La renuncia esta semana  del Ministro de Hacienda y Crédito Público de México, Carlos Urzúa, ha causado un cuasi terremoto por tratarse de un  renombrado economista y  uno de los confidentes más cercanos del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, (AMLO) y, a su vez,  el principal responsable de la política económica de su gobierno progresista. La forma en que se apartó el ministro del Mandatario causó especial asombro.

Esta renuncia se agrega a la de  Germán Martínez, director de la institución encargada de procurar la seguridad social a más de 50 millones de inscritos, que dejó el cargo en mayo pasado, explicando su decisión al modo y forma en que temas de política pública se están abordando a partir de motivos políticos.

Y todo esto se suma  a una decena de servidores públicos de alto nivel, incluida la titular de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se han separado de un Ejecutivo que quiere hacer las cosas como él quiere.

Arturo Herrera, nuevo ministro de Hacienda

Sin embargo, el impacto pareció mitigarse con el nombramiento del nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez. Pero la señal, como coinciden especialistas, hasta el momento no parece suficiente. Con el nuevo secretario habrá que ver el peso que tiene respecto a las decisiones poco claras del presidente en algunas materias», declaró a los medios internacionales  Rodolfo de la Torre García, director de Desarrollo Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

«La conducción de las decisiones económicas tenía una referencia clara con Urzúa, el nuevo secretario de Hacienda habrá que ver el peso que tiene respecto a las decisiones del presidente, que  en algunos temas dejan serias interrogantes», agregó.

Este repentino cambio ocurre en un momento en que los niveles de confianza del consumidor es de 48,1% como informó el  Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi). Este es el nivel más alto desde 2001, cuando empezaron las mediciones. Al mismo tiempo la tasa de inflación se mantiene estable y la inversión extranjera superó los US$10.000 millones en el primer trimestre del año, un aumento de 7,1% respecto al mismo período de 2018, según datos de la Secretaría de Economía.

A pesar de esto, la situación es compleja  porque en muchos países la renuncia de Urzúa ha comenzado a causar incertidumbre. En su carta de renuncia, que hizo pública a través de Twitter, Urzúa habla de conflictos de intereses y decisiones caprichosas del gobierno. «Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en la actual administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”,  agregó.

Carlos Urzúa, ministro de Hacienda renunciado

El presidente aceptó la renuncia de Urzúa diciendo que «él no estaba satisfecho con nuestras decisiones» y reiteró la necesidad de cambiar la política económica de los últimos 36 años. «A veces no se entiende que no podemos continuar con las mismas estrategias, que no se puede envasar vino fresco en botellas viejas» e insistió en que la economía del país es estable, sin déficit y la paridad del tipo de cambio y la inflación están controlados.

La inesperada renuncia de Urzúa reavivó las dudas en los mercados. El peso mexicano perdió un 2% de su valor y los precios del mercado de valores también cayeron.

Algunos de los gremios empresariales observan con preocupación la renuncia de Urzúa, un economista de izquierda, que gracias a sus posturas ortodoxas era considerado un contrapeso de confianza frente a las voces «antimercado libre» de la administración y el partido gobernante, Morena.

El proyecto de país que encabeza López Obrador pretende insertarse a toda costa en la historia nacional junto a las grandes transformaciones del México republicano, y ser la cuarta etapa tras la independencia, la reforma y la revolución, que se ha denominado «la cuarta transformación».

Contradicción  entre austeridad y realidade política

En menos de sesenta días, las renuncias han dejado en claro que esa austeridad y ese combate a la corrupción se enfrentan a una realidad que supera el ideal y condiciona decisiones que, obedeciendo a criterios políticos, pasan por alto el conocimiento, la experiencia y la técnica que hace falta para conducir un gobierno. Y todo esto se suma  a una decena de servidores públicos de alto nivel, incluida la titular de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se han separado de un Ejecutivo que quiere hacer las cosas como el quiere y piensa que es lo más correcto, sin escuchar a los verdaderos especialistas.

Así se enfrenta a problemas de desabastecimiento de medicinas, malos manejos en las finanzas públicas, baja en las calificaciones internacionales respecto del clima de inversión, cancelación de proyectos viables, como la construcción del nuevo Aeropuerto de Ciudad de México y el llamado tren maya. Contrariamente, dicen los críticos, el Presidente impulsa otras iniciativas que obedecen más al capricho que a la viabilidad.

Dos renuncias en dos meses demuestran además que la primacía de lo político sobre lo técnico genera costos que al gobierno de López Obrador le parecen menores frente al supuesto gran proyecto de país, la cuarta transformación.

Varias decisiones de la política económica del presidente habían causado preocupación entre los inversionistas, especialmente la detención de la construcción del nuevo aeropuerto en la Ciudad de México y el frenazo de la apertura del sector energético mexicano a la inversión privada.

El nuevo ministro de Hacienda  prometió mantener la financiación de proyectos, entre ellos la nueva refinería en el puerto de Dos Bocas, en el estado de Tabasco. En su primera aparición ante la prensa,  aseguró que  nada cambiaría en la política económica del gobierno.

Sn embargo, los medios internacionales especializados señalan que Herrera estará bajo la misma presión que sufrió Urzúa, porque López Obrador busca reformar México sin comprometer mucho la estabilidad económica. Mucho depende de si el presidente y su nuevo ministro de Finanzas evitan que los mexicanos y los inversionistas extranjeros pierdan la confianza. En cualquier caso, el nombramiento de Herrera fue recibido con alivio en los mercados financieros: los precios de las acciones y el peso se han recuperado.