El director para Las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, afirmó que tras el informe contra Venezuela el Grupo de Lima tendría suficiente credibilidad para impulsar una propuesta de comisión de la ONU que investigue a Nicolás Maduro caso por caso en el tema de la violación de los derechos humanos.
Michelle Bachelet, en lugar de dar a conocer lo que realmente está ocurriendo en Venezuela y de querer aclarar la situación, la verdad es que el ambiente en torno a este país caribeño se ha complicado y hay quienes han llegado a criticar el detallado informe de la la ex Presidenta de Chile y hoy Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Tras el informe debería crearse una comisión investigadora que aborde cada uno de los puntos en territorio venezolano en forma amplia y permanente.
El también chileno Vivanco calificó de “lapidario y objetivo” el trabajo de Bachelet y descalificante para el régimen de Nicolás Maduro.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe autorizar y designar la creación de una comisión especial de investigación para Venezuela opinó Vivanco explicando que este tipo de gestión “se reserva para los casos más agudos o crónicos, es decir, los más graves”.
En tal sentido, lamentó que Bachelet no haya mencionado la necesidad de este paso esencial en su informe e instó asimismo, a los miembros de la ONU “comprometidos con la democracia”, a que impulsen que se concrete este recurso y se esclarezcan las atrocidades del dictador venezolano.
De hecho, cada día es más alto el número de voces que lo reclaman, entre las que destacan la Unión Europea y el mismo Grupo de Lima.
Vivanco aseguró que este último Grupo de países sería la instancia ideal para liderar esa propuesta debido a su credibilidad y por estar integrada por países vecinos de Venezuela, que alejan la posibilidad de que el asunto se vea como un enfrentamiento entre Trump y Maduro”.
Lamentablemente, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos no menciona esa opción en su informe, pero eso no significa que esa alternativa no se pueda implementar. Lo ideal es que lo haga ella, que lo empuje y proponga la señora Bachelet, pero al no hacerlo, creo que aquellos Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que han demostrado ser más comprometidos con la causa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela, deben ser los que tomen el timón y empujen, consiguiendo los votos en el Consejo, para aprobar esa opción, agregó Vivanco en una entrevista, que también fue escuchadas en CNN Chile.
Aclaró si que conseguir los votos no será una tarea fácil porque ese consejo, lamentablemente, también está compuesto por dictaduras y gobiernos afines al de Venezuela, que van a resistir y se van a oponer con todo tipo de argumentos. No va a ser fácil, pero yo creo que si el Grupo de Lima toma esta iniciativa y avanza con ella en el Consejo de DD HH, esto se podría lograr.
En el marco de Naciones Unidas tiene especial credibilidad que los países vecinos sean los que impulsen o empujen por un proceso de fiscalización en DD HH. Lo usual es que los países vecinos se laven las manos frente a este tipo de problemas porque sienten que si ellos son los que reclaman, se les puede convertir esto en un bumerán.
Lamentablemente, es una tradición en América Latina, Asia y África que se solidarizan unos países con otros y las críticas muchas veces vienen de regiones lejanas, que son las que asumen el riesgo y el costo de la fiscalización en DDHH.
En el caso del Grupo de Lima, esta instancia tiene una especial credibilidad porque es regional. Nadie puede alegar que se trata de un grupo del norte que quiere imponer sus puntos de vista en el lejano sur. No sería posible tampoco el argumento de que aquí lo que hay es un enfrentamiento entre Trump y Maduro, por ejemplo, porque el Grupo de Lima no integra a los Estados Unidos. El Grupo de Lima está compuesto esencialmente por las principales democracias latinoamericanas que se han unido, junto a Canadá, para denunciar las violaciones a los derechos humanos y la crisis que sufren los venezolanos por el régimen de Maduro.
Una comisión como la que se ha propuesto en el pasado en otras regiones del mundo en casos extremos puede tener una enorme repercusión. De hecho, el informe de la Alta Comisionada de DDHH, al oficializar una evaluación como la que se describe en el mismo, que es lapidaria, ciertamente muy objetiva de lo que ocurre en Venezuela, tiene una fuerza y un impacto global porque se hace muy difícil seguir descalificando a organizaciones ya sean no gubernamentales o las posiciones de instancias como la Comisión Interamericana de DDHH u otras que se pronuncian regularmente sobre Venezuela.
Aquí estamos hablando de una instancia como la Oficina de la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, que es la más alta autoridad de DDHH hoy día en la burocracia de Naciones Unidas, a la que, además, el Gobierno de Venezuela le permitió el ingreso al país; no solo a Bachelet, también hace algunos meses a un grupo de investigadores de esa oficina que recorrieron el país recogiendo evidencias.
Es decir, aquí no estamos hablando solo de las 48 horas de Bachelet en Venezuela; estamos hablando de un trabajo que se ha venido haciendo en el terreno por parte de esa oficina y un informe que oficializa algo que hemos estado denunciando durante muchos años, pero que ya es muy difícil de disputar.
En este caso sería una comisión de investigación especial únicamente para Venezuela que tendría una relevancia especial y podría hacer informes que podrían llegar a ser objeto de consulta por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es decir, hay muchas otras instancias que podrían tomar muy en serio una opción de este tipo.
