Multidinarias manifestaciones callejeras que se iniciaron el domingo último en el territorio autónomo de Hong Kong y que han continuado durante toda la semana, están dirigidas a protestar y pedir el rechazo de un proyecto de ley que autorizaría la extradición de criminales sospechosos a China. Así los manifestantes han salidio a las calles enmascarados en acciones que se han vuelto violentas y bloqueando el acceso a edificios gubernamentales claves como también han atacado a la policía.
Hong Kong fue una colonia británica hasta 1997, cuando pasó a ser una Región Administrativa Especial de la República Popular China. El territorio funciona bajo el principio de «un país, dos sistemas». La ciudad ha mantenido su independencia judicial, su propia legislatura, sistema económico y su moneda: el dólar de Hong Kong. Sus residentes gozan de la protección de ciertos derechos, incluyendo la libertad de expresión y de reunión, derechos que no están vigentes en la China Continental. Beying mantiene el control de los asuntos exteriores y de defensa de Hong Kong, y para viajar de allí a China se requieren visas o permisos. Hong Kong tiene acuerdos de extradición con 20 países, incluyendo Reino Unido y EE.UU., pero nunca ha entrado en un pacto con China.
La historia de Hong Kong comprende varios períodos. Entre el año 214 a. C. y 1842, perteneció al Imperio chino. Fue también colonia británica como consecuencia de la primera guerra del opio que derivó en la firma del Tratado de Nankín. El protectorado estuvo vigente por más de un siglo y medio. En la Segunda Guerra Mundial, los japoneses ocuparon el territorio hasta 1945, cuando el Imperio británico volvió a retomar el control. No obstante, a mediados de 1997 se hizo efectiva la transferencia definitiva de su soberanía a China.
Las claves para comprender el actual conflicto, que ya han dejado heridos y personas arrestadas, son:
¿Qué propone el proyecto de ley?
Las autoridades promueven un proyecto de ley que autorizaría las solicitudes de extradición a China, Taiwán y Macao de criminales sospechosos de delitos como homicidio y violación. La medida se propuso después de que un hombre de 19 años, residente de Hong Kong, fuera acusado de asesinar a su novia de 20 años, cuando estaban de vacaciones en Taiwán, en febrero de 2018. El individuo huyó a Hong Kong y no podía ser extraditado a Taiwán porque no existe un acuerdo de extradición entre ese estado y China. La iniciativa ahora en discusión no incluye para ser extraditado a los acusados de crímenes políticos y religiosos, ni tampoco a los evasores de impuestos.
¿Por qué tanta polémica?
La propuesta ha generado una multitudinaria oposición porque se considera defectuoso el sistema judicial en China y se señala con temor que las personas estarían sujetas a detenciones arbitrarias, juicios sesgados y tortura en China continental. «Nadie estaría a salvo, incluyendo activistas, abogados de los derechos humanos y trabajadores sociales», declaró en un comunicado la organización internacional Human Rights Watch. Igualmente la medida es criticada y condenada en el exterior: Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos.
¿Quiénes están protestando?
La mayoría de los manifestantes son jóvenes y estudiantes. Esta no es una protesta sancionada, pero muchos de ellos tienen la cara cubierta por temor a represalias o procesos judiciales en su contra. No obstante, una amplia gama de grupos han manifestado su oposición a la legislación, incluyendo colegios, abogados y empresas que de alguna manera apoyan la protesta.
¿Cuán efectivas han sido otras protestas en Hong Kong?
Las protestas públicas juegan un papel importante en Hong Kong. Un periodista local describió que la movilización es «parte del ADN» de los residentes. Cómo no pueden elegir directamente a sus gobernantes, el salir a las calles es la forma de evitar la creciente influencia de Beying en sus asuntos. Aunque formalmente no se permiten, decenas de protestas -en su mayoría sobre asuntos locales y ambientales- se realizan cada año en Hong Kong.