La aprobación del proyecto de rebaja de jornada es una clara derrota que inflige la política a las políticas públicas. ¿La razón? Muy sencilla, desde un punto de vista procedimental, no se cumplieron con los mínimos (evidencia, diseño, evaluación, efectos, etc.) requeridos escribió este lunes el sociólogo Eugenio Guzmán (foto izquierda) en La Tercera.

¿Es la primera vez? Difícil precisarlo, no obstante, en otras oportunidades existían importantes consensos técnicos que permitían un avance rápido, sin embargo, en esta ocasión el desacuerdo técnico fue transversal, y los políticos fueron sordos a todo planteamiento técnico. En buenas cuentas, lo que primó fue la lógica de “avanzar sin transar” y que la carga se arregla en el camino. El problema es que cuando se está en un camino pedregoso como se encuentra la economía nacional, la carga no se arregla, se cae.

El proyecto que reduce la jornada laboral de 45  a 40 horas se aprobó en Comisión tras cinco horas de discusión por 7  votos a favor, con el respaldo de la Democracia Cristiana, y 6 en contra.

Guzmán agregó en su artículo que «se ha carecido de estudios empíricos que estimaran los efectos de una reforma de esta naturaleza, ciertamente ha habido reflexiones que han intentado hacerse cargo del tema, pero no se trata de estudios con evidencia empírica propiamente tales. En efecto, ya sea justificándolo o no, la discusión pública de última hora ha respondido a un contexto diseñado por los partidarios del proyecto, cuyo único objetivo era acelerar la aprobación. Lo que finalmente ocurrió la semana pasada. En concreto, la presidenta de la comisión y los partidarios del proyecto decidieron que no era el momento de reflexionar, sino aprobar a toda costa.
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A todo esto, se ha sostenido- dice guzmán- que cuando se discutió la reducción de jornada de 48 a 45 horas, hace ya dos décadas, las consideraciones económicas tampoco se tomaron en cuenta, pero la verdad es que sí se las consideró, y precisamente hubo oportunidad de generar información al respecto. Cuando esta tuvo lugar, el país venía de un proceso de crecimiento significativo en todo orden de cosas, especialmente de la productividad (Beyer y Vergara, 2002). Pero eso no es todo, tan relevante es, que reducciones sucesivas en un tramo de jornada no son los mismos que en otras, es decir, la reducción de 48 a 45 no necesariamente tendrá los mismos efectos de una de 45 a 40 (elasticidad).  Por otra parte, un proyecto que había sido declarado inadmisible en otras oportunidades se considera admisible posteriormente. Si bien esto puede obedecer a cambios de criterio, ellos no fueron explicitados por los propios políticos que cambiaron de parecer, lo que deja en evidencia el carácter político-estratégico más que técnico de los cambios de opinión.

Los políticos de izquierda lograron su objetivo de deshacerse de la molesta mirada escrutadora de la reflexión basada en evidencia. No quieren responder a nada que no sea el voluntarismo y la apreciación estética individual que se tiene de la realidad. Detestan los contrapesos. No es casualidad que el show de la próxima semana, o de vuelta del 18, como se ha mencionado, será la acusación constitucional. En resumen, solo activismo y escasa reflexión, concluye el Sociólogo Guzmán.

Las «40 horas» que han elevado la temperatura y las tensiones en Chile… lo que no ocurre o no ha ocurrido con la salud, los salarios o las jubilaciones….

Pero, al margen de la cordura o no de algunos analistas…los chilenos si o si quieren trabajar menos. Según la encuesta Cadem se mantiene en 71% el nivel de chilenos que están de acuerdo con el proyecto que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas y un 60% se muestra en desacuerdo con un posible veto presidencial

Sin embargo, la percepción de que tendrá efectos positivos en la creación de empleo cae 11 pts (69% a 58%), sobre la economía del país 8 pts (61% a 53%) y sobre los sueldos de los trabajadores 5 pts (45% a 40%).

Todo esto en una semana- la primera de septiembre – en que sólo un 30% aprueba y 55% desaprueba la gestión del Presidente Sebastián Piñera, sin presentar diferencias significativas con el promedio que obtuvo en agosto, informó Cadem.

Debate 40 horas

  • 73% supo que se aprobó en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados el proyecto que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, lo que da cuenta del alto impacto que ha tenido este tema en la agenda propia. De hecho, ya completa más de 6 semanas entre las principales noticias de la semana.
  • Esta semana, 71% se mostró de acuerdo con el proyecto, manteniendo inalterable el alto apoyo que ya había evidenciado en las primeras semanas de agosto. Ahora bien, al mismo tiempo, 77% se muestra de acuerdo con que se permita dar mayor flexibilidad laboral para que trabajadores y empresarios puedan acordar horarios y 65% está de acuerdo con que el proyecto se implemente de forma gradual durante los próximos cinco años.
  • Sobre los efectos del proyecto, 85% asegura que tendría un efecto positivo en el tiempo libre de los trabajadores, 67% en la productividad (-5pts), 58% en la creación de empleos (-11pts), 57% en su empresa o lugar de trabajo (-5pts), 53% en la economía en el país (-8pts), 43% en las pymes y 40% en los sueldos de los trabajadores (-5pts).
  • Finalmente, 60% aprueba la gestión de las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola, mientras que sólo el 38% aprueba la gestión del Gobierno y apenas un 28% aprueba la gestión de los líderes empresariales.
  • Respecto a un posible veto presidencial, 60% está en desacuerdo con que el Presidente Piñera vete la iniciativa si la considerara inconstitucional y solo un 31% se muestra de acuerdo.

