El nuevo presidente del Parlamento Europeo es el italiano David Sassoli, del grupo socialista.
Lagarde aparece en la foto de portada en una reunión con el presidenbte argentino Mauricio Macri en Buenos Aires negociando un crédito para Argentina destinado a ayudar al país sudamericano a superar sus graves problemas financieros
En la elección de las nuevas autoridades que encabezarán los principales organismos de la Unión Europea quedaron como “grandes ganadores” el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel, que seguirán siendo los pilares centrales del poder en esta influyente comunidad de naciones del «viejo mundo», a pesar que al final el acuerdo se aprobó por unanimidad pero con la única excepción de la abstención de Alemania debido a un desacuerdo entre los socios de la Gran Coalición entre democristianos y socialdemócratas.
Los dos principoales cargos en la estructura de la UE, serán ocupados por mujeres: en la Presidencia de la Comisión Europea asumirá la actual ministra de defensa de Alemania, la conservadora Ursula von der Leyen (foto izquierda); y en la Presidencia del Banco Central Europeo (BCE) la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde (foto derecha, ex ministra de economía durante el Gobierno francés de Nicolas Sarkozy), quien tiene muy buenas relaciones con el presidente de Argentina Mauricio Macri . Hasta ahora ninguna mujer había ocupado ni la presidencia de la Comisión ni la del BCE.
Según el diario El Español, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que ha actuado como representante de los socialistas europeos en la negociación, había forjado una alianza con Macron con el objetivo de frenar a Merkel y destronar a los populares europeos de la presidencia de la Comisión. Pero en el momento decisivo, el presidente francés «ha dejado tirado a Sánchez y ha pactado con Merkel a sus espaldas. Finalmente se ha conformado con un premio de consuelo: Su actual ministro del Exterior Josep Borrell será jefe de la diplomacia europea en sustitución de la italiana Federica Mogherini».
A pesar del comentario Sánchez declaró que «este acuerdo demuestra que España ha vuelto y ha vuelto con fuerza, representando la política exterior y de defensa común de la UE». El Español agrega que a pesar de lo que dice el jefe del Gobierno en Madrid, el cargo que asume Borrell es nulo en cuanto a poder y escasa influencia “ya que las decisiones en esta materia se adoptan por unanimidad y la voz cantante la llevan París, Berlín y hasta ahora también Londres.
El nombramiento de Borrell es una especie de compensación a Sánchez por haber perdido la batalla para colocar al candidato socialista, Frans Timmermans, como presidente de la Comisión.
Para lograrlo, se ha servido de una candidata sorpresa: Von der Leyen (60 años), quien recibió también el apoyo de los países del bloque del Este.
La otra gran sorpresa del reparto es la designación de la actual directora gerente del FMI, Christine Lagarde, como presidenta del Banco Central Europeo (BCE) en sustitución de Mario Draghi.
En su etapa en el FMI, Lagarde siempre ha defendido las medidas de estímulo monetario del BCE e incluso le ha animado a ir más allá, con lo que su nombramiento garantiza la continuidad del activismo de Draghi, que fue decisivo para salvar al euro.
El actual primer ministro en funciones de Bélgica, el liberal Charles Michel, será el próximo presidente del Consejo Europeo en sustitución de Donald Tusk. Por su parte, la presidencia de la Eurocámara se la repartirán socialistas y populares.
El Parlamento Europeo
El italiano David Sassoli, del grupo socialista, fue elegido este miércoles en segunda votación nuevo presidente del Parlamento Europeo tras fracasar el primer intento. Sassoli, periodista natural de Florencia, obtuvo 345 votos del total de 667 eurodiputados que emitieron un voto válidos. En segundo lugar fue elegido el conservador checo Jan Zahradil con 160 votos y tercera la líder verde alemana Ska Keller con 119 votos. Esta última, en su breve intervención para felicitar al nuevo presidente, recordó la situación de Oriol Junqueras, que se ha visto impedido de asumir como eurodiputado por vivir exiliado fuera de Cataluña e instó a Sassoli a ocuparse del caso para que el eurodiputado catalán pueda ver restaurados sus derechos como parlamentario en Estrasburgo. Es lo que ocurre también con el líder separatista catalán Carles Puigdemont quien ayer entregó un mensaje de abierto desafío a la Unión Europea ante los últimos reveses jurídicos sufridos por el independentismo, la falta de apoyo político y su propia imposibilidad –y la de Toni Comín y Oriol Junqueras– de tomar posesión como eurodiputados en Estrasburgo.
