Por Walter Krohne

Una buena parte de la historia que los mismos  porteños no han podido o no han sabido defender y proteger como debería haber sido, se esfumará el próximo 30 de octubre cuando el histórico edificio de la Bolsa de Comercio de Valparaíso, ubicada en el “sector bancario y financiero” de la ciudad portuaria sea rematado en una subasta pública que se efectuará en la sede de la Casa de Remates Macal en Quilicura.

Así desaparecerá el tradicional inmueble inaugurado en 1915 y que fue la primera bolsa de comercio de Chile, teniendo el remate una postura mínima $1.800 millones .

La entidad había dejado de funcionar en el 2018, cuando la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) constató que no se contaba con el mínimo de corredores que establece la Ley 18.045 de Mercado de Valores (diez), según informa El Mercurio de Valparaíso.

La página web de Remates Macal describe al inmueble –de cinco pisos y 54 oficinas- como un «edificio emblemático, de uso comercial, ubicado en pleno centro cívico e histórico de la ciudad de Valparaíso».

Según la ex presidenta de la Bolsa de Comercio de Valparaíso e integrante del comité de liquidación de la entidad, Gladys Apara, «no estamos siendo ejecutados judicialmente, es un remate voluntario».

Agregó que «por  transparencia, la venta se hace en licitación remate, licitación pública, y el mejor postor se lleva el edificio . así de simple, porque de esta manera se  evita que después haya dudas respecto de si se vende en forma privada, si realmente se vende en ese precio».

Por su parte, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, manifestó al diario El Mercurio de la ciudad portuaria que «si bien no es una buena noticia el remate, sí es una oportunidad para la ciudad, para darle un uso público-privado a este edificio».

«Vamos a solicitarle a los dueños una reunión para que cuenten, de manera más específica, cuáles son las condiciones de la venta,  por tener este edificio un gran valor patrimonial e histórico», indicó Sharp.

Así, lentamente Valparaíso está desapareciendo a pesar de ser Patrimonio de la Humanidad como lo declaró la Unesco hace 16 años. En los últimos años han desaparecido varios edificios emblemáticos, algunos de ellos por incendios. Y tras esta nueva muerte cercana,  como es la Bolsa de Comercio, también han dejado de arribar a Valparaíso los cruceros que unían a este puerto con el resto del  mundo. Por malas decisiones y servicios alejados de la eficiencia marinera, estos buques de pasajeros están atracando y zarpando desde San Antonio o de Coquimbo. ¡Qué pena nos da todo esto! Y pensar que en este barrio aprendimos el periodismo buscando las noticias de puerta en puerta, entonces trabajando para el diario La Unión, también desaparecido.

Y tanto que nos esforzamos desde el extranjero donde vivimos veinte años para crear conciencia porteña con el único fin de levantar a Valparaíso, hasta logramos crear en Alemania una fundación Hamburgo-Valparaíso en un intento por hermanar a estas dos ciudades.