Por Walter Krohne
El Gobierno de derecha es criticado y acusado de lanzar con sus proyectos emblemáticos “muchos voladores pero pocas luces”, además de cometer varios errores, tanto por el Presidente como por algunos de su ministros, que han sido remarcados con mucha fuerza en las redes sociales.
Pero aparte de la derecha, el panorma político es confuso: el socialismo está dividido como lo está el bloque progresista en general; la DC casi inexistente, el radicalismo menos; y más encima ahora un nuevo estudio de Cadem concluye que tampoco el Frente Amplio está capacitado para gobernar.
Quedaría entonces sólo el PPD con un buen candidato como Heraldo Muñoz, pero con escaso apoyo real (por ahora) para llegar a ser Presidente.
Piñera llega a un escaso 33 por ciento de aprobación tras no aclarar debidamente ni resolver problemas de abusos de poder al llevar a China a sus dos hijos y hacerlos participar, durante su visita en China, en un foro de alto nivel, influencia y de negocios en Huawei al cual no podrían ingresar otros chilenos jóvenes y emprendedores y con más conocimientos quizá que los hijos del Mandatario.
Las críticas en su contra se han centrado en este aspecto de su visita y, al parecer, lo que hizo o no hizo a favor de Chile o lo que conversó o no con los jerarcas chinos, pasaron rápidamente a tercer plano. Otro tema crítico es mencionar o querer dar a entender que él pertenecía a la clase media en Chile, lo que sólo causó una gran risotada de Arica a Punta Arenas.
Críticas de su propio sector
Harald Beyer, uno de los ex ministros de Educación del primer Gobierno de Piñera, también tomó parte en la crítica al Mandatario, cuestionando la forma en que se ha manejado en esta segunda pasada por La Moneda.
«Si el tema del viaje (a China y sus hijos) se ha mantenido en agenda es porque el gobierno no ha sabido administrarlo políticamente. No me parece que haya sido un tema tan grave, yo creo que fue un error, pero no me parece de una gravedad para que se mantenga durante casi un mes en la agenda. Si se ha mantenido es porque el gobierno no ha reconocido la molestia que provoca en la ciudadanía estos potenciales conflictos de interés o privilegios inmerecidos que generan ciertas representaciones. Esa es una debilidad», declaró Beyer.
Además, criticó que «el gobierno no haya insistido en lograr grandes acuerdos; ha sido errático, y la ciudadanía le pasa la cuenta por eso. El gobierno trata de endosarle esa responsabilidad a la oposición, que sin duda la tiene, pero el ciudadano crítico, que asiste a este espectáculo, siente que el gobierno también tiene una responsabilidad».
Agregó Beyer que «este fenómeno ha afectado más al gobierno que el hecho de que el crecimiento económico no haya funcionado tan bien. Porque los tiempos mejores venían a propósito de los acuerdos, de reducir la polarización, el conflicto, no era solo la dimensión económica».
Aprobación sigue bajando
Según el último sondeo de la encuesta Cadem, la aprobación del Presidente (33 por ciento) registró la cifra más baja de su segundo mandato y un punto porcentual por debajo del resultado de la medición anterior, un punto porcentual menos.
Esta medición es la más baja de su segundo mandato. La desaprobación sigue en más de un 50 por ciento de los chilenos (proyección nacional) con un 52 por ciento.
Pero la encuesta Cadem de esta semana llegó mucho más allá al concluir también que el 63% de los encuestados había respondido que el Frente Amplio está “poco o nada” preparado para gobernar Chile.
Un 52% señaló creer que el bloque es “poco o nada” dialogante y dispuesto a llegar a acuerdos, mientras que un 62% manifestó que sus dirigentes generan “poca o nada” confianza, y un 56% que son “poco o nada” tolerantes y pluralistas.
Mayoritariamente los encuestados dijeron que el bloque debería mantener su camino propio y no entablar alianzas con los partidos de la ex Nueva Mayoría de cara a los comicios municipales del próximo año ni tampoco para las presidenciales de 2021.
Frente Amplio: candidato propio
Un 62% de los encuestados dijo creer que el Frente Amplio debería tener una primaria interna y arribar con su propio candidato presidencial a la primera vuelta de 2021, frente a un 25% que señaló que el bloque debería negociar con la ex Nueva Mayoría. Con respecto a las municipales, un 58% dijo que la coalición debiese levantar candidatos propios, mientras que un 25% dijo que era mejor pactar con el resto de la oposición para arribar a candidaturas únicas.
Entre los líderes del Frente, Beatriz Sánchez, quien fuera candidata presidencial hace un año, figura ahora en el tercer lugar entre los liderazgos, lista que es encabezada por el diputado Gabriel Boric (49%) y seguida en segundo puesto por el también diputado Giorgio Jackson (46%), mientras Sánchez obtiene un 45% y el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp 41%.
En Cadem se comentó que aunque para la ciudadanía el Frente Amplio “todavía es una coalición que pareciera estar en construcción y que no ha terminado de consolidarse, y que la mayoría considera que el bloque no está preparado para ser gobierno”, igualmente logra que varios de sus dirigentes, que son “súper atractivos para la política”, estén bien evaluados. (ver abajo infografía de Cadem).
¿Bachelet en escena?
En toda esta historia no hay que dejar de lado la posibilidad de que la ex Presidenta Michelle Bachelet decida o esté dispuesta a postular a un tercer período presidencial, lo que sería una fórmula para el progresismo de volver a unirse y ser una sola fuerza de lucha, aunque en otra encuesta Cadem de marzo de este año, la actual jefa de Derechos Humanos de la ONU figuraba con un 6% de posibilidades de ser reelegida como Presidanta (Sánchez 11%, José Antonio Kast 7% y Lavin 6%).
El perfilamiento de Bachelet como candidata 2021 tiene condiciones parecidas, no iguales, al pasado: un cargo internacional que le permite ser figura política fuera y dentro del país; un vacío de liderazgo potente en la actual “oposición” y junto con ello tener como supuesto adversario principal a la derecha.
El sistema electoral chileno, en especial con la fórmula de las segundas vueltas y las primarias, fue diseñado para asegurar la “política de los acuerdos”, limitar a los extremos y en ese juego se privilegia que existan dos grandes bloques, centro derecha y centro izquierda.
El ex subsecretario del Interior en el Gobierno bacheletista, Mahmud Aleuy, en una entrevista con El Mercurio en marzo de este año, definió a Piñera como el jefe de campaña de Michelle Bachelet. «Yo a diferencia de muchas personas, no soy experto en esa área, no creo que sea un problema psicológico como dicen algunos”, agrega indicando que a “mi juicio es que el Presidente ha montado esta estrategia de mantener el liderazgo de Michelle Bachelet por dos razones políticas. Una, porque mantener en la retina del chileno el liderazgo de Bachelet, le permite hacer una política, que considero artera, que es echarle la culpa de un conjunto de problemas de gestión que tiene hoy este gobierno al anterior. Y la segunda, a mi juicio, es porque con eso mantiene a raya a los nuevos liderazgos que pueda construir la oposición”.
De partida, Bachelet tendría un gran desafío que es ordenar al Frente Amplio detrás de su liderazgo.
Qué buen análisis… Y ojalá no volvamos a tener candidatos de tan pobre nivel como en la elección pasada.