Las incertidumbres del Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea), la débil demanda y los altos precios de los productos básicos han llevado a la quiebra a la gigante siderúrgica British Steel, el segundo mayor productor de acero británico. Un tribunal ha instruido a la compañía comenzar con la liquidación empresarial  obligatoria, dijo este jueves el gobierno británico.

«La compañía continúa con el comercio y continuará prestando servicios a sus clientes a medida que exploremos las opciones para hacer negocios», dijo el fideicomisario oficial de bancarrota. Hasta nuevo aviso, los empleados seguirán en sus puestos. Sin embargo en total con proveedores están en riesgo  25.000 trabajadores.

British Steel tiene alrededor de 5.000 empleados, muchos de ellos en Scunthorpe, a unos 290 kilómetros al norte de Londres. Según informes de los medios de comunicación, alrededor de 20,000 empleos también están en peligro en las empresas proveedoras.

En una carta a los empleados nombrados en abril, el CEO Gerald Reichmann reveló los problemas de la empresa, mencionando como causas  la débil demanda, los altos precios y el Brexit. La compañía dijo que debido a la incertidumbre sobre cómo y cuándo Gran Bretaña se retiraría de la Unión Europea, los pedidos de la UE quedaron suspendidos y las promesas de compra no se materializaron.

British Steel había buscado en vano garantías estatales por valor de £ 75 millones (€ 85 millones).

«El gobierno ha intentado todo para salvar a British Steel», dijo el secretario de comercio Greg Clark. Sin embargo, existen reglas estrictas para el apoyo financiero y hubiera sido ilegal cumplir con las aplicaciones de la compañía. «Este será un momento muy difícil para miles de trabajadores, proveedores y comunidades dedicados al acero», dijo Clark.

«La noticia es motivo de gran preocupación para los trabajadores y todos los involucrados en British Steel», dijo el líder sindical Guy Rickhuss. «Pero también debe verse como una oportunidad para encontrar un futuro alternativo». Es importante que todos mantengan la cabeza fría y se centren en asegurar los empleos «.

Historia de la empresa

El nombre de British Steel recuerda a la gran siderúrgica británica, que se formó en 1967 con la nacionalización de pequeñas empresas privadas. La compañía se privatizó en 1988 y se fusionó en 1999 con la planta siderúrgica holandesa Koninklijke Hoogovens a Corus.

Corus fue nuevamente comprado en 2007 por Tata Steel, que hoy en día es el mayor productor de acero británico y pertenece al Grupo indio Tata. En 2016, una gran parte de las actividades de Tata Steel británica se vendieron nuevamente al inversionista privado Greybull Capital y continuaron como British Steel.

La industria del acero ha estado en decadencia en el Reino Unido desde la década de 1970. Solo desde 1997, la producción ha disminuido de 18,3 millones de toneladas a alrededor de 7,5 millones de toneladas en 2017.

Consecuencias del Brexit.

Kradiario dio a conocer este miércoles la situación difícil que afecta a otra empresa británica también como consecuencia del Brexit, como es el consorcio turístico Thomas Cook. Este  touroperador ha recibido ya una oferta preliminar por parte de Triton Partners para adquirir su negocio en el norte de Europa, que comprende su operador turístico y aéreo tanto en Noruega, Suecia, Finlandia  como Dinamarca.

En un comunicado, remitido a la Bolsa de Londres, Thomas Cook sale así al paso de las informaciones que apuntaban a una eventual venta de su negocio nórdico.

La compañía ha señalado que se trata de una oferta, no solicitada y muy preliminar, y que no hay certeza de que fructifique en este momento. La compañía está evaluando esta propuesta, en el marco de la ya anunciada revisión estratégica, con la busqueda de un comprador para parte o de la totalidad de sus aerolíneas.

El que es uno de los grupos turísticos más antiguos del mundo, fundado en 1841, ha reiterado que el objetivo es «maximizar el valor para todos los accionistas».

Thomas Cook realizó algunas gesationes financieras en febrero al poner a la venta su  negocio aéreo (transporte de pasajeros)  para  conseguir liquidez y financiar su plan estratégico centrado en los hoteles.

El negocio aéreo, englobado en Thomas Group Airlines, abarca la alemana Condor sobre la que Lufthansa ha presentado una oferta, así como las filiales británica, escandinava y española, ésta última creada en 2018.

Thomas Cook registró en su primer semestre fiscal, finalizado a 31 de marzo, unas abultadas pérdidas que multiplican por seis los números rojos’ del mismo periodo de 2018. Su actividad aérea aportó al grupo unos ingresos de 740 millones de libras esterlinas (838,8 millones de euros), un 13,5% menos, con un resultado  negativo de 81 millones de libras (92 millones de euros), un 28,5% más.

Destaca especialmente la evolución de su aerolínea Condor con un fuerte incremento de las ventas en el corto y medio plazo del 27%. Este verano, Thomas Group Airlines operará en conjunto con 105 aviones reforzando su posición como grupo aéreo vacacional en Europa.