La exembajadora de Estados Unidos Unidos Nikky Haley reveló su verdad obre el nombramiento “no deseado” de la expresidenta chilena Michelle Bachelet en el cargo de Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La revista estadounidense Foreign Policy publicó el relato de Haley diciendo que en mayo de 2018 su jefe de gabinete, David Glaccum, junto con otro asesor, Morgan Viña, le consultaron a María Luiza Ribeiro Viotti, jefa de gabinete del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, si Michelle Bachelet era candidata para ser la siguiente Alta Comisionada para los Derechos Humanos. “Ellos no recibieron una confirmación ni respuesta alguna”, según la publicación.

Detrás de todo esto estaba la mano de Donald Trump, quien intentó por diversas vías dejar constancia de su abierta oposición a este nombramiento.

El asesor de la embajadora de Haley en el Departamento de Estado, Morgan Viña, habría expresado el 23 de julio pasado de 2018 en una reunión secreta que los israelíes le habían comunicado que el secretario general estaba considerando a Bachelet y que no la apoyaban, y que nosotros – los estadounidenses- también teníamos reparos”, plantea el documento.

Sin embargo, el 6 de agosto se confirmó oficialmente que el secretario general de la ONU iba a designar a Bachelet en dicho cargo. Un día después, el asesor estadounidense Viña le pidió a su contraparte de la ONU gestiones para retrasar el nombramiento, e incluso la propia embajadora Haley intentó llamar a Guterres. “Pero el mismo día, se le ofreció el puesto a Bachelet”, dice Foreign Policy, que asegura que la noticia enfureció tanto a la diplomática que canceló su pedido de hablar con el jefe de Naciones Unidas.

Con todo, Foreign Policy señala que el 8 de agosto Guterres le aseguró a Haley en un correo electrónico que recién había sabido de la inquietud estadounidense dos días antes de la designación. La respuesta de la embajadora fue dura. Le envió al secretario general el memorándum con un mensaje claro: “Espero que esta cronología entregue claridad a usted y su equipo, que refleje cuán importantes eran las consultas sobre este nombramiento para nosotros y nuestra decepción de cómo esto fue mal manejado”.

Según Foreign Policy, “la administración de Trump organizó una campaña fallida el año pasado para descarrilar el nombramiento de la ex presidenta”, agregando que el Gobierno estadounidense, afirmaba que “sus opiniones políticas sobre Israel eran preocupantes y citaban fotografías en las que apareció junto a “dictadores latinoamericanos”.

El medio también aclara que si bien no hubo una petición explícita a la ONU para bloquear el nombramiento de Bachelet, “Washington se opuso firmemente a él e intentó detener el proceso de nombramiento hasta el final”.
Cabe recordar que Donald Trump ordenó el retiro de su país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2018, y que Bachelet fue oficializada en su nuevo cargo en agosto del mismo año. Para algunos observadores esto ha sido vista como «una represalia contra Trump».

Las ignoradas  tareas y acciones de Bachelet en favor de los DD HH

Hasta ahora ha pasado poco con la ex Presidenta al frente del importante cargo en la Onu. Ha sido como fue en Chile en sus dos mandatos: muchas promesas e impactante oratoria, pero en cuanto a hechos concretos nada o muy poco.

Las caravanas de migrantes centroamericanos a los EE UU pasaron casi desapercibidas para la Alta Comisionada, lo mismo con el muro fronterizo que Donald Trump desea construir en la frontera con México.

Ahora está también el tema de la dilatación de la visita que debería hacer a Venezuela para observar en terreno la evidente violación de los derechos humanos.

El vocero de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Rupert Colville, reconoció que el viaje de Michelle Bachelet en su rol de alta comisionada a Venezuela no está pronto a suceder.

“Normalmente se haría una visita preliminar para asegurarse de que vale la pena hacer el viaje y que ella va a tener acceso libre a organizaciones no gubernamentales, pero no estamos cerca de este punto por ahora”, dijo.

El último informe de la organización cifró en 40 el número de fallecidos y 850 detenidos durante las protestas que se vivieron en Caracas durante la última semana. 26 de la víctimas murieron por disparos de los miembros de la seguridad o grupos armados que apoyan el régimen de Maduro, mientras que otro fallecido correspondió a un miembro de la guardia nacional bolivariana presuntamente asesinado durante las protestas en el estado venezolano de Monagas.

Dentro de las cifras, 77 detenidos corresponden a menores de edad y el 23 de enero fue el día con más arrestos, 696 personas.

Quizá todas estas cifras no sean suficientes para que Bachelet viaje urgentemente a Venezuela y negocie allí una fórmula de diálogo y termine con la violencia y la violación de los DD HH. ¿Sería capaz de realizar con éxito esta importante gestión?

Sobre el reconocimiento de José Guaidó como presidente de Venezuela, la portavoz de Naciones Unidas en Ginebra, Alessandra Velluci, dijo que “el secretario general de la ONU no tiene autoridad para brindar reconocimiento a líderes”