La audiencia para conocer el recurso de acción de protección solicitado por Julian Assange el pasado viernes en Quito se realizó hoy después de verificar que el creador de Wikileaks, que vive asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde hace seis años, estaba presente a través de videoconferencia. Sin embargo, la misma tuvo que ser suspendida y aplazada por problemas técnicos.
Con un traje oscuro, camisa blanca y una corbata concho de vino, Assange hizo su aparición en la audiencia (a través de una cámara que trasmitía la señal hasta el tribunal en Quito, provincia de Pichincha, desde Londres) junto a su abogado Carlos Poveda, quien antes solicitó una entrevista de cinco minutos con su cliente , con quien no había hablado desde hacía dos años y medio.
Esta situación le pareció al procurador general, Íñigo Salvador, «altamente irregular», pero la jueza de la Unidad Judicial Civil Karina Martínez, dio la autorización. y le concedió alrededor de 10 minutos para conversar con su cliente, como informó el diario El Comercio de Quito.
“No se trata de una demanda, sino de una reivindicación de derechos”, dijo el abogado, y recalcó que en el primer bloque se tratarían temas como el aislamiento, la incomunicación, visitas y asistencia legal y médica; y en el segundo bloque se abordaría el protocolo especial impuesto la semana pasada todo en relación a la vida que tiene actualmente el ahora asilado-demandante.
El ciudadano australiano, creador de Wikileaks, vive desde 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, Inglaterra.
El viernes el exjuez español Baltasar Garzón y Carlos Poveda (foto izquierda), quienes integran la defensa de Assange, presentaron una acción legal de protección a favor del australiano frente a un protocolo que le entregó Ecuador a Assange en Londres sobre «las nuevas condiciones para el asilo».
La defensa presentó el viernes último en Quito ante el tribunal una acción de protección para lograr el restablecimiento de las telecomunicaciones para el asilado, cortadas desde marzo, según el protocolo.
En la acción de protección que interpuso la defensa de Assange en contra del Gobierno, el fundador del portal WikiLeaks es presentado con un doble estatus: ecuatoriano y también asilado.
Assange busca ahora la suspensión de dicho protocolo (expedido el pasado 13 de octubre) que le entregó Ecuador para visitas y comunicaciones en su sede diplomática londinense.
Poveda calificó la medida de Ecuador como una “retaliación” (represalia). “No puede existir indiferencia cuando de por medio existen obligaciones internacionales”, respondió vía Whatsapp el abogado. Agregó que Assange cuenta con nacionalidad y también con una cédula ecuatoriana. Además en el lugar de inscripción y de domicilio consta como Pichincha, Quito, Chaupicruz.
Sin embargo se considera una inconsistencia el hecho que no consta una fecha de expedición de la cédula, pero sí de expiración: 21 de diciembre del 2017, la misma fecha en que Londres no dio el beneplácito para reconocerlo como diplomático ecuatoriano. Este problema podría afectar a Assange en el proceso porque cuando una persona en Ecuador obtiene su cédula como nacionalizado, esa información se refleja en el registro de personas para elaborar el padrón electoral. Pero esto no ocurre en este caso.
Otro indicio que pone en duda la presunta cédula de Assange -según las autoridades ecuatorianas- es que no consta en el padrón electoral, que se elabora con base en el registro de personas ecuatorianas, que envía el Registro Civil al CNE
Sorpresa en Ecuador por demanda del australiano
El canciller José Valencia declaró que “nos sorprende muchísimo esta demanda del señor Assange al país que lo ha protegido durante seis años», en una entrevista con la Radio Sucesos de Quito. Agregó, sin embargo, que se mantendrá el asilo a Assange, cuya defensa -encabezada por el exjuez español Baltasar Garzón-, presentó la acción de protección (Foto derecha, manifestaciones en Londres de apoyo a Assange frente a la Embajada ecuatoriana).
El protocolo del gobierno ecuatoriano, que Assange se “negó” a recibir, según Valencia, “busca organizar las visitas, las comunicaciones, la atención médica que él debe recibir”. Ese documento señala que el incumplimiento de cualquiera de la reglas derivará en la “terminación del asilo”. Valencia confió en que Ecuador tiene “todos los argumentos legales a su favor” para defenderse en caso de que la demanda prospere. “El protocolo es conforme a la ley ecuatoriana», agregó Valencia.
