El mismo Donald Trump reconoció este viernes que había ordenado la noche antes atacar a Iran por haber derribado un dron militar espía de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, pero diez minutos antes canceló la operación poniendo nuevamente en riesgo a la importante región petrolera del mundo (leer en KRADIARIO).
El ataque ordenado por Trump iba a ser selectivo contra objetivos como radares y baterías de misiles instalados en territorio iraní.
Si bien antes lo había dicho el diario The New York Times, el mismo Trump confirmó en su cuenta de Twitter que, en efecto, había diseñado un ataque pero decidió pararlo porque le parecía desproporcionado frente a lo ocurrido con el dron naval-militar estaodunidense derribado este jueves por Iran.
«Estábamos preparados para responder desde tres posiciones cuando pregunté cuántos morirían. ‘150, señor’, fue la respuesta de un general diez minutos antes de la ofensiva”.
“No era proporcionado al derribo de un dron no tripulado. No tengo prisa. Nuestro Ejército está renovado y preparado para actuar, y es de lejos el mejor del mundo. Las sanciones están haciendo efecto y ayer se añadieron más. Iran jamás debe tener armas nucleares, ni contra Estados Unidos ni contra el mundo», escribió Trump en su cuenta twittera.
Según la prensa estadounidense los halcones como Mike Pompeo, secretario de Estado, o John Bolton, consejero de Seguridad, sí apoyaban el ataque.
Por otra parte, el régimen iraní también ha hecho este viernes una exhibición similar de fuerza y autocontrol combinados cuando la Guardia Revolucionaria ha respondido a Trump diciendo que ellos tuvieron en su punto de mira a un avión militar de EE UU con 35 personas a bordo y decidieron no derribarlo. Horas antes fuentes oficiales iraníes confiaron a la agencia Reuters que el mandatario estadounidense advirtió a la República Islámica de un «ataque inminente».