Foto de portada: En foto de archivo aparecen el presidente de EE UU Donald Trump, quien se hizo representar en la Cumbre por su vicepresidente Mike Pence, y el líder chino Xi Jinping.
Por Martín Poblete, con aportes de la Redacción central de Kradiario
La reunión terminada este último fin de semana en Papua Nueva Guinea será recordada por la falta de comunicado final. Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos han ido escalando gradualmente, como quedó demostrado en los discursos del Presidente del líder chino Xi Jingping y del Vice Presidente de EE UU Mike Pence, respectivamente, ambos con estilos confrontacionales, terminaron por crear un ambiente áspero. Las mutuas recriminaciones, acompañadas de abiertas presiones a los otros concurrentes para asociar sus posiciones con uno de los dos gigantes mercantiles, terminaron por impedir acuerdos en torno a un lenguaje aceptable a todas las partes involucradas. Muy pintoresco el ambiente de esa isla en la salida oriental del Estrecho de Torres, ni hablar de los cuarenta Masserati Quattroporte para trasladar a los dignatarios visitantes, también las cenas en los restoranes del área turística de Port Moresby mezclando ofertas gastronómicas asiáticas con las polinésicas; pero a la hora de las evaluaciones, la falta de comunicado de clausura representa un fracaso de la diplomacia del país anfitrión. En todo este asunto hay un importante mensaje para el próximo anfitrión de APEC 2019, Chile. Las tensiones comerciales ente Estados Unidos y China continuarán, probablemente agravadas por su disputa naval en los mares al sur de China; sacar adelante la próxima APEC exigirá la personal atención del Presidente Sebastián Piñera. Para las agencias internacionales coincidieron que «no hubo ningún buen plato porque le faltó el buen vino», fue en el fondo una fallida reunión de líderes mundiales en Papúa Nueva Guinea que no logró un acuerdo el domingo sobre un comunicado final, destacando las divisiones cada vez más amplias entre las potencias mundiales de Estados Unidos y China. Las 21 naciones en la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Port Moresby lucharon por salvar las diferencias sobre el papel de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que gobierna el comercio internacional. El presidente de la reunión, el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O’Neill, emitió una declaración. “Todo el mundo está preocupado“ por las tensiones entre China y Estados Unidos”, dijo O’Neill a una multitud de reporteros que se le acercaron después de que confirmó que no había ningún comunicado de los líderes. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que había diferencias entre varias naciones, entre ellas China y las versiones preliminares de Estados Unidos del comunicado —visto por The Associated Press— que mostraba que Washington quería un lenguaje fuerte contra las prácticas comerciales desleales que acusa de China. Beijing, mientras tanto, quería una reafirmación de la oposición al proteccionismo y al unilateralismo que dice que practica Estados Unidos. “No creo que sea una gran sorpresa que haya diferentes visiones sobre elementos particulares con respecto al comercio y que se evite que exista un consenso total sobre el comunicado“, dijo Trudeau. La cumbre de dos días estuvo marcada por la acritud y subrayó la creciente rivalidad entre China y Occidente por la influencia en el generalmente desatendido Pacífico Sur. El mundo, según el discurso de Xi, se enfrenta a una elección entre cooperación y confrontación a medida que crece el proteccionismo y el unilateralismo. Dijo que las reglas de las instituciones globales como la OMC, no deben ser consideradas agendas egoístas. |