El cambio de medidores eléctricos en Chile, entre ellos los del consorcio italiano Enel,  ha generado mútiples dudas y molestias entre los  clientes y hoy se ha originado casi una “campaña nacional de protesta” en las redes sociales y a través de los medios de comunicación, especialmente contra la empresa Enel, pero  también en contra de las decisiones tomadas en este sentido  por  los Gobiernos de Bachelet y Piñera, y todos aquellos que permitieron esta alza desmedida e incomprendida de la tarifas. ¿Son ahora los consumidores los que tendrán que financiar también el alto costo de estos aparatos “inteligentes”?.

Este cambio ha originado, al menos en algunas comunas de Santiago como Providencia, fuertes alzas en las cuentas en comparación a los montos que se cancelaban  antes del cambio. Esto se puede afirmar al comparar cuentas con el mismo consumo e igual número de personas en casas  con medidores nuevos y medidores antiguos. La tarifa final es mucho más alta en aquellas que ya tienen el medidor “inteligente”.

Así la principal preocupación de los consumidores es si el denominado «medidor inteligente» se traducirá en más gasto de electricidad o quién deberá pagar los costos del nuevo aparato.

El Presidente lo confirma todo

Ya lo dijo el mismo Presidente Sebastian Piñera al referirse este martes a la polémica: “¿Quién lo paga? Digamos las cosas como son: el usuario paga todo”, confirmó el mandatario en conversación con un  matinal.

Para explicar su punto de vista, el jefe de Estado destacó que los antiguos equipos se arrendaban por “más o menos $500 al mes“, modelo de pago que ahora cambiará. “¿Cómo se explica el precio de la energía, de la electricidad?

“El usuario paga todo, pero de una empresa eficiente. Si hay una empresa ineficiente que empieza a tirar la plata, eso no lo paga el usuario; y por tanto el medidor entra dentro de esto”, detalló. Sus palabras fueron criticadas como “una demagogia sin parangón”, porque Enel no es una empresa eficiente y si lo dice el mandatario es solamente, al parecer,  porque un primo suyo Herman Chadwick Piñera, es el Presidente de ella.

Los cambios comenzaron en Santiago

Los famosos medidores

El director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, aclaró en otro matinal cómo funcionará el nuevo sistema que ya se ha instalado en cerca de 250 mil hogares en Santiago. Según explicó  éste implicaría un costo adicional para el cliente que no debería superar el 1% de su cuenta, esto es en promedio $200 ó $300 por cada facturación. Antiguamente los medidores eran pagados por el cliente directamente, pero ahora son financiados como parte del sistema general de la empresa. Es decir, los nuevos «medidores inteligentes» se consideran como costos de inversión de la compañía y están incluidos en el cálculo tarifario que realiza el Estado cada seis meses, explicó Castillo.

«En septiembre del año pasado se recalcularon los costos de las empresas para incorporar esta nueva tecnología. Se restaron los costos,  los ahorros de la empresa, y la diferencia que quedó como mayor tarifa promedio en Santiago del orden del 1%. Eso ya está vigente desde el año pasado», explica. Sin embargo hay hogares donde les subió la cuenta mucho más, hasta 5% en algunos casos,  y Enel se lava las manos y quienes dicen que los medidores pueden tener fallas, la empresa promete enviar a un técnico a revisar pero éste jamás llega.

El director de Empresas Eléctricas afirma que la informaciones sobre un presunto aumento en el cobro de la luz, por una supuesta detección excesiva de electricidad por parte del «medidor inteligente» son totalmente inciertas.

Pero cuando se le preguntó de si la  información circulante era verdadera en cuanto a un aumento en el cobro de la luz, por una supuesta detección excesiva de electricidad por parte del «medidor inteligente» que pueden ser inciertos o poco seguros, respondió : «Eso es falso. Ambos medidores (antiguo y actual) miden energía, exactamente lo mismo, sin ninguna diferencia», dijo. «Si una persona tiene exactamente los mismos electrodomésticos prendidos durante el mismo tiempo, la cuenta no debería variar absolutamente nada. Los nuevos medidores no miden más, no son más sensibles y no miden cosas distintas a lo que medían los anteriores», aclara Castillo, quien puede dar muchos argumentos, pero en Providencia (calle Brown Norte) paso justamente lo contrario: el precio subió.

El cambio en Chile afecta a 6,5 millones de hogares 

Ministra Susana Jiménez

La ministra  de Energía Susana Jiménez Schuster,  dijo que los medidores inteligentes forman parte de los sistemas de medición, monitoreo y control que deberán implementar las empresas distribuidoras, de acuerdo a la Norma Técnica para Sistemas de Distribución, dictada por la Comisión Nacional de Energía en diciembre de 2017.

