Por Walter Krohne
Donald Trump incrementa innecesariamente la presión bélica en el mundo, lo que preocupa a regiones como las del Golfo Pérsico y la caribeña. Cuestionamientos serios sobre la política ofensiva estadounidense van y vienen y muchos se preguntan ¿qué busca el Presidente de Estados Unidos? ¿una nueva guerra?
El caso iraní del dron naval estadounidense derribado hace una semana por los “Guardianes de la Revolución” iraníes no tiene hasta ahora una clara explicación. Tras este hecho Trump ordenó atacar militarmente a Iran, lo que echó pie atrás solamente diez minutos antes que ocurriera.
Este martes Iran respondió con dureza la decisión de Estados Unidos de imponer sanciones al líder supremo y máxima autoridad de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei. El presidente iraní, Hasan Rohani (foto derecha), acusó a Washington de mentir cuando dice que desea negociar con Teherán, e incluso ha abandonado su habitual estilo moderado al achacar la actual crisis al “retraso mental” de la Casa Blanca. La República Islámica responsabiliza a Washington de haber cerrado “definitivamente” la vía diplomática.
Rohani trató de minimizar el impacto de las nuevas sanciones, pero las duras palabras con que reaccionó, e incluso el hecho de que se transmitieran en directo por televisión, revelan el malestar que las medidas han suscitado en todos los sectores del régimen iraní. “A la vez que [ustedes] nos invitan a negociar, intentan sancionar al ministro de Asuntos Exteriores. Es evidente que están mintiendo”, dijo el mandatario iraní.
Este lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un decreto que impone sanciones contra el líder supremo, su equipo y ocho altos mandos de la Guardia Revolucionaria. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, declaró que eso supone congelar “decenas de millones de dólares en activos” y adelantó que planean añadir a la lista al jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, antes de que concluya esta semana.
El presidente iraní, un político considerado pragmático que ganó dos elecciones con la promesa de abrir su país al mundo, se refirió a las últimas medidas como un signo de desesperación de Washington. También aseguró que van a fracasar porque el líder supremo no tiene bienes en el extranjero.
Cuba se convierte de nuevo en otro punto de conflicto militar
Las acciones desmedidas de Trump contra Cuba es otro punto de preocupación internacional. Son nuevas sanciones económicas que esta vez incluyó la prohibición del arribo de buques cruceros procedentes de Estados Unidos a los puertos cubanos, lo que significará un daño económico mayor para el gobierno y el pueblo de este país caribeño.
En respuesta, ha llegado a La Habana, en reemplazo de los buques de turismo, un buque de guerra ruso que seguramente se quedará allí para amedrentar al «Estados Unidos del Sr. Trump».
Se trata de uno de los buques de guerra más avanzados de la marina rusa, la fragata ”Almirante Gorshkoy” que entró en servicio hace sólo un año y que tiene su base en el puerto ártico de Severomorsk” y forma parte de la Flota del Norte de Rusia.
Esta nave es acompañada por el buque logístico multifuncional Elbrus, el petrolero de medio mar “Kama” y el remolcador de rescate Nikolai Chiker, según la marina rusa.
El Almirante Gorshkov cruzó a través del Canal de Panamá hacia el Mar Caribe alrededor del 18 de junio. El grupo naval ha recorrido una distancia de más de 28.000 millas náuticas desde que salió de Severomorsk en febrero, con paradas en China, Djibouti, Sri Lanka y Colombia.
El grupo naval fue recibido con un saludo de 21 disparos de las fuerzas cubanas estacionadas en la entrada a la Bahía de La Habana. El «Almirante Gorshkov» respondió con su propio saludo. Rusia no ha proporcionado detalles sobre el propósito de su viaje, pero el Kremlin se ha movido para reforzar la capacidad militar de Rusia en medio de las tensiones con Occidente tras la anexión de Crimea en 2014, según publican algunos medios.
La noticia de la entrega de Moscú a la isla cubana de unos 50 millones de dólares para reforzar su aparato bélico, conocida en febrero de este año, sorprendió a los cubanos que ya tienen a sus espaldas una larga historia de Guerra Fría.

El presidente cubano Miguel Díaz Canel aparece con el presidente ruso Vladimir Putin, en Moscú.
Las fuerzas armadas rusas han recibido cientos de nuevos aviones y docenas de buques de guerra en los últimos años como parte de un amplio programa de modernización militar que permitió a Moscú proyectar el poder armamentista en el extranjero. A medida que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se han hundido a los niveles más bajos desde la Guerra Fría, Moscú ha estado considerando otros pasos para impulsar su presencia global.
Una base aérea y una instalación naval en Siria son actualmente los únicos puestos militares de Rusia fuera de la antigua Unión Soviética, pero los militares rusos han hablado repetidamente sobre los planes para negociar acuerdos para que los buques de guerra y aeronaves rusos utilicen puertos y bases aéreas extranjeras. Así lo hicieron ya con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro
Base rusa en Venezuela
A fines de 2018 Rusia comenzó las negociaciones con Nicolás Maduro para instalar una primera base militar en el Caribe desde los tiempos de la URSS, luego de llegar a un acuerdo con Venezuela, según un reporte publicado por el Diario de Cuba y confirmado por la agencia oficial rusa TASS. Sería una base aérea estratégica con aviones Tu-160 para defender una eventual invasión militar contra el régimen de Nicolás Maduro, como ha amenazado el presidente Donald Trump.
La declaración de Pompeo por twitter, tuvo la respuestadel ministro del Exterior de Venezuela, Jorge Arreaza, quien calificó como cínicas las críticas de Estados Unidos a la cooperación con Rusia en materia militar luego de que arribaran a Caracas unos bombarderos rusos.
Arreaza consideró además de insólito que EE UU cuestione el derecho de Venezuela a la cooperación en defensa y seguridad con otros países, sobre todo luego de que el presidente de EEUU, Donald Trump, amenazara públicamente con una intervención militar en su país.
Por su parte, Rusia calificó entonces de absolutamente inadecuadas y «muy poco diplomáticas» las declaraciones de Pompeo en las que decía que el envío de dos bombarderos estratégicos rusos es dilapidación de dinero público por «dos gobiernos corruptos».
PREOCUPACIÓN REGIONAL
El Túpolev Tu-160 «Cisne blanco es un bombardero pesado supersónico de geometría variable desarrollado por Túpolev en la Unión Soviética. Fue el último diseño soviético de bombardero estratégico, siendo el avión de combate más pesado y el mayor avión supersónico construido del mundo. Entró en servicio en 1987 y continúa activo en la Fuerza Aérea Rusa con un total de 16 unidades.
La cooperación militar entre Rusia y Venezuela, resulta «bastante problemática» y tiene la pretensión de incomodar a otros países de la región, incluso de Europa, aseguró la especialista venezolana en temas militares y presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel.