Por Jessika Krohne

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En mayo de este año, la alumna del  colegio Nido de Aguilas Katherine Winter se suicidó en el baño de un café, un día después de ser el blanco de una serie de mensajes agresivos de un grupo en Facebook formado por alumnos del colegio. Su muerte desencadenó una gran alerta en nuestro país y una real preocupación de lo que significan las redes sociales en los jóvenes de hoy.

Katherine fue víctima del ciberbullying. ¿Qué significa ese concepto?

El ciberbullying es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales.

¿Cuándo estamos frente a un caso de ciberbullying?

Estamos ante un caso de ciberbullying cuando un/a  menor atormenta, amenaza, hostiga, humilla o molesta a otro/a mediante Internet, teléfonos móviles, consolas de juegos u otras tecnologías telemáticas.

El ciberbullying se da entre menores, ya que por otro lado esta el grooming que es un acoso de un adulto que se hace pasar por un niño y molesta a menores.

Las redes sociales son una amenaza para los padres de hoy que tienen hijos en la generación Z (generación posmilenial​ o centenial​ que hacen referencia a la cohorte de personas nacidas después de la generación del milenio entre 1996-2010).

Joven estudiante conectado

Hay estudios que dicen que esta generación Z pasa 8 a 9 horas al día conectado versus los milenials que están 5 a 6 horas en línea.

8 a 9 horas que giran en torno a las redes sociales. Ellos hacen las tareas vía whatsapp, comparten información a través de las redes, juegan o interactúan con sus pares cuando están en línea. Están acostumbrados a que gran parte de su vida gire en torno a este mundo ficticio. Lo que antes nosotros hacíamos en forma presencial, ellos lo hacen de la misma forma, pero conectados. El peligro está que como padres muchas veces no vemos lo que están haciendo.

Snapchat e Instagram son las dos redes sociales más utilizadas por estos jóvenes. Snapchat tiene un espacio público y otro privado. Uno puede subir algo y desaparece después de 1 a 8 segundos. El que está conectado lo puede ver.

En instagram también hay dos espacios, uno de contenido y otro de historias que dura 24 horas.

Los jóvenes compiten por tener muchos seguidores, mientras más seguidores tienes más reconocimiento obtienen de sus pares. Al ser una generación tan conectada, está el riesgo de ser víctima de ciberbullying, esa es la nueva forma de molestar a un niño. Es por eso que como padres no hay que perder la vista de lo que nuestros hijos hacen mientras están conectados. Es importante acompañarlos y hacerse parte de lo que hacen cuando están conectados.

No hay que olvidar que nuestros hijos que nacieron a partir del 2000 en adelante no conocen otra cosa que los smartphones. Son niños y niñas tecnologizados. Nacieron con las aplicaciones. No podemos pedirles que se comuniquen como nosotros lo hacíamos en nuestra niñez o como nosotros lo aprendimos. Lo que era para nosotros una junta con los vecinos en la plaza de la esquina, para nuestros niños es una junta con sus compañeros en alguna red social. La antigua plaza es ahora una red social en internet. Por lo tanto no podemos cambiar las cosas; tenemos que ponernos en el lugar de nuestros hijos y acompañarlos en este mundo cibernético.