Por Daniel Lillo Cuadra (*)

Quisiera hacer una remembranza de ese curso de quienes ingresamos a la Escuela de Periodismo de la sede Valparaíso de la Universidad de Chile en 1966, conformado por un polifacético grupo de jóvenes con ideas e ideales políticos desde la izquierda al centro, en especial los varones, aunque hubo compañeras también de militancia activa, el resto independientes y de difícil clasificación política, aunque algunas destacaron profesionalmente como Berta Morales, prematuramente fallecida, periodista del Senado. Marcela Poblete, Hilda Arévalo y Alma Cáceres en las comunicaciones universitarias.

En el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, destacaban Mario Calderón, su inseparable amigo Ciro Romero y Olga Sturla, más tarde gravemente herida al manipular explosivos.

En el Partido Comunista, recuerdo a Samuel de la Fuente, con quien nos reencontramos más tarde en el Servicio de Aduanas hasta su jubilación, Jorge Arrué, hasta hoy en Suecia y a Jorge, el “Pelao” Olave, antes DC.

En el partido Socialista descollaban  Patricio Henríquez, hoy cineasta en Canadá, Jorge Cox,regidor del partido Socialista, Ernesto Tapia, el “Negro Tapia”, con su humor socarrón, mi coterránea serenense Patricia Esquenazzi, Gustavo Moya, “Moyita”, fallecido el 2018, y Jaime Aldoney Vargas, a quien cariñosamente le decíamos “ Care’Pato”.

En el Partido Radical Revolucionario, recuerdo a Eugenio “Coné” González , recientemente fallecido al igual que Fernando “Tuto” Lara,víctimas del cruel cáncer, a Roberto Cajas Corsi, a Alejandro, el”Guatón”Urbina, a Cecilia Burgos Romero, que por sus atributos físicos fue reina mechona de la FECH Valparaíso, periodista de la Cámara de Diputados, hoy jubilada.

En la Democracia Cristiana, a Roberto Tapia Orellana, hoy en Miami, EE.UU,  Francisco Cataldo, Pedro Del Hoyo Boitano, Sergio Rozas, activo dirigente sindical portuario, Julio Rojas Gallardo  y quien escribe, Daniel Lillo, en esa época dirigente de la DCU.

De ideas más conservadoras, recuerdo a Enrique Gandasegui y a Mario Marín Molina. Hoy dedicado a la publicidad y a las artes gráficas.

También debo mencionar a Luis Retamal, entonces Carabinero, más tarde Relacionador Público de la Dirección Zonal de la policía uniformada y a la Jueza del Primer Juzgado del Crimen de Valparaíso, Carmen Vicencio ya jubilada.

Tanto Enrique Gandasegui como Luis Retamal integran la “Mesa de los Miércoles” en  Santiago de periodistas de larga trayectoria profesional, algunos aún activos.

Un joven y carismático compañero, muy exitoso con las chicas y hombre de izquierda, lo que le valió el exilio, era también Gonzalo Grondona Farmer, muy conocido como cantautor, el “Payo Grondona”, también recientemente fallecido.

Otro artista, eximio dibujante, es Rodrigo Calderón Bordón, conocido por su apodo y seudónimo “Roca”.

Hubo otros que no metían bulla, pero eran y son grandes personas y mejores amigos o amigas, como Ramón “Pollito” Jofré Arenas, Oscar “Chaflán” Valdés. Alfredo Villalobos y Juanito “Gato” Gálvez, también prematuramente fallecidos, Verónica Baker, Cruz Carvajal, María Eugenia Strange, Mónica Ripa o Luz Cáceres.

Nuestros profesores también eran de todos los colores políticos, desde Carlos Boecker, de filiación comunista, un intelectual y erudito de fuste, hasta Francisco Le Dantec Brügger, Director de “El Mercurio” de Valparaíso, también periodista de gran cultura, ambos fallecidos, al igual que Claudio Solar López, brillante expositor, Gustavo Boye Soto, gran especialista en relaciones públicas y Darío Canut de Bon Urrutia, que nos enseñó las bases del periodismo.

