Los presidentes de EE UU, Donald Trump, y de Venezuela, Nicolas Maduro. están en contacto (directo o indirectamente) y dialogando como se ha informado tanto en Washington como en Caracas, sin establecerse claramente en qué dirección van estos contactos.

Poco después de que el presidente  Trump señalara que su gobierno dialoga con “varios representantes” venezolanos, Nicolás Maduro confirmó este  «acercamiento».

Trump habló superficialmente sobre el tema mientras recibía al jefe de Estado rumano Klaus Iohannis en Washington. Maduro dijo más tarde desde la localidad costera de La Guaira, en Venezuela, que el contacto se estableció desde “hace varios meses” y que se ha llevado a cabo bajo su “autorización expresa”. Agregó que es posible que continúen.

La agencia estadounidense Associated Press (AP) reportó el fin de semana que Estados Unidos estableció contacto secreto con el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, mientras allegados a Maduro buscan garantías de que no serán enjuiciados por presuntos delitos si ceden a demandas cada vez mayores de que el dictador abandone el poder.

En su intervención de este martes, Trump rehusó precisar si el acercamiento entre su gobierno y Venezuela incluía a Cabello o no.

Por su parte, Maduro tampoco acotó quiénes han participado en esos diálogos. Sin embargo, comentó que con los contactos se busca un “proceso de regulación del conflicto” con el gobierno estadounidense, con el que mantiene tirantes relaciones desde inicios de año luego de que Trump reconociera a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, lo que llevó a la ruptura de relaciones y al cierre de las embajadas de los dos países.

A pesar de las tensas relaciones, el mandatario venezolano se mostró dispuesto a hablar con Trump para regularizar las relaciones. “Estamos preparados siempre para dialogar, para acordar, para resolver”, acotó.

El asesor de seguridad nacional de la Casda Blanca, John Bolton, aclaró entretanto, este miércoeles, que  Estados Unidos había discutido con funcionarios de Venezuela «a espaldas» del presidente Nicolás Maduro la salida del mandatario y la realización de «elecciones libres y justas».

Sin embargo, Maduro confirmó  los contactos de miembros de su gobierno con altos funcionarios de la administración del presidente Donald Trump, diciendo que han sido bajo su «autorización expresa» y para «buscar regular» con Washington el «conflicto».

Pero Bolton dijo que «los únicos asuntos» en las conversaciones han sido la partida de Maduro y la convocatoria a nuevos comicios.

Trump dijo el martes que su gobierno mantiene conversaciones «a nivel muy alto» con funcionarios de Venezuela, aunque Washington desconoce a Maduro, a quien tilda de «dictador», al tiempo que busca asfixiarlo con sanciones.

«Estamos en contacto, estamos hablando con varios representantes en Venezuela», dijo Trump a periodistas, al ser consultado sobre reportes de un acercamiento de la Casa Blanca a Diosdado Cabello, considerado el líder venezolano más poderoso después de Maduro.

«Estamos ayudando a Venezuela tanto como podemos. Nos mantenemos al margen, pero la estamos ayudando. Necesita mucha ayuda. Hace 15 años era uno de los países más ricos, ahora es uno de los países más pobres», apuntó el mandatario estadounidense. «No quiero decir quién, pero estamos hablando a un nivel muy alto», añadió.

Sin hacer mención a las declaraciones de Trump y Maduro, Guaidó dijo la noche del martes que “estamos en un punto donde la solución a la crisis es evidente: 93% de los venezolanos quiere cambio y la coalición que nos acompaña entiende y respalda nuestra causa”.

El también presidente de la Asamblea Nacional, el único poder democráticamente electo en Venezuela, expresó en su cuenta de Twitter que se ha trabajado con fuerza desde principios de año para lograr una transición pacífica a la democracia, y sostuvo que “no vamos a distendernos ni un momento”.

Un funcionario estadounidense dijo en días pasados a la agencia AP que la meta no es promover a Cabello como reemplazo de Maduro, sino aumentar la presión sobre Caracas alimentando disputas que en opinión de Estados Unidos podrían estar ocurriendo entre diferentes sectores del partido gobernante.

Durante una conferencia de prensa el lunes en Caracas, Cabello rehusó comentar detalles sobre la reunión e incluso se refirió a ella como “una mentira, una manipulación”. No obstante, agregó que siempre ha estado dispuesto a conversar con cualquiera, siempre que cuente con el aval de Maduro.

Las negociaciones entre representantes del régimen y del gobierno del presidente Guaidó, que Noruega patrocina, se mantienen estancadas y Maduro las suspendió este mes.

Trump repitió el martes que su gobierno ayuda a Venezuela «todo lo que podamos” para que el país resuelva su crisis política y financiera, las cuales él atribuyó al socialismo.

«Hace quince años era uno de los países más ricos. Ahora es uno de los más pobres”, indicó.

La ONU estima que al menos cuatro millones de venezolanos han abandonado su país debido a una hiperinflación y a escasez severa de alimentos y medicinas.

Entretanto Juan Guaidó, al parecer, no estaba plenamente informado de estos supuestos contactos entre Trump y Venezuela, lo que “es entendible porque Guaidó se ha debilitado y no está en condiciones de tomar decisiones, habiendo quedado la solución ahora en las manos de Trump y Maduro (Cabello) para encontrar una salida pacífica” dijeron este miércoles fuentes opositoras en Caracas.