Si hay un personaje en el mundo que le está abriendo cada vez más las puertas a Rusia para que intervenga en los asuntos latinoamericanos, como Cuba, Venezuela y Nicaragua, ese es el mismísimo presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Tras los escándalos conocidos en Londres de este político que preside la mayor potencia del mundo, con actitudes groseras e intervenciones inadecuadas en la política interna de Europa en su reciente visita al Reino Unido, ahora, tras Irán y China, la guerra comercial de EE UU ha vuelto a Cuba. Desde hoy está prohibido para los estadounidenses viajar a Cuba por avión o buques de cualquier tipo, incluido los cruceros, afectando con la medida a miles de turistas en el mundo que han planificado para este verano estadounidense y europeo viajar a la esa isla caribeña.
Las medidas de Trump a partir de este miércoles consisten en prohibir los cruceros a Cuba y restringirá las visitas culturales de los ciudadanos estadounidenses, en un nuevo intento por asfixiar a la economía cubana y responder a su «papel desestabilizador» en Latinoamérica.
Las medidas están destinadas a endurecer el embargo comercial a la isla y buscan presionar a La Habana para que retire su apoyo al régimen chavista venezolano de Nicolás Maduro.
En un comunicado, el Departamento de Estado aseguró que el objetivo es acabar con el «turismo velado» que, a su juicio, «ha servido para llenar los bolsillos de los militares cubanos, que son la misma gente que apoya a Nicolás Maduro en Venezuela y que reprime al pueblo cubano en la isla».
Así, a partir de este miércoles estarán prohibidos los viajes culturales y educativos de contacto con el pueblo cubano, conocidos en inglés como «people to people» y que permitieron a miles de estadounidenses visitar la isla tras el deshielo iniciado en 2014 por el presidente Barack Obama y su homólogo cubano Raúl Castro.
Por regla general, los estadounidenses tienen prohibido hacer turismo en Cuba, pero hasta ahora podían viajar si cumplían con algunas de las doce categorías existentes: visitas gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos, entre otros. Ahora, esas categorías quedarán reducidas a once debido a la eliminación de la clasificación «people to people».
No obstante, las normas incluyen una excepción: se permitirán aquellos viajes educativos en esa categoría siempre que los viajeros ya hayan completado una transacción (como la compra de un vuelo o la reserva de un hotel).
Organizaciones afectadas
Los grandes perjudicados por esa medida serán instituciones como la National Geographic, el grupo de museos Smithsonian o el Museo Metropolitano de Nueva York (MET), que organizaban viajes culturales a Cuba, explicó Christopher Sabatini, experto en Latinoamérica en la Universidad de Columbia.
La organización Cuba Educational Travel, dedicada a organizar viajes culturales a la isla y una de las afectadas por estas medidas, las calificó de «desafortunadas» y aseguró que tienen una finalidad electoralista dirigida a los votantes del estado estadounidense de Florida.
Esta prohibición «es terrible para las compañías estadounidenses que están proporcionando empleo y pagando impuestos en los EEUU y al tiempo imprimen un impacto económico en la isla», aseguró en un comunicado Collin Laverty, presidente de Cuba Educational Travel.
Las medidas de Trump incluyen, además de las visitas de cruceros, yates y botes privados, así como de aviones privados y corporativos a Cuba.
En este caso, algunos de los mayores perjudicados serán las grandes cadenas de cruceros, como Carnival, con sede en la ciudad de Doral, al oeste de Miami, y que ya canceló todo tipo de reservas o compras de pasajes.
Impacto para los pequeños comerciantes de Cuba
entro de Cuba, las medidas impactarán a los trabajadores autónomos y a los restaurantes privados o «paladares», que habían florecido tras flexibilizarse las restricciones de viajes después del acercamiento en 2014 entre los dos países.
La lista de damnificados también incluye a los artesanos cubanos que vendían arte a los turistas y aquellos particulares que ofrecían recuerdos y artesanías, explicó a la agencia española EFE el abogado Robert Muse, experto en la legislación estadounidense sobre la isla.
A pesar de las nuevas restricciones, los vuelos comerciales regulares, que se reanudaron en 2016 tras más de medio siglo, podrán seguir operando entre los dos países.
Según explicó a Efe una portavoz del Departamento de Estado, el Ejecutivo ha decidido mantener los vuelos comerciales porque suelen ser usados por los cubanoamericanos para visitar a sus familias en la isla, mientras que los cruceros quedarán prohibidos porque se usan para hacer turismo.
En la práctica, las medidas golpean con mayor fuerza al sector turístico de la isla, que es la segunda fuente de ingresos de divisas del régimen cubano, solo precedido por la exportación de servicios profesionales.
Según cifras del Ministerio cubano de Turismo, en el primer cuatrimestre de este año, EE UU era el segundo mercado emisor de visitantes a Cuba con 257.500 personas hasta abril para un crecimiento interanual de 93,5%, pese a que legalmente los estadounidenses no tienen permitido viajar a la isla como turistas.
De esos viajeros, el 55% llegó al país caribeño en crucero, una modalidad que creció el 48% respecto al año anterior.
Reacción y rechazo en Cuba
En Twitter, el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, rechazó estas medidas y vaticinó su fracaso: «Fracasarán otra vez».
