Hace cuatro años, el Profesor Thomas Piketty, director de programas en la Facultad de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Escuela de Economía, Universidad de París, causó considerable revuelo con la publicación de El Capital en el Siglo XXI, un libro importante, el primer intento por formular una teoría general económica. Esta semana se ha conocido un nuevo «golpe» de este autor cuando la casa editora Seuil en París lanzó la primera edición de Capital et Ideologie, de la cual se espera aún este año una traducción al español y al inglés en febrero del 2020.
Con la erudición característica de sus trabajos, al margen de las opiniones, lectores de buena voluntad aprenden mucho de sus libros; y en el recién lanzado libro el Profesor Piketty amplia el espectro de su análisis; si su anterior obra estuvo centrada en Occidente, la recién publicada presenta un estudio propiamente global como lo indica el autor: «He viajado por Asia, África, América del Sur; los colegas, investigadores, periodistas, los estudiantes, me han ayudado mucho en conseguir nuevos enfoques, particularmente en India y Brasil (Le Monde/L’Observateur, París 12/9).»
En lo fundamental, el libro en cuestión es una historia universal de la desigualdad, y de las doctrinas que en el curso de variadas épocas la han justificado; asimismo, el autor enfatiza la disfuncionalidad del actual modelo de desarrollo capitalista global con predominio del sector bancario/financiero, pues al producirse un verdadero apogeo de la concentración de la riqueza el resultado es el aumento desmesurado de las desigualdades, así el capital perdería todo sentido social.
En esta línea de pensamiento, los multibillonarios doquiera se los encuentre y en cualesquiera divisa se contabilice su fortuna, tienden a generar extremas desigualdades con sentido de permanencia en el largo plazo, mientras el sistema productivo vigente continúe sin modificaciones sustanciales; la prensa especializada, léase Bloomberg, Wall Street Journal, Financial Times, sus clones en Shanghái, Singapur y Tokio, ha reaccionado vehemente acusando al Profesor Piketty de propiciar proyectos perturbadores del actual orden económico- financiero de la Globalización.
Sin embargo, las propuestas del autor parecen dirigirse, mas bien, a impulsar discusión sobre reformas, mas aún transformaciones, en los regímenes políticos vigentes en Estados Unidos, Europa, y Oriente; en el planteamiento del Profesor Pïketty, tales cambios son posibles sin detrimento de la creatividad en la generación de riqueza propia del capitalismo. Este libro debería dar la partida a necesarios debates intelectuales, no solo académicos, en el futuro inmediato.