Los extranjeros migrantes alcanzan ya al 10 por ciento de la población total en cuatro regiones chilenas, lo que ha originado un clima de preocupación frente a la capacidad económica que tenga el país para absorber a todas estas personas sin perjudicar el nivel laboral general de los chilenos.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer un nuevo reporte sobre migraciones en Chile, destacándose un marcado crecimiento en las regiones de O’Higgins, Maule y Ñuble, y específicamente en las comunas de Melipilla, Curicó y Talca, dato que muestra que los migrantes se están moviendo hacia la zona centro y centro-sur, impulsados por los trabajos creados en el sector agrícola.
En el informe se destaca también un incremento alto en la comuna de Ñuñoa de la Región Metropolitana existiendo la posibilidad de que este fenómeno pueda apreciarse también en un futuro cercano en la Región de Valparaíso. Para el Gobierno existe la necesidad de diversificar la oferta laboral y crear incentivos para que los extranjeros se trasladen hacia otras regiones, como Biobío o la zona sur y se evite la saturación que se ha producido en Tarapacá (16,9% son inmigrantes), Antofagasta y la Región Metropolitana.

El jefe de Extranjeria, Alvaro Bellolio.,
El jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio, declaró que «los estudios internacionales dicen que efectivamente cuando hay más de un 10% de la población, genera ciertos desafíos relevantes en materias como vivienda, laborales y en otros temas». En ese sentido, reconoció que uno de ellos es la «inclusión, especialmente en materia habitacional, aparte de la cuestión laboral y la salud».
«Creemos que el trabajo integral de la política migratoria es fundamental y de hecho trabajamos con las dos subsecretarías de salud, con las tres de Educación, con las tres de Desarrollo Social, y no solo en el tema de los servicios básicos, sino también en la inclusión de hijos de migrantes que son chilenos», sostuvo.
«Cuando el Presidente Piñera hablaba de una migración regular, habla justamente de que el extranjero que quiere venir a trabajar a Chile llegue con su rut y su visa, así facilitamos su reinserción, entendiendo cuáles son las oportunidades en diferentes regiones de manera de facilitar su inclusión laboral y su proyecto de vida», añadió Bellolio.
«A lo que se llama es a hablar de la regularidad de la migración. El país no tiene una capacidad infinita para integrar migrantes, la economía ha sido bastante sólida y ha permitido integrar a un millón de migrantes y que la tasa de desempleo en Santiago bajó 0,1%”, observó el funcionario.
Hay preocupación por el empleo, porque los los migrantes, a nivel regional, han estado ocupando las principales plazas de trabajo creadas por el Gobierno.