Un duro diagnóstico respecto de la situación en la que se encuentra el Partido Socialista es el que hizo Germán Correa, ex ministro y dirigente de la colectividad quien, en las últimas elecciones internas, apoyó la lista encabezada por la diputada Maya Fernández.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el ex presidente socialista y ministro en varias ocasiones de los presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz Tagle) dijo que la confrontación interna de la colectividad y de los denominados “narcos redes” terminaron por coronar una crisis institucional que se arrastraba desde hacía años, siendo uno de los componentes “el clientelismo”.
Aquí hay un cuadro de transparencia y un cuadro de credibilidad del partido frente a la ciudadanía que quedó en evidencia, lo que produjo un cambio de carácter definitivo en la situación interna del PS, y eso, desgraciadamente, buena parte de la dirigencia ha mantenido el discurso y los planteamientos dentro del marco de lo que fue la competencia electoral.
Agregó Correa que “hay sectores que han tratado de banalizar y de minimizar en relación a las dinámicas de un proceso electoral que fue muy fuerte, pero esto ya superó hace rato aquello y si no se quiere entender eso, no se está entendiendo que el Partido Socialista esté enfrentando una de las crisis más graves de su historia –aparte de la dictadura- porque está de por medio nuestra credibilidad, nuestra legitimidad frente a la ciudadanía, ese es el gran tema, dijo en la entrevista el ex ministro de transportes”.
Para una solución a largo plazo o definitiva ”hay que ir más allá” de lo que pasa ahora. Así Correa se enfrentaría a la crisis al señalar que “yo diría que son varias medidas que debieran tomarse a fin de que predomine la absoluta transparencia, probidad, legitimidad dentro de las acciones de todos los dirigentes del Partido Socialista y, en particular, quienes lo conducen. Nosotros hace rato que lo hemos planteado, primero hay que enfrentar el problema más general que da origen a estas penetraciones de individuos indeseables en la militancia del partido, que es el clientelismo que se ha desarrollado como fenómeno en los últimos veinte y tantos años que, al final, todos lo permitimos porque, de alguna manera, los grupos internos de los partidos se beneficiaron de eso. Pero ese clientelismo ha adquirido un nuevo carácter, ahora con la penetración de personajes vinculados al narcotráfico y a la delincuencia dentro de los rangos partidarios”.
Las vías de solución de esta tremenda crisis sería implantar un mecanismo de filtrar previamente a quien desea entrar a militar en el partido .”Yo entré a militar en el PS el año 62 y uno tenía que pasar por un año de pre militancia en el que uno primero recibía formación política, segundo tenía que demostrar, con conductas concretas, que era digno de ser parte de la militancia del partido. Hoy día nada de eso existe”, recordó Correa.
Dijo seguidamente que esto permitiría atacar el fenómeno del clientelismo, luego limpiar el partido de quienes puedan aparecer vinculados con conductas delictuales y, también, hacer una revisión profunda de las cuentas, los gastos del PS. Hay una ley de partidos que nos lo exige, “hay fondos públicos que se están pasando que nos exige máxima transparencia en el uso de los recursos, y tenemos que dar garantías de eso”.
Señaló luego que “cuando hoy día las instituciones en este país están bajo serio cuestionamiento, las Fuerzas Armadas, el Poder Judicial, la Iglesia, etc. simplemente hay que ponerle atajo y cada uno en la esfera que le corresponde y, por lo tanto, hay muchas medidas que tomar que signifiquen modificar, sanear, fortalecer la institucionalidad del partido y nosotros tenemos un listado de exigencias que estamos haciendo a quienes conduzcan el partido en el próximo período”, agregó el ex ministro de Transportes.
¿Y el futuro?
Yo creo que eso sólo va a ser una demostración de esa mayoría, la de Elizalde, que obviamente ganó las elecciones, como lo reconocimos la noche misma de las votaciones. Lo que estaba en discusión era la validez del acto electoral en su conjunto, porque no habían actas, habían muchas irregularidades, pero nosotros, desde el primer momento, reconocimos que ellos tenían la mayoría y, para nosotros, fue un tremendo logro haber obtenido un tercio del Comité Central cuando no teníamos nada o muy poco.
“Una minoría jamás puede vetar a una mayoría, pero lo que sí puede suceder es que una mayoría abuse de la institucionalidad, abuse de su mayoría y le imponga a la minoría sus propios designios y decisiones. Aquí hay un tema mucho más profundo; un tema de credibilidad y legitimidad de los dirigentes, nosotros no estamos vetando a nadie, pero si esa mayoría, en su pleno derecho –porque lo tienen-, reeligen a las mismas personas que han estado conduciendo el partido y que lo han llevado a la situación desastrosa que estamos viviendo ahí, no se está asumiendo la responsabilidad con el nivel y profundidad de seriedad que se requiere y cada cual, en ese caso, tiene que hacerse responsable de las decisiones que tome.
El sociólogo indicó que “uno tiene derecho a plantear que ha sido una conducción ineficaz con respecto a un punto tan importante como aquel que pone en entredicho la credibilidad del partido frente a la ciudadanía chilena. Una cosa es si nos hubiese destruido la dictadura que nos perseguía, habría sido una muerte gloriosa del Partido Socialista, pero terminar así, de manera vergonzosa, sin haber sido responsables de enfrentar los tremendos problemas de credibilidad, de transparencia que hay en el partido, eso no es posible”.
El futuro del partido, de un partido que ha sido tan importante en la construcción democrática y en el cambio social profundo en nuestro país a través de toda su trayectoria va a estar en entredicho,
“La historia muestra que los partidos pueden durar muchísimos años después de vivir grandes crisis o después de perder arraigo ciudadano, pero pasan a estar en un estado permanente de irrelevancia y de insignificancia política a lo que ha sido arrastrado el Partido Socialista por su actual conducción. El futuro va a ser muy malo si no estamos a la altura del tipo de decisiones que tenemos que tomar. No es un tema contra Álvaro Elizalde ni contra las personas, es un tema de que esas personas como dirigentes no dieron el ancho y no lo van a dar en el futuro.