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump ha endurecido la política hacia Cuba con sanciones a los hoteles de la isla, reducciones del personal diplomático y la activación de una ley que permite demandas en tribunales estadounidenses por bienes expropiados tras la llegada al poder del fallecido dictador Fidel Castro en enero de 1959.
Rusia aprovecha la “genial idea” de Trump para duplicar ayuda a Cuba
El Gobierno ruso prometió esta semnana ayudar a Cuba para hacer frente a las sanciones estadounidenses, lo que ya se concretó durante la visita a Rusia que realiza del vicepresidente cubano, Ricardo Cabrisas.
«Les prestaremos todo tipo de ayuda», aseguró el viceprimer ministro ruso Yuri Borísov en una reunión con Cabrisas.
Borísov, como informó la agencia rusa Interfax, subrayó que Moscú y La Habana están unidos por «tradicionales lazos de amistad» y que Cuba es un socio clave para Rusia en la región de América Latina y el Caribe, al tiempo que reconoció que la situación creada por las restricciones estadounidenses es compleja.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, afirmó que la medida busca hacer frente al «papel desestabilizador» de Cuba en Latinoamérica, especialmente por su apoyo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega.
Mientras, Borísov recordó que Rusia, otro fiel aliado del régimen de Maduro, ya participa en numerosos proyectos en materias de energía, metalurgia, infraestructura y transporte en Cuba. Agregó que su país suministra equipos para el desarrollo del ferrocarril cubano y ha establecido contactos para la cooperación en la biofarmacéutica.
Cabrisas, por su parte, se congratuló por un aumento del intercambio comercial entre ambos países, que hace poco apenas alcanzaba los 200 millones de dólares, y calificó de «estratégicas» las relaciones entre ambas naciones.
Previamente, el vicepresidente cubano se reunió en Moscú con el ministro de Agricultura ruso, Dmitri Pátrushev, con quien acordó fomentar la cooperación en ese sector, tal y como refleja un comunicado de la cartera rusa difundido al término de la reunión.
El embajador cubano en Moscú, Gerardo Peñalver Porta, a su vez informó por Twitter que durante el encuentro con Pátrushev se constató el «sostenido aumento» de la participación del sector agrícola en el intercambio bilateral.
Cabrisas se entrevistó además con el ministro de Transporte de Rusia, Yevgueni Ditrij, con el que repasó los proyectos conjuntos, en especial en la rama ferroviaria, según la embajada cubana.
Esta es la segunda visita del vicepresidente cubano a Rusia este año, ya que el pasado enero viajó a Moscú para abordar asuntos relativos a la cooperación bilateral, que Cuba busca ampliar para superar sus endémicos problemas de escasez, desabastecimiento y déficit en la balanza de pagos.
Entonces, Borísov, quien visitó Cuba en octubre pasado, ya prometió la ayuda rusa a la isla para modernizar su red ferroviaria, un proyecto de siete años por valor de unos 2.000 millones de euros, según versión de la agencia EFE.
Reacciones en Miami
El endurecimiento de las restricciones de Trump a los viajes con destino a Cuba tuvo un fuerte impacto en el exilio cubano radicado en el sur de la Florida, en donde se produjeron diversos pronunciamientos, como informa el Diario Las Américas de Miami.
Según el congresista Mario Díaz-Balart, los llamados viajes de “personas a personas” en grupo, que fueron autorizados durante el Gobierno de Barack Obama “pueden haber cruzado la línea del turismo ilegal”. Sin embargo, advirtió que “todavía hay doce categorías de viajes legales a Cuba”.
Los argumentos expuesto por el Departamento del Tesoro de EE UU al anunciar las medidas aseguran que “Cuba continúa desempeñando un papel desestabilizador en el hemisferio occidental, proporcionando un punto de apoyo comunista en la región y apoyando a los adversarios estadounidenses en lugares como Venezuela y Nicaragua, al fomentar la inestabilidad, socavar el estado de derecho y suprimir los procesos democráticos”.
Sin embargo para Marcelino Miyares, directivo del Partido Demócrata Cristiano de Cuba en el exilio, se trata de una “medida propagandística” para “mostrarle al mundo que algo se está haciendo” por derrocar al castrismo.
Miyares señaló que “esta es otra restricción que no resuelve nada”, mientras que “el régimen sigue en el poder desde hace 60 años” y acotó que “la experiencia histórica demuestra que este tipo de acciones no conducen a nada que favorezca al pueblo cubano en lo absoluto”.
En similar sentido se pronunció el periodista Gustavo Godoy, con una extensa trayectoria como directivo de medios de comunicación, para quien “se vuelve a bailar ‘tres pasos para la izquierda y tres pasos para la derecha’, como la canción” sin resolver –según dijo– el “problema de fondo”.
Estimado Sr.
Su primera frase :
«Si hay un personaje en el mundo que le está abriendo cada vez más las puertas a Rusia para que intervenga en los asuntos latinoamericanos, como Cuba, Venezuela y Nicaragua, ese es el mismísimo presidente de Estados Unidos Donald Trump »
Lo dice todo, esta persona es el presidente que le está haciendo mas daño a EEUU.
saludos … El Seguidor del Gurú