Por Walter Krohne
El Brexit sigue adelante a pesar de las contundentes derrotas sufridas por la primera ministra británica Theresa May, quien insiste con una dura posición que es rechazada ya en gran parte de la Europa comunitaria.
En medio de divisiones internas en su mismo Partido Conservador, May trabaja sin respiro, aunque es difícil cambiar a estas altura la dirección en contra del Parlamento británico que rechaza las gestiones de la jefa de Gobierno y lo ha hecho ya en sala en tres votaciones.
La política “es dura como piedra y tiene gran fortaleza física y mental para soportar esta lucha política sin posibilidades de divisar la luz al otro lado del túnel”, como dicen algunos analistas en Londres. Tres principios la acompañan: “Nunca te rindas”, “los milagros existen” y “todo es posible”.

Los milagros existen…¿pero cuando se producirá el mío?, parece decir «en silencio» Theresa May.
El Parlamento no parece querer cambiar de idea y menos ahora cuando varias empresas importantes británicas han entrado en crisis por la cuestión del Brexit, como el gigante turístico Thomas Cook que ha perdido cualquier cantidad de puntos en las bolsas, porque nadie sabe lo que puede pasar con el tránsito y la comunicación trurística entre el Reino Unido y la Unión Europeo si llegase a aprobarse el famoso brexit.
Está tan desesperada que ofreció en las últimas horas a la Cámara de los Comunes una votación para decidir si quiere un segundo referéndum sobre el brexit (la salida de Europa), pero esto tampoco es fácil porque ella pone una condición muy dura: antes la Cámara debe aprobar la segunda semana de junio una ley especial para que Gran Bretaña pueda abandonar Europa, ya sea ahora o hasta que se cumpla el plazo fijado por la UE en Bruselas (octubre). Esto significa encontrar una fórmula que defina las relaciones entre la UE y el Reino Unido e Irlanda. Este proyecto de ley se denomina “backstop” que se podría definir como “alineamiento aduanero entre el Reino Unido y la UE”.
Este debate que, a medida que pasa el tiempo tiene menos sentido, ha logrado un efecto muy negativo en las filas conservadoras más duras donde se desea precisamente un “brexit duro” por lo que el llamado a un nuevo reférendum que ofrece la primera ministra ahora lo ven como una traición. ¡Tanto alegato, tanta espera….para nada! dicen los grupos interesados en abandonar la UE, que también rechazan una unión aduanera con la UE o cualquier aproximación a las posiciones de Jeremy Corbyn, el líder de la oposición laborista, quien aparece en la foto más abajo con May.
La primera ministra, que no se rinde por ningún motivo, ha aflojado ahora en su posición para poder ganarse, aparte de los conservadores, algunos votos laboristas. Y ahora ofrece “un gran comnbo” que incluiría la posibilidad de un nuevo referéndum, asumir todas las leyes europeas de medio ambiente y derechos de los trabajadores, ofrece asimismo escoger entre su acuerdo tal y como está actualmente, y una unión aduanera temporal con la UE hasta la celebración de elecciones generales, y que el próximo primer ministro decida el curso a seguir.
El escándalo que faltaba
Pero no todo es tan sencillo o simple en la vida de la primera ministra y de los “brexistas” porque a esta altura de la discusión surge un gran escándalo que afecta al Reino Unido directamente: El Parlamento Europeo (PE) investiga si el eurodiputado británico Nigel Farage recibió regalos del empresario Arron Banks, promotor de una de las campañas que defendió el Brexit antes del referéndum de 2016, dijeron a la agencia española EFE fuentes fidedignas de la Eurocámara.
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, “llevó hoy el caso de Farage a la comisión de asesoramiento sobre el código de conducta de los miembros” que obliga a los eurodiputados a declarar con todo detalle los viajes y gastos de alojamiento o de otro tipo que reciben de terceros.
Las sanciones previstas en caso de infracción de las normas del código de conducta pueden ser diversas dependiendo de la falta cometida. La semana pasada el canal británico Channel 4 reveló que el eurófobo Farage (a la derecha aparece celebrando el triunfo del brexit en el primer plebiscito) recibió supuestamente generosos regalos de Arron Banks, incluido un coche con conductor o visitas promocionales a Estados Unidos en 2016.
Elecciones europeas
Mañana se celebran en el Reino Unidos las elecciones europeas que deben finalizar el día 26 en todos los estados miembros de la UE.
Tras todo lo que ha ocurrido con la tramitación del Brexit, los resultados en el Reino Unido son hasta ahora inciertos, pero algunas encuestas señalan que el recientemente creado Partido del Brexit arrasaría y obtendría 35,3% de los votos contra 10% de los conservadores y 16,8% de los laboristas, es decir el triunfo brexista podría sumar más votos que los dos partidos tradicionales juntos.