Foto de Portada: Zelensky catalogó la llamada como «normal» pero, según la denuncia del informante, la Casa Blanca protegió su contenido como información clasificada».
El Gobierno ruso dijo este viernes que esperaba que Washington no revelara detalles confidenciales de las conversaciones telefónicas sostenidas entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump. “Nos gustaría esperar que las cosas no lleguen a esta situación en nuestras relaciones bilaterales, que ya tienen suficientes problemas”, señaló el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El funcionario se refirió al tema relacionándolo con la transcripción de la conversación telefónica del pasado 25 de julio entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, que ha desencadenado una tormenta política en Estados Unidos.
Peskov afirmó que no es una práctica diplomática normal dar a conocer detalles confidenciales de tales llamadas, así como que esperaba que las deterioradas relaciones con Washington no conduzcan a una situación similar con respecto a Rusia.

La transcripción que está faltando en Washington
Todo parece indicar que Rusia quisiera que se conocieran también algunos aspectos de las comunicaciones telefónicas entre Trump y Putin, lo que se podría interpretar como “una ayuda inocente” para ayudar a acelerar la “caída” del presidente estadounidense que ha revolucionado a todo el mundo con sus controvertidas políticas. En este caso los consejeros rusos podrían pensar que los congresistas demócratas en Washington podrían estar también muy interesados en conocer mayores detalles de estos contactos con el mandatario ruso como ha ocurrido esta semana entre Trump y el presidente ucraniano Zelenskiy, Así al menos piensan algunos analistas europeos.
“Nos gustaría esperar que las cosas no llegaran a esta situación en nuestras relaciones bilaterales, que ya tienen suficientes problemas”.
“Esta es una práctica bastante inusual”, añadió Peskov. “Como regla general, los materiales de las conversaciones de un jefe de estado se consideran secretos”.
Declinó hacer comentarios sobre la controversia en torno a la conversación Trump-Zelenskiy, que ha desencadenado un nuevo impulso en el Congreso de los Estados Unidos para iniciar los trámites de destitución contra Trump, quien ha sido acusado de violar la ley y traicionar su juramento de fidelidad a la Constitución al haber utilizado sus poderes para presionar al presidente de Ucrania para que investigara al hijo de Joe Biden, el candidato demócrata con más opciones de convertirse en su rival en las elecciones de 2020.