En la comuna o municipio de Angüés, de 367 habitantes en la provincia española de Huesca (Aragón), las mujeres crearon un «partido» ciento por ciento femenino y arrasaron en la reciente elección municipal.
María de Marco Vicente, Ana Carmen Ruiz Fernández, Ana María Estrada Palacio, María Jesús Agustín Lisa, Beatriz Jacinta Villacampa Castillo, Mónica Urraca Callen, Mercedes, Moya Cantero (suplente) y Ana Violeta Bernardos BallestínAna Violeta y la nueva alcaldesa, Herminia Ballestín Miguel, se presentaron juntas en la lista electoral Mujeres por el Municipio de Angüés (MPMA) y obtuvieron 125 votos, el 54,82% del total de la elección, es decir un municipio feminista por mayoría absoluta que controla las localidades de Velilla y Bespén.
En la misma elección, el PSOE, principal rival de las mujeres, logró sólo 103 sufragios, perdiendo la alcaldía que controlaban desdse hacía dos períodos, cuando era el único partido que se presentaba a las elecciones. El alcalde derrotado, el socialista Antonio Moreno, no se convence del momento que está viviendo: Eliminado del cargo de jefe comunal por un grupo de ocho mujeres que no han estado muy ligada a la actividad política, salvo la nueva alcaldesa Herminia Ballestín.
En los anteriores comicios la abstención aumentó progresivamente pasando del 24% del 2007, al 37% del 2015 y al 42,81% del 2015, principalmente porque el PSOE y Antonio Moreno, no tenían rival. Esto motivó a Herminia Ballestin y a sus compañeras a adentrarse en esta aventura, que emprendieron a principios de año.
“El alcalde llevaba mucho tiempo sin oposición y creo que también es bueno que se vayan cambiando las personas. Al no haber movimiento noté que la abstención y los votos nulos crecían, como si el municipio demandara a alguien para poder contrarrestarlo”, contó al diario El HuffPost Herminia Ballestín, de 63 años.
Precisamente por esas dos razones nunca llegaron a plantearse el poder ganar. “No tenía sentido. Presentarnos y sacar algún representante sí, pero ganar con una lista de mujeres casi sin experiencia y sin partido político detrás se hacía muy complicado”, confiesa.
MPMA consiguió esquivar gracias a una excepción la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que obliga a los partidos a contar con un 40% de los miembros de cada sexo en sus listas: la norma no aplica en municipios con menos de 3.000 personas y en partidos de 11 integrantes.
En MPMA no todas son de la misma edad ni comparten profesión. Tampoco han nacido las nueve en Angüés, pero sí que coinciden en una cosa: defender la vida rural y buscar el bien de los vecinos. Todo ello, subraya, defendiendo la igualdad y con la única finalidad de dar aire fresco al municipio.
La lista está formada por varias profesoras, una que ha llevado un restaurante en la localidad hasta hace poco. También hay una integrante que trabaja en una residencia de ancianos y otra en el registro de la propiedad. Otra de ellas, que llegó hace unos años al municipio, montó una casa ecológica. También hay una gestora y hasta la hija de Ballestín, que está estudiando en Madrid y que figura como suplente.
Herminia era la cabeza de lista porque es la única con experiencia en política. Pese a ello, ahora se dedica a labores del hogar haciendo cosas domésticas como la agricultura y la ganadería. Antes sí que había estado en el Ayuntamiento. Primero en una lista con el PSOE al comienzo de la democracia, cuando casi no había socialistas, y años después en una candidatura del PP.
Ballestín resalta la importancia que tiene la persona, más que el partido, en las elecciones en los pueblos más pequeños en comparación a las grandes formaciones: “Tenía claro que aquí la ideología no es decisiva. Importa más la persona que se presenta. En ningún momento nos hemos preocupado si somos de izquierdas o de derechas”.
Por ello, avisa de que todas se van a apoyar sin hacer distinción a las posiciones en busca de solucionar problemas como la despoblación o la igualdad completa en el municipio.
Angüés no es una excepción en la España vaciada. Según datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística, ha perdido un 15% de población en la última década pasando de los 423 a las 367 personas y la caída es continua desde 2012.
La política de MPMA se centra en intentar frenar esa sangría y lo hace señalando con urgencia la necesidad imperiosa de que acudan familias con hijos, ya que la tasa de natalidad también va disminuyendo. Herminia intenta atraer a nuevos vecinos y empieza por vender lo mejor posible su localidad. La describe como “preciosa, arreglada y muy bonita”.
Además, resalta uno a uno los servicios que ofrece el pueblo: “Tenemos farmacia, tienda, Guardia Civil, residencia. El que viene a un pueblo es por vocación y hay gente que le cuesta. Es verdad que necesitas coche, pero las distancias, por ejemplo, entre Angüés y Huesca son de 15 minutos y pasan autobuses continuamente tanto para Huesca como dirección Zaragoza y Barcelona”.