La oficina de prensa de la Casa Blanca declaró este martes en un comunicado que Estados Unidos usará «todas las herramientas apropiadas» para terminar con la «dictadura» de Nicolás Maduro en Venezuela,  un día después que el presidente Donald Trump bloqueara todos los activos del Gobierno venezolano en EE UU.

«La dictadura de Maduro debe terminar para que Venezuela pueda tener un futuro estable, democrático y próspero, libre de los horrores del socialismo que han devastado a este gran país», subrayó la Casa Blanca.

Entretanto, el líder opositor venezolano autodenominado presidente encargado Juan Guaidó aseguró en Caracas, entretanto, en otro comunicado, que el proceso de diálogo con el  presidente Nicolás Maduro continúa como ha estado planifiucado. Esto significa que las acciones de Washington podrían volver a echar atrás las conversaciones en un mecanismo que «ha generado Noruega y que pretende crear las condiciones para una solución real a la crisis», como declaró Guaidó después que la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, asegurara que la sanción estadounidense representaba una «patada a la mesa» de negociaciones (ver y leer en video la declaración de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez).

Por su parte, John Bolton. asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, advirtió en Lima que el bloqueo que Trump impuso al Gobierno venezolano de Nicolás Maduro autoriza sancionar a terceros que hagan negocios con Caracas. En este caso está Cuba y Nicaragia en la región de América Central y caribeña, o Bolivia en Sudamérica, lo que podría significar una escalación del conflicto en la región latinoamericana.

Bolton dijo en una reunión en  Lima que deseaba dejar en claro que la amplia orden ejecutiva de Trump «permite» al Gobierno de Estados Unidos a identificar e imponer sanciones a cualquier persona que continúe proporcionando apoyo al ilegítimo al régimen de Nicolás Maduro».

«A Rusia y China les decimos que su apoyo al régimen de Maduro es intolerable, particularmente para el régimen democrático que lo reemplazará en el poder. Le decimos nuevamente a Rusia, y especialmente a aquellos que controlan sus finanzas: ‘No dupliquen una mala apuesta'», expresó.

Reunón de Lima

El llamado Grupo de Lima realizó este martes la Conferencia Internacional para la Democracia en Venezuela «a nivel de cancilleres», pero sólo participaron una decena de ellos, según una fuente diplomática peruana, entre los que  figuraron Ernesto Araújo de Brasil, Carlos Holmes Trujillo de Colombia, Antonio Rivas de Paraguay y Jorge Faurie de Argentina. Los delegados de muchos países fueron funcionarios de menor rango o sus embajadores en Lima. La conferencia tuvo dos partes: en la primera participarán los 55 países que reconocen a Guaidó, y luego «se amplió al resto». Según los organizadores se esperaba que este fuera el primer encuentro de todos los países que reconocen a Guaidó y su representante en Lima, Julio Borges, asistió a la reunión donde aprovechó de reunirse con Bolton.

La conferencia termina sin declaración final, con una rueda de prensa del canciller peruano. Tampoco se aprobaron decisiones vinculantes.

Trump congeló este lunes todos los activos del gobierno venezolano en Estados Unidos, que ahora «están bloqueados y no pueden ser transferidos, pagados, exportados, retirados o manejados». Hacía tres décadas que Washington no aplicaba una medida de este tipo a un país americano, semejante a las sanciones impuestas contra Corea del Norte, Irán y Siria.

Anteriormente las impuso a la Cuba de Fidel Castro en 1962, a Nicaragua en el primer gobierno de Daniel Ortega en 1985 y a Panamá en 1988, en tiempos del general Manuel Antonio Noriega. Entre estas, solo las medidas contra La Habana siguen vigentes.

El canciller peruano, Néstor Popolizio, dijo en una conferencia de prensa que aunque su país apoya el diálogo entre representantes del gobierno interino y el gobierno en disputa de Venezuela, “no todos los países piensan igual”.  Horas antes, el asesor de Seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, cuestionó los diálogos en Barbados, propuestos por Maduro el viernes último, diciendo que la única intención del presidente venezolano en estas reuniones es ganar tiempo. “El tiempo del diálogo terminó”, dijo Bolton durante su discurso en el encuentro realizado en Lima.

Una idea similar fue replicada por el representante de Juan Guaidó ante el Grupo de Lima, Julio Borges, quien respondiendo a una pregunta de la Voz de América en un encuentro con periodistas dijo que Maduro está “burlándose” de la “oportunidad” que los diálogos con el gobierno interino presentan. “A Maduro le hemos dado demasiadas oportunidades”, sentenció.

Borges estuvo presente en la reunión, a pesar que la cancillería de Perú había dicho antes de la conferencia, que a fin de evitar «la polarización» del evento no invitaría ni a Guaidó ni a Maduro a Lima.​

Por su parte, el Grupo Internacional de Contacto, integrado por ocho países de la Unión Europea, Costa Rica, México, Uruguay reafirmó en un comunicado su apoyo “a la participación de actores nacionales de Venezuela en los diálogos” facilitados por el gobierno de Noruega.

“Una salida negociada sigue siendo la única manera sostenible de superar esta crisis multidimensional”, expresó la coalición.

En vísperas de la conferencia, el gobierno de Estados Unidos emitió una nueva serie de sanciones que congelan todos los activos de Venezuela y extiende la posibilidad de sancionar a terceros que lleven a cabo transacciones comerciales con el gobierno en disputa. Durante la conferencia, EE.UU. animó a los demás países de la región a tomar medidas similares a lo que EE.UU. según el canciller Popolizio.

México y Uruguay, quienes hasta ahora no han dado su apoyo expreso ni a Maduro ni a Guaidó, cancelaron a último momento su participación a la conferencia internacional. Sudáfrica fue el único país pro-Maduro que estuvo presente en el encuentro. Rusia, China, Turquía y Cuba, principales apoyos económicos y diplomáticos del gobierno venezoolano en disputa, rechazaron la invitación.