Fue una hermosa época y una bonita experiencia compartir con estudiantes de ideas políticas opuestas, debatidas apasionadamente a nivel local y nacional. Recuerdo aquel Congreso Nacional de Estudiantes de Periodismo en 1969, cuando recién el MAPU se escindía de la Democracia Cristiana y codo a codo con nuestro recordado colega Gonzalo Beltrán, Giacomo Marasso, ambos prematuramente fallecidos y quien habla participamos en los debates frente a una carrera de periodismo que iba derivando a formar “Agentes de Desarrollo” y  “Activistas de la Revolución”.

Durante nuestros estudios se produce el Gobierno del Presidente Salvador Allende y la Unidad Popular, trágicamente interrumpido por el Golpe Militar del 11 de Septiembre de 1973 y cuya conspiración se inició en la Armada de Chile, con los almirantes José Toribio Merino, Arturo Troncoso Daroch y Patricio Carvajal,  Hugo Castro Jiménez y civiles como Agustín Edwards, Director de “El Mercurio”, bajo el paraguas de la “Cofradía Náutica del Pacífico Austral”, al igual que el Golpe mismo,que partió en Valparaíso.

Las clases en la Universidad se interrumpieron, mis compañeros Mario Calderón, con su nombre en el MIR de Víctor Rodríguez, pasó a la clandestinidad en Santiago. En Limache, Jaime Aldoney Vargas, regidor del partido Socialista e interventor de la fábrica CCU en esa ciudad,  cursaba ya el 4° año de periodismo.

Ambos fueron detenidos, torturados y desaparecidos. Jaime Aldoney, capturado en su trabajo en la CCU de Limache el 12 de Septiembre de 1973  por Carabineros,  fue conducido a la Base Aeronaval de El Belloto donde fue ferozmente torturado  y finalmente llevado al buque-prisión “Maipo”, fondeado en Valparaíso, prácticamente agónico. Su maltratado cadáver, herido a bala,  fue visto por última vez por testigos en la Morgue del hospital Deformes, desde donde desaparece. Tenía 30 años.

Le recuerdo como un joven tranquilo, alto, delgado, moreno, ojos claros, de un claro compromiso social y político, un convencido que la Unidad Popular, encabezada por el Presidente Salvador Allende Gossens, podría lograr la justicia social y profundizar las transformaciones iniciadas durante la Revolución en Libertad del Presidente Eduardo Frei Montalva, como la nacionalización del cobre y la reforma agraria

Mario Calderón Tapia, el “Negro” Calderón, un año después del golpe, en septiembre de 1974, fue detenido por un comando de la DINA , encabezado por el siniestro Osvaldo “Guatón” Romo en el centro de Santiago, torturado en el recinto de calle José Domingo Cañas y posteriormente en Villa Grimaldi y en el campo de concentración de 4 Alamos, donde desaparece  a mediados de Noviembre de 1974.

Su madre, doña Alicia Tapia López, como Presidenta en Valparaíso de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, buscó el paradero de los restos de su hijo hasta el fin de sus días, golpeando inútilmente todas las puertas castrenses y judiciales. Se considera muy posible que su cuerpo haya sido arrojado al mar en algún lugar de la bahía de Valparaíso, donde un trozo de riel es posiblemente el mudo testigo de este cruel asesinato. Tenía 31 años.

Su hermana Aminie Calderón Tapia, residente en Europa en visita a Chile asistió al funeral de su señora madre y participó en un homenaje que el Consejo Nacional del Colegio de  Periodistas realizamos en la sede de Santiago en recuerdo de los caídos en Dictadura.

El dinámico “Negro”, había sido Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile de Valparaíso, en su militancia anterior en la Democracia Cristiana, donde fue presidente provincial de la JDC. De elevada estatura, fornido y “bueno para los combos”, era un orador temible y apasionado, que seguramente no se entregó fácilmente a sus captores, que le maltrataron con feroz saña. Como periodista publicó algunos artículos en “EL REBELDE” órgano oficial del MIR.

La detención, tortura y asesinato de estos compañeros y futuros colegas, causó impacto en quienes les conocimos tan de cerca y que de una u otra forma sentimos el sabor amargo de la Dictadura. El tiempo ha pasado, pero su recuerdo no ha sido olvidado y vivirá para siempre.

(*)  Es vicepresidente Regional Valparaíso del Colegio de Periodistas de Chile