El cambio en la propiedad de los medidores surge a partir de la Ley 21.076 de febrero de 2018, que establece que “el empalme y el medidor son parte de la red de distribución y, por tanto, de propiedad y responsabilidad de la concesionaria del servicio público de distribución o de aquel que preste el servicio de distribución”. En cuanto al costo considerado en el proceso tarifario, afirmó que no implicará una mayor rentabilidad para las empresas distribuidoras, que está regulada por la Ley General de Servicios Eléctricos. Agregó que todo ahorro que haga la empresa distribuidora, gracias a estos medidores, será especialmente reconocido y trasladado a rebaja tarifaria.

Se estima que la inversión requerida para instalar en 6,5 millones de clientes entre Arica y Magallanes el sistema de medición, monitoreo y control (no sólo los medidores) será del orden de US$1.000 millones que, al igual que todos los activos necesarios para cumplir con los estándares exigidos (como postes, transformadores, entre otros), son reconocidos en la evaluación de costos y determinación de tarifas.

Pero en Chile, históricamente el medidor y el empalme había sido siempre de propiedad del cliente. Al menos hasta principios de 2018, el 70% de los medidores era propiedad de los usuarios. Lo mismo ocurría con más del 84% de los empalmes: las instalaciones que van desde los postes hasta el medidor.

La CNE definió que la propiedad debía pasar a las compañías distribuidoras de electricidad. Y determinó que los nuevos medidores debían cumplir ciertos requisitos y compartir las mismas características en todo el territorio.

En este punto el Congreso (con “los parlamentarios del pueblo” por supuesto) jugó un papel clave: la Ley 21.076, que se aprobó en enero de 2018, estableció que medidores y empalmes pasaran a ser propiedad de las empresas y los usuarios debían pagar por estos dispositivos a través de las tarifas.

Según la investigación de Ciper, en la sesión de la , los senadores Jorge Pizarro (DC), Alejandro García-Huidobro (UDI) y Baldo Prokurica (RN), hicieron suyas las modificaciones del Ejecutivo y, al ser los únicos integrantes presentes, aprobaron los cambios por unanimidad. Después, el proyecto fue aprobado por 14 votos a favor en la sala del Senado y la ley fue publicada sin modificaciones en febrero de 2018 y entró en vigencia en septiembre de ese mismo año.

Así fue como quedó establecido por ley que todos los medidores y empalmes pasaban a ser propiedad de las empresas distribuidoras y que los decretos tarifarios deberán incluir el pago de los usuarios por estas instalaciones.

El ex secretario Ejecutivo de CNE Andrés Romero dijo a CIPER que a fines de 2017 la CNE definió el precio a pagar por un “medidor inteligente”: US$132 ($87.500). La cifra no dice relación con la que el propio Andrés Romero informó a la Comisión de Minería y Energía del Senado: el valor del medidor “no debería superar los US$100. Y agregó que, probablemente, llegaría al 50% de ese monto».

Con este cambio legal es el propio Estado el que está legalizando el monopolio de medidores y empalmes en manos de las empresas distribuidoras, ampliando los márgenes del negocio que hasta ahora solo consideraba la venta y distribución de energía.

A pesar de que la norma técnica que definirá las características de estos aparatos no está publicada,  en Santiago Enel Distribución ya ha instalado más de 250 mil nuevos medidores. Un punto que no inquieta a la autoridad, advierte CIPER.

Holanda ya tuvo la experiencia

Cuando Eneco, una de las principales compañías energéticas en los Países Bajos, probó un prometedor monitor de energía en varias decenas de hogares, el resultado fue terrible. La empresa que fabricaba los dispositivos no entregó suficientes y, de aquellos que sí entregó, algunos no funcionaban.

La prueba, que se realizó en 2010, fue una de las acciones que emprendió Eneco para adaptarse a la turbulencia del mercado energético. Desde hace algunos años, la producción de grandes volúmenes de electricidad a partir de la energía eólica y solar había afectado la economía de las plantas eléctricas tradicionales, por lo que se esperaba que en el mercado del futuro las plantas eléctricas convencionales dejarán de abastecer la mayor parte de la electricidad que requieren los hogares. Lo mismo está pasando en varios países, también en Chile y mientras las empresas tratan de sobrevivir, los consumidores deben pagar los costos.

 KRADIARIO