El Congreso español votó este jueves a favor de exhumar los restos del dictador Francisco Franco de la basílica que él mandó construir cerca de Madrid en el Valle de los Caídos, con lo que se intensifica un debate sobre su legado, aún cuatro décadas después de su muerte.

La votación allana el camino para que los restos sean trasladados antes de que termine este año, pero no pondrá fin a los desacuerdos sobre el lugar que ocupa Franco en la historia ni resolverá qué hacer con el Valle de los Caídos.

Franco hizo construir este mausoleo, en parte con trabajos forzados, para honrar a aquellos que “cayeron por Dios y España” en la Guerra Civil española, y se convirtió en una de las fosas comunes más grandes de Europa, con los restos de al menos 33.000 personas. La mayoría había luchado por Franco en la guerra (1936-1939), pero el monumento también contiene los huesos de muchos de sus oponentes republicanos, arrojados allí en el anonimato.

La construcción tardó dieciocho años y fue realizada en parte por prisioneros del bando republicano. La basílica ahora es administrada por sacerdotes benedictinos que viven en una abadía adjunta.

 

Hubo 172 votos a favor y 2 en contra, así como 164 abstenciones; se reportó que los dos votos negativos fueron en error. Los dos principales partidos de oposición, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos, se rehusaron a votar; el PP pretende llevar la decisión al Tribunal Constitucional con el argumento de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aceleró la medida de manera injustificada.

Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), prometió realizar la exhumación poco después de llegar al cargo en junio, cuando gestionó la destitución de Mariano Rajoy del PP. No queda claro dónde serían enterrados los restos de Franco.

La discusión también ha reavivado el interés público en el Valle de los Caídos, que recibió más de 60.000 visitas en agosto, un récord para las visitas mensuales. Entre esos visitantes había personas que querían rendirle honores al dictador y que hicieron un saludo franquista frente a la tumba.

Una asociación pequeña llamada Movimiento por España ha pedido que los ciudadanos protesten contra la exhumación. El grupo es liderado por Pilar Gutiérrez, cuyo padre fue ministro del franquismo.

Por otro lado, ha habido congregaciones de unos centenares de personas en el centro de Madrid para pedir que el gobierno socialista le dé, en cambio, un reconocimiento mayor a las víctimas de Franco de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007, cuando el PSOE también estaba en el poder.