Por Gonzalo Mingo Ortega           

El técnico de U. de Chile Alfredo Arias, dejo fuera del equipo a Johnny Herrera y más encima ni siquiera lo cito.    En realidad, los azules con o sin Herrera, se juegan el “pellejo” ante ColoColo mañana en el Estadio Nacional. Este partido será el N° 100 del torneo (está suspendido Cobresal – Everton) y a la vez será el más importante de los que se han jugado hasta ahora. Importante por toda la carga emocional y psicológica que tienen los azules en el fondo de la tabla y por otra parte el cacique quiere estar al “aguaite” en el segundo lugar de la tabla para darle el “zarpazo” a la UC.

Generalmente en el mundo, los clásicos son donde los dos equipos participantes, están más o menos a la par, en las respectivas historias, parejos en su nivel futbolístico y por tener una buena dosis de rivalidad. por eso son llamados “clásicos”, son pleitos especiales. En esta oportunidad me atrevería a decir que albos y azules están en un muy mal momento futbolístico, U de Chile ha perdido encuentros que los podría haber ganado o empatado y ColoColo le ha sucedido lo contrario, ha ganado y empatado apenas, con una participación importante de la “suerte”, cuestión que le ha faltado a los Chunchos.

La gran diferencia, aparte de los 16 puntos (de perogrullo) es que unos están en el fondo y perdidos y los otros casi al tope de la tabla, si bien es cierto están preocupados, pero con una enorme ilusión. En estas circunstancias U. de Chile ante ColoColo puede salvar en parte su pésima campaña (no se si lo podemos llamar campaña), pues un triunfo ante su eterno rival sin duda mejoraría los ánimos y la autoestima.

En mi opinión considero prudente no citar a Johnny Herrera, debido que ha sido responsable de muchos de los goles que le han convertido, en casi todos los encuentros, no ha superado la nota 3. Nadie puede desconocer la trayectoria del portero, es sin duda un ídolo y un líder, que, muchas veces lo ha sido de manera positiva, pero en otras no me atrevería a decir que lo ha sido tanto. En mis años como dirigente, tuve la oportunidad de conocer algunos “caudillos” y como todo el mundo, tenían luces y sombras. Cuando estaban en la cima de su nivel futbolístico y de la fama, eran respetados y queridos, pero cuando comenzaba el ocaso y el final de la carrera estaba cerca, ya la cosa era distinta, su influencia y liderazgo se desvanece

En el plantel azul, seguramente las opiniones estarán divididas en relación a si, Herrera debería haber jugado o no, como también lo estarán en ColoColo con la presencia de Jorge Valdivia y Esteban Paredes. Los compañeros de estos “líderes”, jamás van a reconocer las divisiones que provocan estos caudillos en los planteles y lo más probable es que lo desmientan. Después de años algunos jugadores “desclasifican” temas relacionados a lo que les comento. No me cabe duda que a Herrera le están, y pasaran cuentas, que muchos le deben tener anotadas y que ahora so pretexto de la baja futbolística, se las cobraran sin piedad.

Al final, no veremos a Johnny, atajándole un penal a Esteban Paredes, como tampoco al “tanque” colocolino convirtiéndole un par de goles al “Samurái” azul y así estar cada vez más cerca del récord de Chamaco Valdés. Para los albos convertirle goles a Herrera, no es lo mismo que a Fernando de Paul, aunque valgan igual.