Aunque el líder de Vox en Andalucía, Santiago Abascal, repite que no es un partido de extrema derecha, sino de «extrema necesidad», a  uno y al otro lado del Atlántico no paran de salirle amigos conectados a esa extrema derecha de la que quiere apartarse.

Este martes, el exlíder del temido movimiento de ultra derecha Ku Klux Klan de EEUU, David Duke (foto izquierda), ha felicitado al partido de Abascal por su triunfo en Andalucía. En su cuenta de Twitter, Duke celebra los escaños conquistados en Andalucía y se congratula por el cambio. «Vox triunfa en Andalucía. 12 escaños y el fin del régimen socialista. #EspañaViva hace historia y demuestra que el cambio es posible. La Reconquista empieza en tierras andaluzas y se extenderá por el resto de España», escribió Duke, traduciendo un mensaje con el mismo contenido del propio partido.

El mismo día de las elecciones, fue la francesa Marine Le Pen la primera en felicitar en las redes sociales al partido de Santiago Abascal. Antes incluso de que fueran anunciados los resultados definitivos, la líder del partido ultraderechista francés Agrupación Nacional (AN), enviaba sus felicitaciones a Abascal. «Mis fuertes y calurosas felicitaciones a mis amigos de Vox que, esta noche en España, firman un resultado muy significativo para un movimiento joven y dinámico», escribía Le Pen en Twitter.

Un mensaje directo y que iguala a Vox con Agrupación Nacional y con otros partidos de la ultraderecha europea. Durante las pasadas elecciones francesas, Abascal se desplazó a Perpignan a un mitín del entonces Frente Nacional, donde mantuvo una reunión con Le Pen y más tarde presumió de ser su «partido interlocutor en España».

Hasta que, este domingo, en las elecciones autonómicas andaluzas, un partido pequeño, nuevo, extremo consiguió el 11 por ciento de los votos—395.000 sobre 3.691.000, doce diputados sobre 109—. Se llama Vox; lo inventó hace cinco años Santiago Abascal, sociólogo vasco formado por jesuitas, exmilitante del Partido Popular, deportista de riesgo, hombre de a caballo y Smith & Wesson en el cinto. La bestia de la extrema derecha  en España ya no duerme.

Susana Díaz: «Yo estaba equivocada, Cataluña tiene la culpa de mi fracaso»

Tras los resultados de las elecciones de Andalucía, en las que el PSOE ha conseguido tan solo 33 escaños (ver nota separada en KRADIARIO), Susana Díaz reconoce que se equivocó durante la campaña y que el tema catalán podrá haber sido el culpable de sus resultados.

La candidata socialista a las elecciones andaluzas, asegura que no dimitirá porque ha ganado las elecciones, aunque reconoce que “ganar así es triste”. “Si hubiera perdido, me hubiera ido a mi casa ya”, señala.

Díaz ha considerado que hay que hacer autocrítica y ver “por qué andaluces que votan a la izquierda se han quedado esta vez en casa” pero ha rechazado una renovación en el PSOE de Andalucía, como se ha pedido en algunos sectores del partido.  “Se regenera aquello que está degenerado. Y yo lidero un partido decente, honesto y trabajador”, dijo Díaz en la cadena radial española SER.

Sobre un posible acuerdo de la derecha para gobernar Andalucía, Díaz ha recalcado que «solo lo conseguirían apoyados en la extrema derecha». Además, la líder del PSOE en Andalucía ha señalado que «los que antes hablaban de pacto de perdedores y los tripartitos, están ahora dispuestos a viabilizar un gobierno con un tripartito tóxico con la extrema derecha que defiende cosas como retirar la ley de igualdad de género».

Susana Díaz ha recalcado que espera «entrar en el Parlamento como presidenta» y que tiene intención de presentarse a la investidura «siempre y cuando cuente con los apoyos necesarios». «Si el segundo y el tercero de estas elecciones se creen con derecho a llegar a la presidencia ¿por qué yo, que he ganado las elecciones, no lo tendría?», preguntó la líder socialista.