Pasar de una dictadura a una democracia real
Vivanco dijo que creía que si lo que se busca por parte de la comunidad internacional, la sociedad civil y la oposición es transitar de una dictadura, como la actual, a un sistema democrático de gobierno, con instituciones independientes, un poder judicial autónomo, sin presos políticos, elecciones libres, sin represión, con medidas concretas destinadas a combatir la corrupción y el narcotráfico, y medidas para atender la emergencia humanitaria, creo que un informe fidedigno y sólido en materia de DDHH contribuye, sin duda alguna, porque reduce el espacio para la demagogia del régimen. Este es un régimen que miente de una manera sistemática, niega los hechos y casi describe a Venezuela como un paraíso. Un régimen que no sabe cómo explicar el éxodo de más de 4 millones de venezolanos e insiste en que Venezuela es prácticamente un paraíso y que las cosas están en orden, y que lo que hay es una gran conspiración en su contra.
La tortura a la que recurre el régimen y los tratos crueles e inhumanos se vienen practicando desde ya hace muchos años. Nosotros hemos elaborado varios informes que dan cuenta de métodos inhumanos, crueles, atroces que incluyen sofocamiento, uso de aparatos eléctricos en los genitales, abusos sexuales, incluyendo violaciones; golpizas brutales de los detenidos. Todo eso sin rendirle cuentas a nadie. El régimen protege y encubre estos hechos y las autoridades no los investigan; al contrario, los avala y los promueve. No son hechos aislados, son crímenes que se cometen como parte de una política oficial de las fuerzas de seguridad tanto de la contrainteligencia militar como el SEBIN y la Guardia Nacional Bolivariana.
Hemos visto muchas publicaciones. Muchos medios de comunicación hablan de la participación de Cuba en el control del gobierno y la manipulación de las fuerzas militares. Pero esos son artículos que están a disposición del público. No hace parte de nuestra área de investigación ese tipo de materias. Nuestra tarea es investigar la situación de los DDHH en términos rigurosos y objetivos, y dar cuenta del estado de esos DDHH y quiénes son los responsables de la violación de esos derechos. Hemos escuchado que podría haber asesores cubanos en los sitios de tortura, especialmente hacia los militares, pero nosotros no tenemos información oficial sobre esa materia.
El PC chileno
Contrariamente a la posición de Vivanco y de otros sectores, no solamente de derechos humanos sino también políticos, el diputado chileno y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, explicó los cuestionamientos comunistas hacia el informe elaborado por la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, aclarando que más que desconocer el contenido del documento, se plantean reparos hacia algunas omisiones que son fundamentales para entender la crisis que atraviesa el país caribeño. Desde otros sectores de la centro izquierda lamentaron la postura de dicho partido, la cual catalogaron de «equivocada».
Desde el oficialismo en Chile y en parte de la oposición manifestaron que dicho documento viene a reafirmar lo que desde hace años se viene denunciando, y que dice relación con lo que catalogan como ‘graves vulneraciones a los derechos humanos’ de los venezolanos.
No es de esa opinión el Partido Comunista de Chile, cuyo presidente declaró que ha habido una deformación de su opinión en algunos medios de comunicación y fue categórico en que en ningún momento se ha desconocido el contenido de dicho informe.
“Lo que sí reclamamos es que no se tome en cuenta lo que está ocurriendo en Venezuela que es, sobre todo, la injerencia extranjera, las amenazas de intervenciones militares, los intentos de golpes de Estado y todo aquel bloqueo económico y financiero que, evidentemente, entorpece las vías de solución en Venezuela; una salida dialogada y pacífica” sostuvo el parlamentario.
No hay que olvidar tampoco en relación a las declaraciones de Teiller que en Venezuela intervienen también, aparte de EE UU y algunos países latinoamericanos, varias naciones aliadas de Nicolás Maduro como son Rusia, China y Turquía, además de Cuba.
En relación a la falta de cohesión de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio (oposición chilena) sobre la situación en Venezuela, Teillier argumentó que “la oposición no tiene un relato claro ni siquiera sobre lo que pasa en Chile (…) hay posiciones ideológicas distintas e indudablemente eso nos diferencia en algunos aspectos. Ahora, hay algunos que desde un comienzo han sido contrarios al gobierno venezolano. El señor Heraldo Muñoz fue fundador del Grupo de Lima, el que no digamos que se formó para ir a conciliar posiciones y buscar el diálogo o acercamientos, todo lo contrario, yo creo que fue a agudizar las contradicciones y a apoyar a una parte que está en la contienda”, declaró Teillier. Muñoz, en respuesta al líder comunista, en otra entrevista, comparó la postura del PC chileno con la de quienes justificaron la dictadura cívico-militar en Chile.
Teillier recalcó que “lo que nosotros decimos es que se escuchen las dos partes (…) yo creo que lo que tiene que hacer en este caso la Comisionada de Derechos Humanos es mediar entre ambas partes para establecer el diálogo”.
En relación a las denuncias sobre tortura, el legislador comunista señaló que “si las hay, lo que nosotros decimos es que se especifique cuáles son exactamente, como también se hizo acá en Chile”.
La voz del oficialismo fue la del canciller Teodoro Ribera, quien señaló que “el Partido Comunista ha tenido respecto de Venezuela una política especial, que para nosotros es incomprensible”, misma visión que expresó la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, quien enfatizó que “cuando se quiere defender una dictadura de izquierda no se es demócrata y eso es lo que demuestra todos los días el Partido Comunista”.
Entre los aspectos más controvertidos del informe de 18 páginas elaborado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, se encuentra el hecho de que la mayoría de las entrevistas realizadas por la entidad -460 de un total de 558- fueron a venezolanos residentes en países como Argentina, Perú, Colombia, Ecuador, México, Chile y España.