Desde la localidad de Kehl (Alemania), en la orilla derecha del Rin, a pocos kilómetros de la capital alsaciana, el expresidente envió un breve mensaje de vídeo a los cerca de 10.000 independentistas congregados según la organización en el frontis del Parlamento Europeo. Puigdemont insistió en que la UE necesitaba “un reforzamiento democrático. De esta manera no nos interesa esta Europa –dijo–. Una Europa en la que los buenos, las voces plurales de los ciudadanos, no sólo no sean escuchadas sino que no tengan los derechos garantizados, no es nuestra Europa”.
El expresident centró sus ataques en el presidente saliente de la Eurocámara, el italiano Antonio Tajani, e instó a quien le suceda, en este caso también al italiano David Sassoli, a “corregir la deriva de represión y de regresión, de limitación democrática”. Según Puigdemont, el Parlamento Europeo debe resistirse ante “cualquier tendencia de los estados y de los poderes a secuestrar el derecho a la democracia que tienen los ciudadanos”. “Sin respeto al voto de los ciudadanos no hay democracia posible”.
Antes de Puigdemont habló también en vídeo el exconseller Comín. “Los exiliados no tenemos miedo, los presos no tienen miedo”, explicó Comín a la multitud, que llevaba varias horas a pleno sol, soportando un intenso calor. El abogado de Puigdemont, el chileno Gonzalo Boye, sí cruzó la frontera para aclarar que los dos eurodiputados habían decidido finalmente no pasar al otro lado del Rin y presentarse en Estrasburgo, por el temor de ser detenidos en suelo francés si España reactivaba la euroorden.
La historia de Sassoli
El flamante presidente de la Eurocámara Sassoli recordó que su padre combatió, con 20 años, en la II Guerra Mundial y que su madre fue una refugiada. “El nacionalismo ha envenenado nuestra historia”, subrayó, e instó a estar alerta para que los mismos errores del pasado no se repitan. “El nacionalismo produce virus que pueden generar conflictos destructivos”, añadió.
Sassoli tuvo palabras para los eurodiputados británicos. Dijo que respetaba su posición sobre el Brexit y la decisión soberana del pueblo británico, si bien admitió que “es doloroso” pensar que Londres puede alejarse de París, Roma, Berlín o Madrid. También hizo una referencia a la sangre derramada por los soldados británicos en las playas de Normandía para liberar a Europa del nazismo.
El discurso de Sassoli tuvo un tono de izquierdas cuando abordó asuntos como la inmigración y la gestión de la economía. “La protección social es parte de nuestra identidad”, afirmó. También hizo mucho hincapié en que la dignidad de la persona es sagrada, que “nadie puede tapar la boca a los opositores” ni nadie puede ser condenado por sus convicciones políticas o religiosas. Constató los avances en los derechos de las mujeres, aunque pidió que se vaya más allá: “Es un buen resultado pero queremos más”.
Para el nuevo presidente del órgano legislativo comunitario, la Eurocámara, y la UE en general, debe ser ambiciosa. “Nadie puede contentarse con conservar lo existente”, resaltó, al tiempo que enumeraba los grandes desafíos que deben abordarse en los ámbitos del cambio climático, las migraciones, los nuevos equilibrios mundiales. Se necesita, según él, “una gran sabiduría y máxima audacia”. En el discurso hubo una alusión a la riqueza cultural de los países europeos, grandes y pequeños, un patrimonio que debe mimarse porque se trata de custodiar “tesoros únicos en el mundo”.