Venezuela logró este jueves un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU al imponerse a Costa Rica en las elecciones celebradas en la Asamblea General de Naciones Unidas. El país centroamericano, que había concurrido a los comicios a última hora, y a sugerencia de Human Rghts Watch, cuyo director para América Latina es el chileno José Miguel Vivanco, con el objetivo explícito de impedir que Venezuela se hiciese de un escaño, obtuvo el apoyo de 96 Estados miembros, frente a los 105 que respaldaron al Gobierno venezolano.

José Miguel Vivanco
Brasil, con 153 votos, se llevó la otra plaza disponible para los países de Latinoamérica y el Caribe. Así, Brasil -que optaba a la reelección- continuará siendo miembro del órgano con sede en Ginebra, mientras que Venezuela sustituirá el próximo 1 de enero a Cuba, que termina su mandato.
HRW también fustigó la candidatura de Brasil, “cuyo presidente, Jair Bolsonaro, emplea un discurso hostil respecto a las normas de derechos humanos”, según un comunicado. “Su gobierno ha dado vía libre, en la práctica, a redes delictivas que destruyen la Amazonía e intimidan y atacan a defensores de la selva. En Brasil hay problemas crónicos de derechos humanos, como la violencia policial y condiciones inhumanas en las prisiones,” agregó HRW.
Fuerte campaña en contra de Venezuela
La candidatura venezolana logró su objetivo a pesar de una fuerte campaña en contra por parte de Estados Unidos, de varios países latinoamericanos y de organizaciones internacionales de derechos humanos, que habían pedido votar contra el Gobierno de Nicolás Maduro. «Venezuela no pinta nada en el Consejo de Derechos Humanos», afirmó esta semana en una conferencia de prensa el director para Naciones Unidas de Human Rights Watch (HRW), Louis Charbonneau. Para HRW y otras ONG, Venezuela no cumplía con los requisitos para ser miembro del Consejo de DD.HH. dado el historial del Gobierno de Maduro en este ámbito.
En las últimas horas, Brasil, Chile o EE.UU., entre otros, habían llamado públicamente a frenar la candidatura venezolana, que sin embargo terminó logrando los apoyos necesarios en la Asamblea General de la ONU. Para Chile esta elección es un nuevo fracaso para la política contra Venezuela que inspira al Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
En total, este jueves se cubrieron 14 vacantes en el Consejo de DD.HH. en unas elecciones a las que un buen número de aspirantes llegaban sin oposición dentro de sus grupos regionales. Además de Venezuela y Brasil, fueron elegidos Libia, Mauritania, Sudán, Namibia, Indonesia, Japón, Islas Marshall, Corea del Sur, Armenia, Polonia, Alemania y Países Bajos.
El Consejo de Derechos Humanos se creó en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, suprimida tras 60 años de trabajos por la crisis de legitimidad en la que había caído por decisiones vistas como parciales, politizadas y desequilibradas. El órgano está formado por 47 países que cumplen mandatos de tres años y cuyos asientos se reparten en grupos regionales. En el caso de Latinoamérica y el Caribe, junto a Brasil y Venezuela, durante el año próximo continuarán teniendo escaño Argentina, Bahamas, Chile, México, Perú y Uruguay. Este Consejo es definido como un organismo intergubernamental dentro del sistema de las Naciones Unidas, responsable de la promoción y protección de todos los derechos humanos en todo el mundo.
Tiene la capacidad de debatir todas las diversas cuestiones temáticas relativas a los derechos humanos y situaciones que requieren su atención durante todo el año. Se reúne en la oficina de la ONU en Ginebra
Este organismo cuenta también con servicios y secciones específicos, que informan directamente al Alto Comisionado Adjunto, manejan la gestión central, la planificación, la coordinación y realizan actividades de difusión.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos es el principal organismo de derechos humanos de las Naciones Unidas. El Alto Comisionado dirige la Oficina del ACNUDH y coordina la labor de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos. La Alta Comisionado es actualmente Michelle Bachelet, ex Presidente de Chile.
Protesta de Human Rights Watch
Human Rights Watch (HRW) instó infructuosamente a la Asamblea General de Naciones Unidas a que rechazara la candidatura de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU para no premiar la “profunda crisis de derechos humanos” que ha provocado el Gobierno de Nicolás Maduro.
“Los países miembros de las Naciones Unidas deberían transmitir un mensaje claro al gobierno de Nicolás Maduro de que no premiarán las políticas crueles y abusivas que han destruido las vidas de millones de personas otorgándole un asiento en el máximo órgano de derechos humanos de la ONU”, afirmó el director de la División de las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, en un comunicado antes de la elección en la Asamblea General.
“La elección de Venezuela representa una afrenta a un órgano cuyos miembros se supone deben observar los más altos estándares en materia de derechos humanos”, agregó Vivanco
Fue justamente idea de la HRW de sugerir apoyar a Costa Rica, que también optó, junto a Brasil, a ocupar uno de los dos puestos reservados para la región de América Latina y el Caribe.
La elección de los próximos integrantes del Consejo de Derechos Humanos se realizará el venidero 16 de octubre. 14 de los 47 miembros serán seleccionados para un periodo de tres años que comenzará en enero de 2020.
En un principio, solo Venezuela y Brasil habían presentado candidatura para ganar los dos asientos de la región, lo que virtualmente aseguraba la victoria del primero.
HRW también apuntó que el gobierno de Nicolás Maduro no ha adoptado medidas para aliviar la “devastadora emergencia humanitaria” que ha llevado al «mayor éxodo de la historia de América Latina» y que el poder judicial no actúa de manera independiente, lo que mantiene impunes a los responsables de las violaciones.
La organización recordó que el gobierno en disputa de Maduro rechazó la resolución propuesta por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Guyana, Honduras, Paraguay y Perú, y firmada el 27 de septiembre, para crear un mecanismo independiente que investigue las violaciones de derechos humanos en Venezuela desde 2014.
Esta actitud de Venezuela “no hace más que confirmar que no es apta para ocupar un asiento en el consejo”, sostuvo Human Rights Watch, pues los países miembros tienen la obligación de cooperar con el órgano de derechos humanos de la ONU.
La oficina de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, presentó en julio, un informe que describe abusos ya reportado por otras organizaciones internacionales, entre ellos, detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales y violaciones de los derechos a la alimentación y la salud.