Archivos secretos de la Agencia de Inteligencia de EE UU (CIA) confirman que el dictador alemán Adolfo Hitler, conocido como el Führer, era homosexual y masoquista y que bajo esta condición se veía impulsado a acercarse a adolescentes cuando los apreciaba o «le gustaban». Según la agencia, Hitler ya era considerado homosexual en 1942 cuando se redactó un informe de 70 páginas sobre su vida sexual.
El dictador pasó su juventud en un albergue que tenía la reputación de tener residentes que «iban a buscar placeres homosexuales en los hombres”. Sin embargo, relatos históricos señalan que Hitler persiguió brutalmente a los homosexuales cuando se convirtió en líder del Tercer Reich.
Los archivos desclasificados, marcados como de “máxima seguridad”, fueron redactados por la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), un organismo de inteligencia precursor de la CIA (fundada en 1947) y son señalados como un “esbozo biográfico” de Hitler.
En el documento secreto se describe a Hitler “como familiarizado con los jóvenes gígolos y los viejos homosexuales” durante su estadía en Viena, antes de la Primera Guerra Mundial. Allí se detalla que Hitler era «un tipo masoquista con una posible vena homosexual».
El informe fue recopilado por el antropólogo Henry Field, uno de los jefes de la unidad de inteligencia de la Casa Blanca en los años cuarenta. Los datos de la vida sexual de Hitler fueron revelados por Ernst Sedgwick Hanfstaengl, un germano-estadounidense que fue amigo íntimo y confidente de Hitler y luego se refugió en Estados Unidos.
El informe también afirma que Hitler estaba «atraído sexualmente» por quien era su mano derecha, Rudolf Hess, del que se dice, era un «conocido travesti». En el informe está escrito que Hess se vestía de mujer y se hacía llamar «Fräulein Anna» (señorita Anna).
El documento Mend, conocido en la época en que vivió Hitler, describía la relación homosexual del líder nazi que mantuvo durante la primera guerra mundial con su compañero de armas, Ernst Schmidt. Lothar Machtan, conocido historiador alemán, que impartió clases hasta el 2015 en la Universidad de Bremen, publicó una tesis sobre la «homosexualidad de Hitler» que fue traducida a once idiomas. Aún más reveladora fue la colección de declaraciones recogidas por la policía en las que una multitud de jovencitos prostituidos dejaron constancia de cómo Hitler iba a buscarlos para invitarlos a comer, llevarlos a su casa y acostarse con ellos. Como indicaría en sus memorias Peter Martin Lampel (escritor y pintor) «la homosexualidad de Hitler para muchos de nosotros, antiguos Camaradas del Cuerpo de Voluntarios, no era desconocida”. Podría haberse añadido que era compartida por un número nada de reducido de jerarcas nazis».
Ernst Schmidt luchó con Hitler, arriesgó su vida con Hitler, compartió el campamento con Hitler. Nada se interpondría en el camino de una carrera empinada en el Tercer Reich. Schmidt ciertamente se benefició de la amistad con el Führer, sus contemporáneos pintan su figura y personalidad de varias formas, pero no dan una imagen de que haya sido violento o fánático nazi.Con 25 años fue reclutado en el ejército alemán el 6 de agosto de 1914. Unos días antes, el Reich alemán declaró la guerra a Rusia y luego a Francia. Las tropas alemanas cruzaron la frontera belga sin previo aviso, como resultado Gran Bretaña entró en la guerra. Schmidt experimenta los primeros días de guerra en los cuarteles de Munich, sirviendo en un regimiento. En la misma unidad, otro recién llegado estaba esperando una misión militar de primera línea: Adolf Hitler. El hecho de que ambos pronto se convirtieran en amigos probablemente no solo se debió a la camaradería, sino que Schmidt e Hitler también compartían una pasión común: la pintura.
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Para ambos soldados el tiempo directo entre ambos en el frente de guerra se termina rápido, pero el contacto personal después de la guerra no se rompe. De hecho, Schmidt, con un pensamiento radical no estaba demasiado lejos de su camarada Hitler, de quien estará atento a sus discursos, como lo investigó el historiador alemán Fritz Demmel.
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El informe de la entonces OSS describía a Hitler como impotente y coprofílico. Los autores señalan las posibles tendencias homosexuales de Hitler, que, sin embargo, habrían sido demasiado limitadas para haber podido influir en el poder de decisión del mismo Führer.