Durante este fin de semana circuló en las redes sociales un interesante video de la Radio y TV de la Universidad de Chile que plantea varias interrogantes ¿vamos caminando correctamente con la «colecta pública» que se realiza en Chile cada año para financiar un servicio de rehabilitación que debería asumirlo el Estado después de haber pasado tanto tiempo desde la primera teletón en 1978? ¿No es un evento que permite perfilarse al 1 por ciento de los mayores ingresos de este país, como empresarios o dueños de grandes consorcios para entregar una imagen que son todos humanos y se preocupan de los más necesitados? ¿No basta con los impuestos, el IVA y las contribuciones que las clases medias (alta y baja) tienen que pagar por sus bienes o en algunos casos por sus escasos ingresos? ¿Es o no un espectáculo de día y medio cada año que utiliza a fondo la desgracia humana (los inválidos y víctimas de accidentes) en el marco de una idea creada en tiempos de la dictadura por el animador Don Francisco (Mario Kreuzberg) para fomentar con publicidad el aporte de los más ricos a una causa que no podía y hasta ahora no puede asumir el Estado? ¿No es la publicidad que se hace en este día y medio cada año un gran negocio para los más ricos que les permite recuperar con creces las sumas que aparecen donando frente a las cámaras de la televisión, donde son entrevistados ¿No es acaso un sacrificio para mucha gente trabajadora y de bajos ingresos que llega al banco a depositar sus escasos ahorros solamente porque tienen un buen corazón y se ve arrrastrada por la televisión?
Todas estas interrogantes preocupan a muchos chilenos. Carolina Pérez (también discapacitada), docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile analiza todo esto y entrega su opinión (ver video).