El alcalde comunista Daniel Jadue

El alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), fue uno de los invitados de este domingo al programa Estado Nacional donde fue parte del panel de debate, en el que compartió la experiencia de su  municipio al reducir la jornada laboral a 40 horas.

«La medida de reducir la jornada laboral, tal como lo plantea el proyecto que avanza en el Congreso, ha sido una experiencia muy positiva tanto para la Municipalidad como para sus trabajadores. «Han bajado un 16% las licencias médicas, de ellas un 80%  tiene que ver con la salud mental», aseguró Jadue y agregó que gracias a eso «ha bajado un 14% el ausentismo laboral y por lo tanto hemos logrado ahorrar más de nueve millones de pesos mensuales en pago de reemplazos de aquellos que faltan».

«Ha sido una tremenda experiencia y ha tenido un tremendo impacto positivo, tenemos trabajadores mucho más satisfechos, orgullosos y contentos. Espero que esta discusión se siga dando», puntualizó Jadue.

El Mostrador publicó: Mientras, el Gobierno sigue masticando la derrota por el proyecto de las 40 horas, con una performance que no solo dio material para memes, sino también reveló toda la debilidad del oficialismo, sobre todo del ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg.

Mario Marcel del Banco Central

El presidente del Banco Central, Mario Marcel,  también intervino la última semana en el debate por la propuesta de la diputada comunista Camila Vallejo. El alto funcionario del Estado se refirió al proyecto de reducción de la jornada laboral, llamando a profundizar la discusión del tema en el Congreso y a considerar sus efectos. Esto le valió las críticas de la parlamentaria y del ex titular de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre. El economista respondió y enfatizó que es necesario hacer un análisis lo más completo y ponderado posible de estas iniciativas, “tomando en cuenta su magnitud, el entorno en el que se producen y otras reformas que se discuten en paralelo», señaló.

Camila Vallejo (PC) respondió a las críticas del Banco Central (BC) respecto al proyecto de las «40 horas» y aseguró que los economistas no ven la realidad de las familias chilenas. A su vez, el exministro de Hacienda del gobierno de Michelle Bachelet, Nicolás Eyzaguirre, manifestó que si bien el ejecutivo “fue cauto y el Banco Central tiene derecho a dar opiniones, en beneficio de su autonomía,  debe remitirse a las cosas que están en su mandato y el proyecto de ley de las 40 horas horas difícilmente lo esté”.

Las críticas de Vallejo y Eyzaguirre se dan luego de que el presidente del ente emisor, Mario Marcel, advirtiera que un proyecto como éste junto con la sala cuna universal y la reforma de pensiones -con un 4% extra de cotización, con cargo al empleador- podría elevar el costo laboral entre 15 y 29 por ciento.

«Señalamos que la alternativas de reducción de jornada que se proponen son más significativas que la adoptada en 2005, que tienen lugar en una economía con un potencial de crecimiento de 3% y no el 5% de 2005”, señaló.

Bajo esa premisa, Marcel asegura que el ánimo en el Central es alentar el diálogo constructivo, no las polémicas. «En cuanto a la pertinencia de una perspectiva macroeconómica en ese diálogo, parece difícil de argumentar que las reformas sobre jornada, junto a otras que inciden sobre el costo de contratación, no tendrían incidencia en ese plano», advirtió.

Consultado por el alza de los costos laborales con este proyecto, Marcel señaló que «al sumar el costo laboral de la reducción de la jornada (dependiendo de si son 35 o 41 horas), que sería de entre 9% y 22%, con el 4% de incremento de la cotización para pensiones (que en la discusión se ha planteado agregarle otro 2%), el 0,4% por el proyecto de sala cuna y el seguro de dependencia de 0,2%, da un rango que va de 14% a 29%”.

Es por eso que realizó un llamado a mirar estas cosas en conjunto en el proceso legislativo, “porque el empleador tendrá que asumir todos esos costos y el trabajador se verá afectado por la forma en que se adapta la empresa”.

Según el economista, esta adecuación también incidirá sobre el desempeño de la economía, incluyendo su potencial de crecimiento.

“Hay propuestas con componentes de gradualidad, hay propuestas con elementos mitigadores, y pueden surgir otros aspectos de ese tipo en la discusión. A todas estas iniciativas les queda una parte importante del proceso legislativo por delante, por lo tanto, que tengan profundidad es algo deseable para todos los actores involucrados”, concluyó.