Por Gonzalo Mingo Ortega
Todo estaba controlado hasta el minuto 73, se trataba de un partido luchado y parejo con pocas llegadas a los pórticos y sin ninguna situación real de peligro para ambos equipos. Cuando ingresa intempestivamente el intruso disfrazado de gallina, esto lamentablemente desconcentró a la ROJA, que tuvo que dedicarse durante 5’ a defender a Gonzalo Jara, quien fue el que, con una zancadilla y no una patada detuvo al hincha. Los uruguayos aprovecharon la oportunidad y encabezados por el “irresistible” Luis Suárez pedían la expulsión de Jara, quien se acordó de la cumbia, y dijo “La Gallina No…”
Esta situación, junto con el cambio innecesario del técnico Reinaldo Rueda, que saca a Eduardo Vargas e ingresa Junior Fernándes, queramos o no cambió radicalmente los últimos 20’ del encuentro, en que Chile se desoriento y confundió. En mi opinión, no entiendo porque tanta insistencia con Junior Fernándes, no logro captar cuál es su real aporte. No cabe duda que debe ser un buen muchacho y además simpático, pero de ahí a ser una alternativa, hay mucha distancia, sería bueno que Rueda explicara este tema un poco más en profundidad. Salvo un problema físico a un goleador histórico como “Edu” Vargas no lo puedes sacar.
Para cualquier rival, la preocupación y atención que genera Eduardo Vargas, (29) que, por la selección chilena ha disputado 86 partidos y ha marcado 38 goles, no es la misma que provoca Junior Fernándes (31) que ha participado en 11 partidos y no ha convertido ningún gol por la roja, y solo se le “destaca” una “bicicleta” irresponsable al final de un partido ante Perú que nos costó el gol y la derrota, por las eliminatorias de Brasil 2014, en el debut de Jorge Sampaoli en la banca nacional. Como declaro Johnny Herrera, “estas mochilas son difíciles de olvidar” y son tu sombra de por vida, agregaría yo.
No vamos a descubrir ahora a los uruguayos que de oficio sí que saben, por algo la historia los avala. Los charrúas “olfatearon” que Chile no era el mismo después del episodio de la “gallina” y que ya no estaban ni Medel ni Vargas. Entonces “apretaron” nada más que un poco y a consecuencia de esto, a los 82’ llego el gol de cabeza de Edinson Cavani, producto de una desinteligencia de la defensa chilena, que me atrevería a decir, la única del partido. No quiero cargarle la mano a Junior, pero en esta jugada, descuido la marca a Rodriguez en la habilitación al goleador Cavani. Del gol uruguayo en adelante, hasta el final del encuentro (últimos 12’), no se jugó más y fue una seguidilla de “zambullidas”, reclamos y teatralidad, situaciones que los uruguayos manejan a la perfección.
Abstrayéndonos a todo lo anterior, la presentación de nuestra selección fue más que aceptable, considerando las “incrustaciones” de Oscar Opazo, Paulo Diaz, Pedro Pablo Hernández, Guillermo Maripan y la reincorporación atinada de Gonzalo Jara. Esto nos llevaría a decir que en el remozado y espectacular Maracaná, Chile ante 58.000 espectadores presento su selección B.
Este viernes en Sao Paulo, por el paso a las semifinales, nos toca Colombia, selección que clasificó con canasta limpia en su grupo. Los dirigidos por el portugués Queiroz, se han transformado en los inesperados favoritos, realidad que a mi entender favorece a Chile.
Para este compromiso serán de la partida y estarán de vuelta, Jean Beausejour, Arturo Vidal, Gary Medel, Mauricio Isla y el Chapa Fuenzalida que son los titularizamos, complementados con el gran nivel mostrado por Erik Pulgar, Alexis Sánchez, Charles Aránguiz y Edu Vargas, lucharan y dejaran todo en la cancha por el triunfo de nuestra selección. Colombia sabe que será un partido muy difícil y tenso, por lo tanto, doy por sentado que no querrán tomar el café muy cargado después del encuentro.