La autora chilena e intelectual marxista Marta Harnecker murió la última semana sin poder conocer la revolución latinoamericana por la que ella luchaba basada en su teoría del materialismo histórico, ni tampoco vencer un cáncer que la llevó a la muerte. Murio el viernes último en Vancouver, Canadá.
Harnecker era una de las principales investigadoras de experiencias de transformación social en Latinoamérica. Escribió numerosos libros, ensayos y artículos. Era psicóloga que se hizo conocida en el mundo de la izquierda en los años sesenta y setenta con la publicación de su obra central titulado “Los conceptos elementales del materialismo histórico”, considerado aún hoy como uno de los manuales de marxismo más reproducidos en el continente, con 67 ediciones.
La última vez que Harnecker visitó Chile fue en 2016 cuando viajó por el centro y sur del país, para promocionar otro de sus libros “Planificando para construir una organización comunitaria”. Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco y Punta Arenas fueron las ciudades que recorrió la activista.
Sus ideas tuvieron influencia en algunos países y universidades como en la revolución chavista de Venezuela.
Algunas de sus teorías o conceptos de desarrollo sólo en titulares
- La concepción socialista de la sociedad no parte, como lo hace el capitalismo del hombre como ser individual, del hombre aislado, separado de los demás, sino del hombre como ser social, del hombre que no puede desarrollarse a sí mismo si no se desarrolla con otros.
- Lo que existe son personas concretas que viven y dependen de otras personas, que se asocian y organizan de diferentes maneras con otras personas en comunidades y organizaciones en las cuales y por medio de las cuales realiza sus intereses, sus derechos y sus deberes.
La sociedad que queremos construir tiene como meta el pleno desarrollo humano.
- Este pleno desarrollo humano no se decreta desde arriba, no cae del cielo, sólo se logra cuando al transformar las circunstancias las personas se transforma así misma.
- Es la participación, el protagonismo en todos los espacios lo que permite al hombre, crecer, ganar en autoconfianza, es decir, desarrollarse humanamente.
- Por eso, no se trata sólo de otorgar un contenido social a la democracia, de resolver problemas sociales del pueblo: alimentación, salud, educación, etcétera, sino —como decía Alfredo Maneiro— de transformar la forma misma de la democracia creando espacios que permitan que las personas, al luchar por el cambio de las circunstancias, se vayan transformando a sí mismas.
- El paternalismo de estado es incompatible con el protagonismo popular. Conduce a transformar a la gente en mendigo.
- 8.- Pero para lograr ese autogobierno del pueblo es necesaria una etapa de transición en que en que los alcaldes, los equipos de participación de las alcaldías, los facilitadores, gobiernen con la gente, para que tanto la gente como ellos aprendan a gobernar.
- Creo que uno de los errores de la Ley de los consejos comunales fue haber eliminado los equipos promotores externos.
- La participación no se decreta desde arriba, ni nace de un día para otro. Se requiere de un largo proceso Y ese proceso podrá ser más breve si la gente recibe un apoyo externo.
- Apoyo (externo) que no suplanta, sino facilita, que descubre las potencialidades de la gente y las encamina, ahorrando el proceso de aprendizaje por ensayo y error.
- Pero no basta con valorar positivamente la participación en abstracto, no basta con estar dispuestos a gobernar con el pueblo, a que el pueblo asuma el poder. Esto puede quedarse en meras palabras si no se crean los espacios adecuados para que puedan darse lo más plenamente posible los procesos participativos, tanto en los lugares donde las personas habitan como en los lugares donde las personas trabajan o estudian.
- Sólo si se crea un sistema social basado en la autogestión de los trabajadores en sus centros de trabajo y en las comunidades donde habitan, el estado dejará de ser un instrumento por encima del pueblo al servicio de unas elites, para transformarse en un estado conformado por las mejores mujeres y hombres del pueblo trabajador.
- Por eso es tan importante la iniciativa del gobierno bolivariano de crear los consejos comunales. Y urge avanzar en la creación de espacios de participación en los centros de trabajo, teniendo claro que la plena participación de los trabajadores sólo se logrará allí donde exista la propiedad social. La idea de crear consejos de trabajadores y consejos estudiantiles va en este sentido.
- No es fácil luchar contra la cultura heredada egoísta, del sálvense quien pueda.
- Contra la cultura paternalista que nos hace esperar del estado las soluciones en lugar de organizarnos para conseguir la solución de nuestros problemas.
- Luchar contra el consumismo que nos lleva a pensar en que si tenemos más somos mejores, en lugar de sentirnos mal por tener cosas superfluas mientras hay quienes muy cerca de nosotros no tienen lo mínimo para vivir dignamente.
- Y lo más grave es que el afán de consumo lleva a muchos a buscar los trabajos mejor remunerados aunque en ellos no pueda realizarse como ser humano, o a trabajar 16 horas para poder tener más dinero para comprar, con lo que queda poco o nada de tiempo para participar.
- Hay problemas, soluciones y iniciativas que son competencia del consejo comunal, pero hay otras que trasciende ese espacio hacia el barrio o urbanización, la parroquia, el municipio, el estado y el país como un todo.
- En esos espacios mayores es imposible la democracia directa, es necesario establecer algún tipo de representación o delegación.
- Como sabemos la democracia directa surgió en Atenas, una ciudad que entonces tenía alrededor de 300 mil habitantes donde sólo una décima parte eran considerados ciudadanos, es decir, unas 30 mil personas. Las mujeres y los esclavos eran excluidos de la participación democrática.