Un acuerdo energético entre Paraguay y Brasil, que beneficiaba a este último país, hizo estallar una bomba de tiempo en Asunción que terminó este jueves con la anulación del compromiso criticado como fraudulento y que firmaron en mayo en forma secreta los gobiernos brasileño de Jair Bolsonaro, y el paraguayo del Presidente Mario Abdo Martínez.

El desencadenante de la crisis fue la dimisión del presidente de la Administración de Elecricidad de Paraguay (ANDE), Pedro Ferreira, tras denunciar que el acuerdo conllevaba consecuencias desventajosas para Paraguay debido a un incremento en la compra de magawatios que hasta entonces se adquirían a menor precio de parte de Brasil (Represa de Itaipú, la segunda más grande del mundo), lo que  para los paraguayos iba a suponer un sobrecoste de entre 250 y 300 millones de dólares.

A su vez iba a significar además un incremento de las tarifas eléctricas, en un país con un elevado nivel de pobreza, amenaza se transformó en fuertes protestas públicas.

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, con la anulación de la denominada “Acta bilateral” alejó el fantasma de un juicio político en su contra  en Asunción.

Así, ambos gobiernos dejaron sin efecto el acta de compra de energía de la represa Itaipú,  que fue firmada en mayo en la Cancillería paraguaya entre el canciller Antonio Rivas, y el embajador brasileño, Carlos Simas Magalhaes.

Con la anulación se instó también a los técnicos de ambas partes a definir el cronograma de potencia a ser contratada por la estatal paraguaya ANDE y la brasileña Electrobas.

En un discurso televisado a la nación desde el Palacio de Gobierno, acompañado de su esposa, Silvana López Moreira, y sus hijos, Abdo Benítez anunció varias nuevas destituciones y con energía declaró que “no tolerará la corrupción” en su Gobierno que lleva escasamente un año.

Agrego que ya había ordenado «que aquellos funcionarios que participaron de un proceso, tal vez sin mala voluntad o sin hacer juicio de valor, sean destituidos de sus cargos y si hay otros que han sido negligentes en su trabajo, les advirtió que deben actuar con idoneidad y con capacidad, pero que también podrían ser destituidos”.

Reiteró que no tolerará la corrupción en su Gobierno «caiga quien caiga», eslogan de su  Gobierno que ahora se aplicará con más rigor en los cuatro años que le quedan  aún a su mandato.

La oposición paraguaya acusa al Gobierno de Abdo Benítez de «secretismo» y de entregar la soberanía a Brasil, y por eso había impulsado en el Congreso un juicio político contra el mandatario y su vicepresidente, Hugo Velázquez.

Luego del anuncio de la Cancillería, el movimiento Honor Colorado, la facción del gobernante Partido Colorado liderada por el expresidente Horacio Cartes, retiró su apoyo al juicio político contra Abdo Benítez. Sobre ese respaldo, comentaristas políticos locales anticiparon futuros «favores» a esa corriente por parte del Gobierno del presidente.

En el polémico acuerdo, firmado en mayo pasado, pero hecho público la semana pasada, se definió la contratación anual de distribución de la energía de la hidroeléctrica de Itaipú compartida por Paraguay y Brasil.

Así el Acta bilateral era violatoria del Tratado de Itaipú tal cual está, afirmó la ex viceministra de Energía, Mercedes Canese. Señaló que la ANDE deberá enfrentar un gasto extraordinario de casi USD 300 millones ya que deberá contratar energía garantizada que es más costosa y solo podrá taparse ese agujero con el aumento de tarifas, situación que desde Cancillería siguen negando.

El 26 de abril de 1973, Brasil y Paraguay firmaron el Tratado de Itaipú, instrumento legal para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Paraná por los dos países. El 17 de mayo de 1974, fue creada la Entidad Binacional Itaipú, para la administración de la construcción de la represa.

Canese insistió hasta el último que el acuerdo era violatorio del Trastado de Itaipú y debería haber pasado por el Congreso Nacional para poder tener vigencia oficial y legal.

Sobre la afirmación del Ejecutivo de que este acuerdo no aumentaría el costo de la tarifa del servicio eléctrico aclaró que si tal cosa se cumple la ANDE entrará en mayores pérdidas y el servicio que de por sí ya es deficiente, empeorará.

Canese alertó además “sobre el cepo” que el acuerdo ponía al país para que el consumo de energía no superara el 6% y con esto se cerraban las puertas al desarrollo.

La Universidad Nacional de Asunción, a través de su Facultad de Ciencias Económicas manifestó su repudio al acuerdo y encabezó la ola de protestas.

​El repudio lo hicieron en un comunicado en el que rechazaron lo que calificaron como «accionar irresponsable» del gobierno paraguayo.