cosechar 28 escaños más en el Congreso en apenas seis meses. Pero aun así, PP, Cs y Vox suman este 10-N 149 diputados, sólo dos más que los 147 que aglutinaron el 28-A.

Los buenos resultados de la formación de extrema derecha se fundamentan en haber llegado a ganarle la partida al PP en feudos tradicionales como Murcia, pero también gracias a sus buenos números en Madrid y Andalucía, donde Vox se ha consolidado hasta situarse como tercera fuerza más votada, a poca distancia del PP. La formación de Abascal ha obtenido entre los andaluces más de 856.000 votos, 7.000 menos que la de Pablo Casado.

PP y Vox sacan tajada del duro correctivo que sufre en las urnas el partido de Albert Rivera. Ciudadanos se deja 47 diputados y queda al nivel de la representación que actualmente tienen los partidos independentistas catalanes. Con este resultado, la formación naranja se quedaría con una representación residual comparada con la que tenía hasta ahora y dejaría de ser uno de los cuatro grandes partidos nacionales.

El partido de Rivera explica su hundimiento en buena parte por los malos resultados obtenidos en Andalucía, pero también en Catalunya. En tierras andaluzas han pasado a ser el último partido con representación parlamentaria, perdiendo 8 representantes y cerca de 500.000 votos. Ciudadanos sólo ha logrado tres escaños en la Cámara Baja por las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla, frente los 11 escaños que obtuvo el 28-A. En Catalunya han perdido más de 260.000 sufragios respecto a hace seis meses.

Pese a los malos resultados, Albert Rivera ha comparecido públicamente hacia las 22:30 horas (Hora de España) para reconocer la debacle y anunciar la convocatoria de un congreso extraordinario con el objetivo de tomar las decisiones que correspondan. De momento, el líder naranja se resiste a presentar su dimisión.