La representante de California sumó 220 votos para convertirse en la nueva presidenta de la Cámara Baja, por delante del candidato republicano, Kevin McCarthy, que obtuvo 192. Dos miembros no votaron, 18 emitieron su voto en favor de otras personas y 3 legisladores votaron «presente».
La demócrata Nancy Pelosi, que se convirtió en 2007 en la primera mujer elegida como presidenta de la Cámara Baja, recuperó hoy el cargo. A los 78 años esta representante por San Francisco pasó a convertirse en la principal voz de la oposición y a ocupar el tercer cargo más importante en Estados Unidos, después del presidente y del vicepresidente.
«Trump estaba acostumbrado a gobernar con un Congreso republicano, con una Cámara de Representantes y un Senado débiles con él. Este no será el caso (a partir de ahora): la supervisión del Congreso al Gobierno es nuestra responsabilidad», advirtió Pelosi, tras obtener 220 votos en la elección superando al republicano Kevin McCarthy.
Los demócratas, que han recuperado el control de la Cámara Baja tras las elecciones legislativas, tendrán la oportunidad ahora de abrir investigaciones sobre el Ejecutivo a través de distintos comités legislativos, como el judicial.
Proteger la labor del fiscal especial Robert Mueller, encargado de la investigación de la conocida como «trama rusa» y ampliamente criticado por Trump, también será otra de las prioridades de la nueva mayoría demócrata.
Desde el pasado 22 de diciembre, la Administración entró en su tercer cierre parcial luego de que la negociación entre republicanos y demócratas en el Congreso llegase a un punto muerto a raíz de la exigencia de Trump de que el proyecto de presupuestos incluya una partida de más de 5.000 millones de dólares para el muro fronterizo con México.
Esta parálisis administrativa afecta agencias de diez departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística, y unos 800.000 trabajadores federales.
Pelosi y otros líderes demócratas se reunieron ayer con Trump para presentarle una propuesta para acabar con el cierre administrativo sin los fondos que el presidente considera necesarios para la construcción del muro, que en principio fue rechazada por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
¿Quién es Nancy Pelosi en la política estradounidense?
Pelosi ocupa un lugar incuestionable entre los políticos de su generación. Durante el gobierno del demócrata Barack Obama logró conducir la reforma de salud por la Cámara en su difícil tránsito hacia su histórica aprobación en 2010.
Quizás por eso, los republicanos la siguen describiendo como la encarnación de sus peores miedos.
«¿Pueden imaginarse a Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes?», le preguntaron en una ocasión a Trump. «¡Por favor no me hagan eso!», le rogó el mandatario a los presentes.
En una entrevista publicada el miércoles por la revista Elle, Pelosi interpretó esta fama que se le atribuye declarando: «Yo no me siento odiada. Me siento respetada. No me criticarían si no fuera eficaz», señaló.
En la Cámara Baja, la bancada demócrata tendría el poder de bloquear las iniciativas republicanas, obstaculizando una nueva reforma impositiva o proyectos como la construcción del muro en la frontera con México.
Además Pelosi tendría la llave para algo mucho más importante: el visto bueno para una investigación en el Congreso sobre las acusaciones sobre una colusión entre la campaña de Trump y Rusia en las elecciones de 2016.
Contraria a la destitución

Nancy Pelosi es aplaudida por sus pares.
Hasta ahora, ha dicho que es contraria a lanzar un proceso de destitución contra Trump, una amenaza que sobrevuela la política estadounidense desde hace meses. Para ella, esto sólo terminaría movilizando a las bases republicanas.
Pero no se puede excluir que cambie de idea, sobre todo si el fiscal especial Robert Mueller, que dirige la investigación sobre Rusia, presenta pruebas concretas.
Pese a las críticas de quienes denuncian la arrogancia de Pelosi y la describen como una integrante de la élite progresista desconectada de los problemas de la clase media, al cabo de los años nadie niega sus destrezas de hábil estratega.
Elegida por más de 30 años en San Francisco, la avanzada metrópolis de California, Pelosi se mueve con comodidad en los círculos de poder y las luchas políticas.
Considerada como moderada en su circunscripción, abraza fervientemente valores como la protección de las minorías sexuales y el derecho al aborto.
Madre de cinco hijos y con nueve nietos, Nancy D‘Alesandro nació el 26 de marzo de 1940 en Baltimore (Maryland) en el seno de una familia católica marcada por la política.
Graduada de Trinity College en Washington, se mudó a San Francisco con su esposo, Frank Pelosi, quien hizo una fortuna en bienes raíces y finanzas. Subió los escalones del Partido Demócrata y esperó que sus hijos crecieran para ganar, a los 47 años, su primera elección a la Cámara en 1987.
En 2003, se convirtió en jefa de la minoría demócrata.