El ojo financiero del chileno-croata Andrónico Luksic siempre lo coloca en el lugar preciso, donde está el dinero. Antes de asumir Donald Trump en la Casa Blanca, el millonario chileno adquirió una mansión en Washington avaluada en unos 5,5 millones de dólares (unos  3.751.000.000 de pesos) solamente como una inversión entre todas las que tiene repartidas por el mundo y una agencia suya la ofreció como arriendo habitacional de alto nivel (super lujo) y lo consiguió rápidamente tras llegar a vivir a la capital estadounidense dos acaudalados que eran nada menos que Jared Kushner e Ivanka Trump, el yerno y la hija del Presidente de Estados Unidos Donald Trump.

Hija de Trump,Ivanka, y su esposo judío

Según la versión publicada este martes por el The New York Times, la transacción de compra y alquiler de la mansión  fue concretada por Rodrigo Terré, presidente de la oficina de inversiones de la familia Luksic en Washington D.C.

Esta operación inmobiliaria le abrió indirectamente a Luksic las puertas de la Casa Blanca de par en par. Y esto porque la principal empresa del chileno Antofagasta Minerals  mantenía en carpeta un proyecto cuprífero que había sido rechazado por el Gobierno anterior del presidente  Barack Obama por cuestiones medioambientales. Este importante detalle había hecho muy impopular la oferta de Luksic entre los medioambientalistas.

El proyecto de construcción de una mina de cobre se ubica geográficamente  cerca de una zona silvestre con abundante vegetación, bosques y lagos en Minnesota, especialmente las Boundary Waters (aguas fronterizas), una extensa área 400.000 hectáreas localizada a lo largo de la frontera con Canadá que es protegida por el gobierno federal.

Y justamente por esto era negativo desde el punto de vista ambiental y, por lo tanto, el proyecto estaba perdiendo fuerzas en  los últimos meses del gobierno de  Obama.

 

Sin embargo, la elección de Donald Trump como presidente, y su inclinación hacia los negocios, resultó ser una gran ayuda para la iniciativa, como explica el diario estadounidense.

Así, desde las primeras semanas de la presidencia de Trump, el gobierno trabajó para resolver los obstáculos que enfrentaba el propietario de la mansión que alquilaba la hija del Presidente, según el diario dice constar en diversos correos electrónicos y calendarios gubernamentales.

Los correos electrónicos muestran que ejecutivos de la compañía minera chilena Antofagasta Minerals discutieron el proyecto con altos funcionarios del gobierno estadounidense, incluido el principal asesor de  energía de la Casa Blanca y luego se concentraron en la implementación  de las concesiones que no fueron renovadas por el gobierno de Obama.

Entretanto, el Servicio Forestal canceló una inspección ambiental que pudo haber restringido las actividades mineras, a pesar de que el secretario de Agricultura le dijo al Congreso que sí se realizaría esa revisión.

Un portavoz del Departamento del Interior dijo que lo que se hizo fue rectificar “una decisión fallida que fue presentada con prisas” antes de que Trump asumiera el cargo, sorprendiendo a los funcionarios por el repentino cambio sobre el proyecto de Minnesota, que no fue nunca un tema importante en la campaña presidencial de Trump.

The New York Times agrega que para la familia del multimillonario Andrónico Luksic, que controla el conglomerado chileno, el cambio en esa política podría ofrecer un gran impulso a su negocio minero global.  Según documentos federales, desde el cambio de gobierno, Twin Metals (subsidiaria de Antofagasta Minerals) ha incrementado de manera significativa su lobby  en Washington, en el que ha gastado 900.000 dólares.

The Wall Street Journal informó por primera vez sobre la compra de la mansión por parte de Luksic en Washington ya  en marzo de 2017. En ese entonces, Twin Metals demandaba al gobierno federal por las concesiones mineras, pero el rumbo del gobierno de Trump sobre la mina en ese entonces solamente había comenzado a tomar forma.

La oposición al proyecto ha ido creciendo en los últimos meses, especialmente por la relación que existe entre la mansión de Luksic, los arrendatarios que son la hija  y el yerno de Trump y la historia de déficits medioambientales del mismo. Un grupo que se opone a la mina en Minnesota conocido como “Save the Boundary Waters” calificó el acuerdo de alquiler como “profundamente problemático” y se ha agarrado de ese hecho para sembrar dudas sobre las acciones del gobierno frente al polémico proyecto del millonario chileno.

Pero una vocera del Departamento del Interior se adelantó a aclarar: “ni Kushner ni Ivanka Trump han estado involucrados en las negociaciones sobre la mina del Sr Luksic.

La compañía ha invertido más de 450 millones de dólares en el proyecto, operado por la subsidiaria Twin Metals Minnesota. Dice que el proyecto generará cientos de trabajos en el sector minero, en una región  que ha perdido un cuarto de sus trabajos de minería desde el año 2000. “La industria minera genera un efecto tsunami para la comunidad en relación con los empleos, las escuelas, todo”, dijo Andrea Zupancich, alcalde de Babbitt, una población de 1.500 habitantes ubicada cerca del proyecto minero.

Cuando el gobierno de Barack Obama se movilizó para bloquear el proyecto en 2016, Twin Metals presentó una demanda. En ese entonces, la compañía dijo a través de un comunicado que la decisión gubernamental amenazaba empleos y que “impediría el acceso a una de las fuentes de cobre, níquel y platino más grandes del mundo, recursos de importancia estratégica para la economía y la defensa nacional de Estados Unidos”.

Críticos de la familia Luksic dicen que tenían sospechas sobre las inversiones en Washington debido al pasado de Luksic en Chile, donde ha enfrentado acusaciones de intentos por ganar la amistad de los familiares de la expresidenta chilena Michelle Bachelet. La familia Luksic, una de las más acaudaladas del mundo, tiene intereses que abarcan bancos, manufacturas, energía, transporte y cerveza.

Luksic fue atacado por reunirse con el hijo y la nuera de Bachelet, que contendía para ser presidenta de Chile en ese entonces, mientras buscaban un préstamo de 10 millones de dólares para su compañía de parte del Banco de Chile, que es controlado por el conglomerado familiar Luksic. Después de la elección de Bachelet en 2013, el banco aprobó el préstamo. Este hecho se registra en Chile como el caso Caval que comenzó en 2015 cuando el hijo de Bachelet estaba a cargo de las entidades y fundaciones sociales y culturales del Palacio de La Moneda.

Un portavoz de Bachelet dijo que una investigación sobre la reunión no condujo a la formulación de ningún cargo, pero en Washington se compara este hecho con el alquiler de una mansión a la hija y yerno del Presidente Trump. En una “maniobra” para acercarse al hombre más poderoso del mundo.

Twin Metals logró otra victoria en septiembre cuando el Servicio Forestal suspendió su estudio medioambiental en el lugar del proyecto minero en Minnesota. Un portavoz de la agencia dijo que había determinado que ni el estudio ni la prohibición eran necesarios.