Según la defensa de Assange, el asilo prolongado ha afectado su salud a sus 47 años de edad. Su asilo fue para evitar ser extraditado a Suecia, que lo reclamaba para enfrentar acusaciones por supuestos delitos sexuales. Aunque las causas no prosperaron, el fundador de WikiLeaks sigue en la legación ecuatoriana pues la justicia británica mantiene una orden de detención contra él por haber violado las condiciones de su libertad condicional en el marco del caso sueco.
Assange teme que si deja la Embajada pueda ser detenido y extraditado a Estados Unidos por difundir miles de secretos oficiales de ese país a través de su página web. En diciembre, el australiano fue naturalizado ecuatoriano en una estrategia de Quito para convertirlo en diplomático en sus embajadas en Londres y luego en Moscú para así poder regularizar su situación personal. Londres rehusó reconocer esos nombramientos, que Quito después declaró nulos.
El abogado español Garzón definió a su cliente como «una persona especialmente protegida» pues sigue como asilado en la Embajada, aunque el año pasado la Cancillería le otorgara la nacionalidad ecuatoriana. El jurista español sostuvo que Assange permanece «en condiciones inhumanas» dentro de esa representación diplomática, al señalar que desde el 28 de marzo pasado el Gobierno decidió cortar su acceso a Internet.
La medida se tomó luego de que Assange incumplió varias advertencias de que no debía hacer comentarios que podían afectar las relaciones de Ecuador con otros países. Garzón sostuvo, sin embargo, que esa disposición, a la que consideró como «un abuso», fue tomada «sin que hubiera justificación suficiente» y «sin ninguna intervención judicial». Agregó que el protocolo del que Assange tuvo conocimiento el 13 de octubre último, no tiene la firma de ninguna autoridad responsable.
Entretanto, los congresistas estadounidenses, Eliot Engel (demócrata) e Ileana Ros-Lehtinen (republicana), enviaron una carta al Gobierno ecuatoriano -el 17 de octubre de 2018- presidido por Lenin Moreno (izquierda), expresando su preocupación por el restablecimiento del servicio de Internet al hacker australiano Julian Assange.
Con la carta se presiona a Ecuador para que mantengan incomunicado al fundador de Wikileaks.
Texto completo de la carta:
Estimado Presidente Moreno:
Escribimos hoy para reconocer el progreso significativo que ha hecho su administración desde que asumió el cargo. Muchos de nosotros en el Congreso de los Estados Unidos estamos ansiosos por avanzar en la colaboración con su gobierno en una amplia gama de temas, desde la cooperación económica hasta la asistencia antinarcóticos hasta el posible retorno de una misión de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional al Ecuador. Sin embargo, para avanzar en estos asuntos cruciales, primero debemos resolver un desafío significativo creado por su antecesor, Rafael Correa: el estado de Julian Assange.
Estamos muy preocupados por la presencia continua de Julian Assange en su embajada en Londres y su recibo de la ciudadanía ecuatoriana el año pasado. Más recientemente, nos preocupó especialmente saber que su gobierno restauró el acceso del Sr. Assange a Internet. En numerosas ocasiones, el Sr. Assange ha comprometido la seguridad nacional de los Estados Unidos. Lo ha hecho publicando públicamente documentos clasificados del gobierno junto con materiales confidenciales de personas relacionadas con las elecciones presidenciales de 2016 en nuestro país. Como usted mismo ha señalado, él ha usado repetidamente su posición en los medios internacionales para inmiscuirse en los asuntos de gobiernos extranjeros como España y el Reino Unido. Esto ha roto las relaciones de Ecuador con gobiernos de ideas afines. El Sr. Assange también sigue siendo buscado por las autoridades británicas por una violación de la fianza.
Reconocemos plenamente que este es un problema que su administración no creó. Tenemos la esperanza de desarrollar relaciones más cálidas con su gobierno, pero sentimos que será muy difícil para los Estados Unidos avanzar en nuestra relación bilateral hasta que el Sr. Assange sea entregado a las autoridades correspondientes.
Gracias por su atención a este problema crítico.
Sinceramente,
Eliot L. Engel
Miembro de Ranking
Comité de la Cámara de Asuntos Exteriores
Ileana Ros-Lehtinen
Presidente emérito
Comité de la Cámara de Asuntos Exteriores